Será el cuarto día feriado que tenga el país para celebrar a la monarca de mayor longevidad. Hay dudas sobre su presencia en la ceremonia.
El Jubileo de platino de la Reina Isabel II en el trono de la corona británica llegará a su fin este domingo, con un gran desfile por Londres que tendrá marionetas gigantes, músicos, una carroza de oro, amenazas de lluvia y dudas sobre la presencia de la propia monarca.
Las celebraciones por los 70 años que la reina lleva en el trono británico, al que llegó cuando tenía apenas 25, comenzaron el jueves con una gran marcha militar hasta el Palacio de Buckingham. Precisamente allí será el lugar donde terminen tras cuatro días feriados y repletos de festejos.
La víspera, durante un gigantesco concierto de rock organizado frente al palacio, hizo una aparición en video cargada de humor junto al célebre osito de animación Paddington, que recordaba el vídeo grabado junto a James Bond -el actor Daniel Craig- para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
La casa real no precisó si la monarca, de 96 años y con crecientes problemas de movilidad, volverá a aparecer. La reina participó en personas el primero de los cuatro días de grandes festejos nacionales, pero estuvo ausente viernes y sábado tras sentir «un cierto malestar».
Su salud preocupa desde que en octubre los médicos le ordenaron guardar reposo y tuvo que pasar una noche hospitalizada para someterse a pruebas médicas.
Desde entonces, ha sido remplazada en actos cada vez más relevantes por su heredero, el príncipe Carlos de 73 años, en un progresivo traspaso de funciones monárquicas por una soberana determinada a no abdicar.
Pero la transición despierta dudas, por la popularidad de Carlos, muy inferior a la de su madre, y las crisis y críticas que sufre la monarquía, desde el distanciamiento del príncipe Enrique y su esposa Meghan hasta los ataques por el pasado colonial y esclavista del imperio británico.
En un sombrío contexto social, con una inflación disparada que impone estrecheces a muchos británicos, la división causada por el Brexit y los 180.000 muertos causados por la pandemia, los festejos del jubileo han sido una válvula de escape para la población y una oportunidad para la familia real de volver a seducirla.
«Nadie realiza pompa, ceremonial y desfiles aéreos como nosotros», escribió The Sunday Times, mientras The Observer calificaba el jubileo como «parte de una larga despedida» de Isabel II, que comenzó el año pasado con el funeral de su marido, el príncipe Felipe.
Cómo serán las celebraciones de cierre de Jubileo de Isabel II
Por la tarde, la caballería real conducirá la carroza de oro de la reina, tirada por ocho caballos y utilizada desde el siglo XVIII para llevar al monarca británico en sus actos de coronación y jubileo, hasta el Palacio de Buckingham.
Dividido en cuatro partes, el desfile, en que participarán unas 10.000 personas, está concebido como una representación musical y teatral de la transformación de la sociedad británica desde la llegada de la reina al trono con solo 25 años en 1952.
Lo abrirán representantes de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire británicos acompañados por personal militar de otros países de la Commonwealth.
Seguirán representaciones de la cultura popular de los últimos 70 años, actuaciones de teatro de calle y bailarines que, desde la tradición india de las películas musicales de Bollywood hasta los carnavales del Caribe británico, mostrarán la diversidad del país y sus excolonias.
El homenaje terminará frente a Buckingham donde se entonará el himno nacional, «God Save the Queen» (Dios salve a la reina) y la superestrella del pop Ed Sheeran cantará su canción «Perfect» en honor a la monarca más longeva que haya tenido el país.
Pero antes, y si las fuertes lluvias anunciadas para el domingo lo permiten, hasta 10 millones de personas podrían participar en miles de picnics y comidas de barrio previstas en todo el Reino Unido.
Más de 70.000 personas se habían inscrito para organizados almuerzos en pueblos, ciudades y aldeas, con familias, vecinos y comunidades enteras dispuestas a reunirse para compartir bebida y comida.
En Windsor, localidad a unos 40 km al oeste de Inglaterra en cuyo castillo reside la reina, los organizadores desistieron en su intento de batir el récord mundial del mayor picnic.
Aun así, unas 3.000 personas debían compartir comida y bebida, instaladas en 488 mesas de madera. Todo eso si la meteorología británica no se opone.
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