No pasaban de los 12 años y ahora suelen llegar a los 20. Cómo aplicarlos en tu mascota.
“Los gatos casi han duplicado su término de vida en los últimos 15 o 20 años. Ahora pueden llegar tranquilamente a los 20 años de edad. En el siglo pasado, no pasaban de 10 o 12 años. Esto se logró por varias cosas”, cuenta Rubén Gatti, veterinario especialista en medicina felina.
En vísperas del Día Mundial del Gato, que se celebra este 20 de febrero, Clarín habló con varios especialistas sobre los cuidados que podemos tener para que nuestras mascotas vivan más años y mejor.
“La longevidad de los gatos es muy variable. Es mayor en el común europeo (mestizos) que en los de raza. He atendido gatos criollos de hasta 22 años”, dice Nélida Gómez, vicedecana de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA.
El buen manejo sanitario de esta especie incluye la desparasitación, la aplicación de vacunas y la correcta nutrición.
“Si este manejo es el adecuado y el animal no presenta enfermedades congénitas o hereditarias, el gato es un buen candidato a ser longevo”, completa la profesora emérita de la Cátedra Clínica Médica de Animales Pequeños.
1) Tenerlo en casa
Una variable que influye en la expectativa de vida es el ambiente y el tipo de vida que hace el gato.
“Si es libre o semilibre (sale, deambula por los techos, pelea con otros gatos) tiene muchas más probabilidades de contraer enfermedades graves (VIF, ViLeF, tuberculosis, PIF, rabia, etcétera) que el gato que se queda en casa”, sostiene Gómez.
Que estos animales empezaran a vivir adentro de los departamentos fue -para el doctor Gatti- uno de los factores que logró casi duplicar su expectativa de vida.
“Esto disminuyó muchísimo las posibilidades de adquirir enfermedades infecciosas, parasitarias, y de tener accidentes”, sostiene quien está convencido de que es “totalmente recomendable” que los gatos permanezcan en las casas.
“Que no salga a andar por los techos. Si una persona tiene un jardín, puede salir ahí. Pero que no salga de su propiedad. Y menos que ande suelto por las calles. Eso es lo que provocaba que el gato viviera menos tiempo”, completa.
En ese sentido, la doctora Gómez señala que la castración temprana (a los 6 meses) es una importante medida que evita las salidas de los gatos y, de esa manera, previene que el animal muera precozmente.
2) Una buena alimentación
La buena nutrición es otro factor que explica el aumento de la expectativa de vida. Para eso, el doctor Gatti sugiere buscar un alimento comercial (“balanceado”) de calidad y que esté de acuerdo a la edad y el estado de salud de la mascota.
Existen alimentos para gatos jóvenes, adultos o geriátricos. Y una gama de opciones para animales con distintas enfermedades. “Hay que dar el que corresponde”, subraya el especialista que publicó trabajos de divulgación, investigación, y libros sobre la salud felina.
Respecto al ejercicio, explica que es poco lo que se puede lograr, porque los gatos por lo general no lo hacen. “Se puede estimular, jugar un poco. Es lo máximo que se puede conseguir”, señala.
“El gato no es un perro. No va con el propietario, no sale a caminar, no sale a correr”, diferencia el veterinario. Por eso, en caso de obesidad -cuya prevalencia crece en humanos, perros, y gatos– “no se manejan con el ejercicio, sino con la alimentación”.
3) Controlar su salud
Este es -según el doctor Gatti- el tercer factor que contribuyó al aumento de la expectativa de vida. Explica que todos los gatos deben tener a partir de los 10 años de vida -si es posible a partir de los ocho, mejor- un chequeo anual de sangre y orina.
“Como si fuera una persona, que a partir de los 50 o 60 años se hace un chequeo anual para ver cómo está su salud. En los gatos es igual. Si equiparamos la edad del gato con la del hombre, a los 10 años el gato estaría alrededor de los 60 años de una persona”, calcula.
Muchos gatos en ese momento empiezan a presentar algunas alteraciones que no son visibles para el propietario, pero que con el tiempo se van a ir agravando. Por eso, es importante encontrarlas.
Según Gómez, del mismo modo que ocurre con los seres humanos y en los perros, los gatos requieren un control por profesionales especializados en el tema. «Ellos son los responsables de indicar cuál es el mejor manejo sanitario y de qué manera debe ser evaluado cada paciente», señala.
“No hay recomendaciones fijas: ‘no hay enfermedades, sino enfermos’. Por eso, el profesional actuante es el más indicado para hacer las recomendaciones, indicaciones y prescripciones específicas para cada gato”, completa la veterinaria.
Respecto a las vacunas, para los gatos que están dentro de un departamento o casa la indicación es aplicar dos por año: la triple felina (que incluye dos virus respiratorios y un virus del sistema digestivo) y la de la rabia. Para los gatos que salen al exterior, se debería agregar la vacuna contra la leucemia felina.
Otro factor importante: evitar el estrés
Durante la pandemia del Covid-19, los gatos vieron alteradas sus rutinas, tanto como los humanos. En muchos casos, pasaron de la presencia total de sus dueños a la brusca ausencia, cuando debieron volver a la oficina, lo que genera cuadros de estrés y ansiedad.
“Los gatos son animales extremadamente sensibles y susceptibles a los cambios, de manera que tienden a padecer más episodios de estrés que los perros”, explica en un comunicado la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA).
Para evitarlo, la entidad comparte los cuidados dispuestos por la Alianza Global de Asociaciones de Alimentos para Mascotas (GAPFA, por su sigla en inglés):
* Practicar mediante ausencias breves e ir aumentándolas en forma gradual.
• Colocar a tu gato en un lugar seguro de la casa con golosinas (aptas para animales), juguetes u otros artículos que sean sus preferidos y lo mantengan ocupado.
• Asegurar que tenga acceso a sus alimentos, agua y caja de arena en todo momento.
• Planificar con anticipación su cuidado en caso de tener que dejar el hogar por más de 24 horas.
“Conociendo esta información podemos celebrarlos todos los días con pequeños gestos que les brinden amor y con los cuidados específicos para evitar episodios de ansiedad”, concluyen.
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