De Austria a Nepal, la India, Japón o Brasil, palacios que fascinan por su arquitectura, su opulencia
Alrededor del mundo hay cientos de palacios que son testigos de años pasados gloriosos. De tiempos en los que emperadores extendían imperios y se premiaban con residencias gigantescas. De tiempos en los que las familias de clase alta querían mostrar su riqueza. De tiempos en los que menos no era más. Son edificaciones que derrochan opulencia y belleza.
Con decenas de ambientes y jardines inmensos, estas construcciones, que sirvieron para hospedar integrantes de la realeza, funcionarios políticos y personas de las más altas esferas sociales, hoy son atracciones turísticas que permiten imaginar cómo era la vida en aquel entonces.
Entre los más conocidos están el Buckingham Palace de Londres y el Palacio de Versalles, en las cercanías de París, pero hay muchos otros que también son visitas obligadas e invitan a sentirse parte de la aristocracia mientras se recorre cada rincón.
A continuación, 15 palacios ubicados en distintos países que tienen las puertas abiertas para fascinar a los turistas.
1. Palacio real de Caserta, Italia
Llevó 20 años construir esta residencia real, considerada una de las más prestigiosas de toda Europa. Ubicado en la región de Campania, la piedra fundacional la colocó Carlos VII, rey del nuevo reino de Nápoles -Carlos III de España- el 20 de enero de 1752.
Vista a la Via d’Acqua:3 km de estanques, en el palacio de Caserta. Foto Shutterstock.
Fue diseñado por el arquitecto Luigi Vanvitelli y cuenta con 45.000 metros cuadrados, 5 pisos, 1.400 ambientes y 1.742 ventanas.
Vanvitelli lo dividió en cuatro partes: el sector sudoeste era el reservado para el Rey y se denomina departamentos del siglo XIX. La parte sudeste, en tanto, estaba destinada al príncipe heredero, y es conocida hoy como departamentos del siglo XVIII. Las otras dos dependencias se denominan departamentos antiguos y nuevos. Los cuatro sectores están abiertos al público.
La belleza externa tampoco tiene desperdicio, ya que sus jardines compiten con los de Versalles: fuentes, cascadas, bosques y más de 200 especies de plantas en 123 hectáreas. Uno de sus principales atractivos es la Via d’Acqua, una sucesión de estanques uno junto al otro que se extiende por tres kilómetros.
El palacio de Caserta fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Así es el palacio por dentro. Foto Shutterstock.
La entrada para conocer el parque y el palacio cuesta 15 dólares. Por unos tres dólares más se puede contratar un servicio de combi para llegar de un extremo al otro del parque.
Más información: reggiadicaserta.cultura.gov.it.
2. Palacio de Topkapi, Turquía
Se trata de una de las atracciones más visitadas de Estambul. Construido entre 1460 y 1478 por orden del sultán Mehmed II, funcionó como centro administrativo y educativo del Imperio Otomano durante unos 400 años.
El Palacio de Topkapi es uno de los imperdibles de Estambul. Foto Shutterstock.
En sus 700.000 metros cuadrados hay cuatro patios y más de 400 habitaciones. En el palacio vivían alrededor de 4.000 personas.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, atrae a más de tres millones de turistas por año gracias a su arquitectura y su importancia cultural.
Las atracciones son numerosas. Una de ellas es el Tesoro Imperial, una de las colecciones de armas y armaduras más importantes del mundo, con 52.000 objetos en exposición. También se pueden visitar el Salón del Consejo Imperial, la Torre de la Justicia y la cocina del palacio, donde hay una colección de casi 12 mil piezas de porcelana.
Vista a una de las habitaciones del Harén. Foto Shutterstock.
El Harén es la parte más destacada y lujosa del palacio. Allí, vivía el Sultán, su familia y alrededor de 500 mujeres a las que se les daba educación.
El palacio abre todos los días, excepto los martes, de 9 a 18. La entrada parte de los 26 dólares por persona. El acceso al Harén se cobra por separado.
Más información: www.millisaraylar.gov.tr/en/saray-kosk-ve-kasirlar/topkapi-sarayi
3. Palacio de Peterhof, Rusia
Su nombre en ruso es Petrodvorets, aunque su constructor, Pedro el Grande, prefirió llamarlo Peterhof, en alemán. Como sea, es sin dudas uno de los palacios más espectaculares del mundo. Ubicado a 40 minutos de San Petersburgo, a orillas del golfo de Finlandia, funcionó como residencia de verano de los zares.
Vista a la construcción principal, llamada Gran Palacio de Peterhof. Foto Shutterstock.
Fue construido entre 1714 y 1723 como un monumento triunfal que glorificaba la grandeza de Rusia, al conquistar el acceso al Báltico durante la Gran Guerra del Norte (contra Suecia).
La construcción principal, conocida como el Gran Palacio de Peterhof, sufrió diversas modificaciones a lo largo de los años. En la época de Pedro I, era un pequeño edificio de dos pisos, pero en 1846, por orden del emperador Nicolás I, en el ala este que da al jardín superior se creó un tercer piso.
La residencia era utilizada para múltiples celebraciones sociales aprovechando su capacidad para tres mil invitados. Se realizaron bailes, bodas y bautismos, entre muchos otros eventos.
La Gran Cascada es de las atracciones principales de Peterhof. Foto Shutterstock.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Gran Palacio fue incendiado, y las primeras salas restauradas reabrieron en mayo de 1964.
Uno de sus mayores atractivos es la Gran Cascada, que tiene tres niveles y 225 esculturas de bronce, plomo y mármol alrededor, y preside los espectaculares jardines repletos de fuentes y esculturas.
La entrada cuesta 22 dólares.
Más información: en.peterhofmuseum.ru
4. Warwick Castle, Inglaterra
Con una arquitectura intacta y personal luciendo ropa de época, quienes visitan este castillo ubicado unos 150 km al noroeste de Londres, se trasladan inmediatamente a siglos atrás.
Es ideal visitarlo con niños ya que hay actividades pensadas para ellos. Foto Shutterstock.
La visita guiada por el interior del castillo es una gran oportunidad para conocer la rica historia de esta construcción, que comenzó en 1068 con Guillermo el Conquistador, y la opulencia de aquellos tiempos.
Durante el recorrido se visita el comedor, diferentes salones, una habitación y un tocador. En cada uno de los lugares se pueden ver diferentes personajes de cera hechos en tamaño real, que recrean a quienes habitaron cada uno de estos espacios.
También se pueden conocer las dos torres, que se utilizaron para alojar invitados del Conde; la muralla, que sirvió para protegerse de los soldados enemigos; y los jardines The Peacock Gardens, repletos de pavos reales.
El interior de Warwick se recorre mediante visitas guiadas. Foto Shutterstock.
Este castillo es ideal para visitar con chicos porque en los jardines, en diferentes horarios, se puede disfrutar de diferentes shows, como exhibición de aves y el arte del arco y flecha, así como visitas guiadas temáticas.
Hay distintos tickets de ingreso. El básico de un día cuesta a partir de 29 dólares.
Más información: www.warwick-castle.com
5. Palacio Nacional da Pena, Portugal
En la cima de una sierra en Sintra, 28 km al noroeste de Lisboa, se erige esta construcción multicolor, símbolo de una localidad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El palacio fue declarado como Monumento Nacional. Foto Shutterstock.
La historia de este palacio comienza en el siglo XII, cuando en ese mismo lugar existía una capilla dedicada a Nossa Senhora da Pena y el rey Manuel I hizo construir un monasterio entregado a la Orden de São Jerónimo.
En 1755 un terremoto lo dejó en ruinas, y años más tarde Fernando II, rey consorte de la reina María II, adquirió con bienes personales el monasterio con la idea de restaurarlo, pero su entusiasmo lo llevó a construir un gran palacio, que incluyó pasarelas, torres de vigilancia, un túnel de acceso y hasta un puente levadizo.
El Palacio da Pena fue declarado Monumento Nacional en 1910 y es el centro más importante del Paisaje Cultural de Sintra.
Es famoso por la variedad de colores que tiene en la fachada. Foto Shutterstock.
Hoy es posible visitar el interior y su jardín, descubrir elementos típicos portugueses como los azulejos azules, pero también elementos que delatan la inspiración medieval y morisca.
El palacio abre todos los días de 9.30 a 18.30. La entrada para adultos cuesta 15 dólares. El parque abre de 9 a 19 y la entrada es gratuita.
Más información: www.parquesdesintra.pt
6. Palacio Real de Madrid, España
Sus más de 135.000 metros cuadrados y 3.418 habitaciones lo convierten en el palacio más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo.
El Palacio Real de Madrid sigue siendo una residencia oficial. Foto Shutterstock.
Además, es una de las pocas residencias oficiales de jefes de estado que está abierta al público. Casi dos millones de visitantes ingresan cada año para descubrir sus rincones, su decoración y sus obras de arte.
El recorrido permite apreciar los variados gustos de los diferentes monarcas que lo habitaron. Por ejemplo, a Carlos IV se deben importantes piezas neoclásicas y mobiliario francés, y a Fernando VII, la colección de arañas francesas en bronce y cristal.
La Real Armería es sin dudas de las salas preferidas. Allí se expone una de las colecciones de armas más importantes de Europa, junto con la de Viena.
El Palacio Real de Madrid es el más grande de Europa occidental. Foto Shutterstock.
Los jardines, conocidos popularmente como Campo del Moro, también están abiertos al público. El actual diseño fue encargado por la reina regente María Cristina de Habsburgo, con paseos de trazado curvo.
De lunes a sábado, el palacio abre de 10 a 18, la última entrada es a las 17. Los jardines abren de 10 a 18. El domingo el palacio abre de 10 a 16 y los jardines de 10 a 18.
La entrada cuesta 13 dólares. De lunes a jueves de 16 a 18 el acceso es gratuito.
Más información: www.patrimonionacional.es
7. Palacio de Potala, China
Ubicado en la cumbre de la montaña Roja y en el centro de Lhasa, región autónoma del Tibet, a 3.700 metros de altura, este palacio es una obra de arte de la arquitectura tibetana.
En la cima de la colina resalta el Palacio Rojo rodeado de construcciones blancas, que son también parte de este complejo, que funcionó como residencia del Dalai Lama desde 1649 hasta 1959.
El palacio fue el hogar del Dalai Lama. Foto Shutterstock.
El lugar tuvo numerosas funciones; entre otras, residencia, oficina de organización, escuela y espacio para actos religiosos.
Tiene una superficie de 400.000 metros cuadrados, con un área de construcción de 130.000 metros cuadrados.
Los visitantes pueden ver 8 estupas (monumentos espirituales) doradas del Dalai Lama, 5 mandalas tridimensionales y más de 70.000 piezas culturales como artículos de porcelana, de oro, plata y bronce, estatuas de Buda, pagodas (edificio destinado al culto), thangkas (pinturas tibetanas sobre tela) y disfraces en el palacio.
Turistas vestidos con ropa tibetana posan con el palacio de fondo. Foto AP/ Mark Schiefelbein.
El precio de la entrada varía según la temporada. Del 1 de mayo al 31 de octubre, el precio es de 30 dólares aproximadamente; del 1 de noviembre al 30 de abril el valor es de 15 dólares.
Más información: www.potalapalace.cn; whc.unesco.org/es/list/707
8. Palacio de Schönbrunn, Austria
Este impresionante palacio es la principal atracción de Viena, capital de Austria: recibe nada menos que unos dos millones de turistas al año.
Postal primaveral del Palacio de Schönbrunn con su jardín florecido. Foto Shutterstock.
El edificio fue construido por el arquitecto barroco Johann Bernhard Fischer von Erlach bajo las órdenes del emperador Leopoldo I, quien quería un pabellón de caza imperial para su hijo, el príncipe heredero José, que más tarde se convertiría en el emperador José I.
El arquitecto reemplazó el château de plaisance (palacio de recreo o de placer) construido en este sitio para la emperatriz viuda Eleonora de Gonzaga en 1642 por este edificio, que a lo largo del siglo XVIII se convirtió en una residencia imperial palaciega.
En el Palacio de Schönbrunn se ofrecen diversos tipos de visitas, que incluyen diferentes propuestas. Dependiendo el tour elegido, se pueden conocer las salas de estado y las habitaciones privadas de Franz Joseph y la emperatriz Sisi, los salones del siglo XVIII de la época de María Teresa, el sector privado de la pareja imperial Franz Joseph y Elisabeth, obras de arte y los jardines, entre otros sitios.
Dos millones de turistas al año llegan para conocer este sitio histórico de Viena. Foto Shutterstock.
La entrada varía según el tour a tomar, pero los recorridos parten desde los 24 dólares por adulto. El palacio abre todos los días, incluidos los feriados, de 9 a 17; los jardines, de 6.30 a 17.30.
Más información: www.schoenbrunn.at
9. Hawa Mahal, India
Este palacio de cinco pisos situado en Badi Choupad, Ciudad Rosa de Jaipur, se construyó con la forma de la corona de Krishna porque Sarai Pratap Singh, gobernante del lugar, era devoto de este dios hindú.
Un dato de color: este palacio es el edificio más alto del mundo sin cimientos. Logró mantenerse en pie debido a su forma curva.
La forma de corona del edificio que se derrumbe, ya que no tiene cimientos. Foto Shutterstock
De la fachada externa destacan las 953 ventanas, que cumplían dos objetivos: dejar entrar la brisa y así funcionar como palacio de verano y que las damas reales de Rajput, que no debían ser vistas por extraños ni aparecer en ningún área pública, pudieran disfrutar de las celebraciones o escenas de la vida cotidiana sin ser descubiertas.
En contraste con la belleza exterior, los interiores del Mahal son mucho más simples, pero ofrecen la mejor vista de la ciudad de Jaipur. Se recomienda visitarlo temprano en la mañana, cuando el sol ilumina todo el lugar.
Hawa Mahal abre todos los días de 9 a 16.30 y no cierra en días festivos. La entrada cuesta unos 60 centavos de dólar.
Más información: www.hawa-mahal.com
10. Palacio de Sanssouci, Alemania
Era la vivienda favorita del emperador Federico II El Grande, rey de Prusia. Ubicado en Potsdam, el palacio fue construido entre 1745 y 1747 por Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff, y funcionaba como residencia de verano.
El palacio fue construido entre un gran viñedo. Foto Shutterstock.
Este palacio se considera una importantísima obra de la arquitectura rococó alemana. Las habitaciones, caracterizadas por su elegancia, conservan la decoración original, que incluye obras de Watteau, Panini y Pesne.
La pinacoteca, que cuenta con casi 180 obras de arte, y el Palacio de las Cámaras Nuevas, como se conoce a la residencia para los invitados, también se recorren durante la visita a Sanssouci.
La construcción está rodeada de plantas y un destacado viñedo. El monarca cultivaba allí ciruelas, higos y uvas.
Vista aérea del palacio y su inmenso jardín. Foto Shutterstock.
Hasta el 31 de marzo, el palacio permanece cerrado los lunes. Abre de martes a domingo, de 9 a 16.30. El último ingreso es 30 minutos antes del cierre. La entrada cuesta 24 dólares.
Más información: www.spsg.de
11. Royal Pavilion de Brighton, Inglaterra
El Pabellón Real, como se traduce al español su nombre, fue construido como el palacio de recreo junto al mar del rey Jorge IV. Pero sufrió cambios a lo largo de su larga historia.
Durante los primeros meses de la Primera Guerra Mundial se convirtió en un hospital militar. Se utilizó por primera vez para los soldados del ejército indio que luchaban para los británicos en el frente occidental.
El Royal Pavilion sirvió como hospital militar y residencia real. Foto Shutterstock.
En 1920 comenzó un programa de restauración, que tuvo varios recesos como la Segunda Guerra Mundial, un incendio en 1975 y accidentes propios del proceso.
Durante el trabajo se examinaron todas las pruebas disponibles, desde fragmentos originales, dibujos y grabados hasta archivos y relatos, para obtener una decoración muy similar a la original.
Algunos de los sitios destacados para recorrer durante la visita son el jardín, la sala de banquetes, la cocina, el salón y el cuarto de música, entre otros.
Las numerosas cúpulas son un diferencial del Royal Pavillion. Foto Mervyn Mitchell.
El palacio abre todos los días de 10 a 17.15. La entrada para mayores de 19 años sale 22 dólares, de 5 a 18 años, 13.
Más información: brightonmuseums.org.uk
12. Palacio de Verano de Pekín, China
Funcionó como refugio de verano de la dinastía Qing para escapar de los calurosos días que pasaban en la Ciudad Prohibida, otra de las residencias de la familia real que hoy también es una gran atracción para los turistas.
En las 290 hectáreas del Palacio de Verano, lo que predomina es el lago Kunming, alrededor del cual se ubican las edificaciones y jardines.
El Palacio de Verano de Pekín está construido alrededor del lago Kunming. Foto Shutterstock.
Quienes piensen en recorrerlo, deben saber que hay que destinarle varias horas. Algunos de los sitios de interés más recomendados son la Torre de la fragancia de Buda, la cual ofrece vistas imperdibles; el Jardín de la Virtud y de la Armonía, un teatro en el que todavía se ofrecen shows de danzas tradicionales; y la calle Suzhou, una calle comercial con tiendas que ofrecen productos tradicionales.
Un gran imperdible es la Gran Galería, un pasillo cubierto que recorre 728 metros del palacio y cuenta con vigas de madera decoradas con más de 14.000 pinturas que muestran escenas de la historia y la mitología china.
Hasta el 31 de marzo, abre de 6.30 a 19. La entrada para el palacio y el jardín sale casi 8 dólares.
Más información: www.summerpalace-china.com
13. Castillo de Himeji, Japón
También conocido como Castillo de la garza blanca por su majestuosa y elegante impronta de color blanco, es uno de los más famosos de Japón, y fue declarado Tesoro Nacional de ese país y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Castillo de Himeji este año cumple 30 años como Patrimonio de la Humanidad. Foto Shutterstock.
La estructura actual fue diseñada y supervisada por Ikeda Terumasa, un señor feudal, en 1601, y finalizó alrededor de 1609. El castillo se convirtió en una fortaleza impenetrable gracias al uso de tecnologías defensivas revolucionarias para la época.
Las instalaciones son grandes y hay muchas cosas para ver. Un imperdible es llegar a la cima del fuerte principal a través de una empinada escalera para obtener las mejores vistas. Otra visita obligada es al patio de armas occidental, que suele ser pasado por alto por quienes llegan por primera vez.
Dato a tener en cuenta: en 2023, el castillo de Himeji cumple 30 años desde su designación como Patrimonio de la Humanidad, y durante todo el año se celebrarán eventos especiales por su aniversario, incluida la apertura al público de zonas que habitualmente están cerradas.
La entrada para adultos cuesta aproximadamente 9 dólares; niños y estudiantes, casi 3.
Más información: visit-himeji.com
14. Gran Palacio Real de Bangkok, Tailandia
Es la atracción principal de la capital tailandesa. Se trata de un complejo de edificaciones que ocupa una superficie de 218.000 metros cuadrados donde hay salas reales y varias oficinas gubernamentales.
Dentro del Gran Palacio Real de Bangkok está el Buda más venerado.
Además, allí está el renombrado Templo del Buda Esmeralda, un lugar de culto donde se encuentra una figura de Buda tallada en jade en el siglo XV, de apenas 45 centímetros de altura. Es el Buda más valioso y venerado del país.
El palacio data de 1782, después de que el rey Rama I ascendiera al trono. Antes de eso, el palacio real y el centro de administración estaban ubicados en Thonburi, en la orilla oeste del río Chao Phraya. El nuevo rey consideró que la antigua capital no era adecuada y decidió establecer una nueva al otro lado del río.
Información importante: no está permitido el ingreso con pantalón corto o remeras sin mangas. Además, hay que quitarse los zapatos en cada sala donde haya una imagen de Buda.
En los jardines del palacio se encuentran numerosas estatuas gigantes.
Las visitas se realizan todos los días de 8.30 a 15.30. La entrada para extranjeros sale poco más de 15 dólares.
Más información: www.royalgrandpalace.th
15. Palacio Imperial, Brasil
Fue levantado entre 1845 y 1862 por órdenes del emperador Pedro II de Brasil y marcó el inicio de la creación de Petrópolis, ciudad en la que se encuentra, donde es conocido también como Museo Imperial..
El edificio es de estilo neoclásico y se trata de uno de los monumentos arquitectónicos más importantes de Brasil. Tiene pisos de mármol de Carrara y mármol negro originario de Bélgica, aunque también cuenta con pisos y marcos de madera.
Museo Imperial de Brasil. Foto Embratur.
En 1943, el entonces presidente Getúlio Vargas decretó la creación del museo, en el que se exhibe la principal colección del país relacionada con el Imperio brasileño, especialmente el llamado Segundo Imperio, el período gobernado por edro II.
En el museo se exhiben cerca de 300 mil piezas y también se realizan numerosos eventos, exposiciones y proyectos educativos.
El museo abre de martes a domingo, de 10 a 18. La entrada cuesta casi dos dólares. Menores de 5 y mayores de 80, gratis.
Más información: museuimperial.museus.gov.br
Responder