A partir del 12 de junio se muda a Ilimanaq, una localidad de Groenlandia.
Koks, el reconocido restaurante con dos estrellas Michelin más remoto del mundo, se muda a un lugar aún más lejano.
Este prestigioso establecimiento funcionaba en una casa con techo de paja en Leynar, un pueblo de aproximadamente 250 habitantes de las Islas Feroe, un territorio autónomo de Dinamarca, entre Reino Unido, Noruega e Islandia. En un día de verano caluroso la temperatura toca apenas 16 grados.
Sin embargo, a partir del 12 de junio, abre sus puertas en Ilimanaq, una localidad de Groenlandia con solo 53 habitantes. Hasta el 8 de septiembre, Koks se hará cargo del restaurante de Ilimanaq Lodge, una propuesta para vacacionar en ese destino a puro lujo.
La mudanza fue motivada por varias dificultades de administración y un proceso de construcción que se demoró.
Desde la página del lodge asegura: “Creemos que esta colaboración bajo la dirección del chef Poul Andrias Ziska, ganador del premio KOKS, llevará el turismo gastronómico de Groenlandia a nuevas alturas y colocará a Groenlandia en el mapa mundial de nuevos y emocionantes destinos de visita obligada”.
El equipo servirá un menú de precio fijo de 17 a 20 platos a solo 30 personas por noche. Cuentan con la opción de un maridaje de jugos por 120 dólares, maridaje de vinos por 240 dólares y menú de degustación a 318 dólares.
Siguiendo con los ideales de Koks, la mayoría de los ingredientes serán proteínas tradicionales de la zona, incluido el buey almizclero y el reno que no se encuentran en las Islas Feroe. «Tenemos todas estas cosas interesantes del mar que normalmente no obtenemos en las Islas Feroe, y son muy tradicionales para comer en Groenlandia, como la foca y el narval», dijo el chef Poul Andrias Ziska.
Eso sí, quienes quieran conseguir una mesa no deben perder tiempo. Tienen que reservar con anticipación.
Otra opción para asegurarse un lugar es alojarse en el lodge, cuya estadía incluye desayuno y cena en Koks. También se puede comprar el almuerzo, pero no está contemplado en la tarifa de alojamiento.
El complejo recibe a turistas únicamente por una noche. Ofrece bungalows de dos categorías y una infraestructura armada en casas históricas del 1700 al borde de la montaña con vistas al mar.
“La naturaleza está a la vuelta de la esquina. Disfrute de su café de la mañana en su terraza privada, mientras los pequeños barcos de pesca avanzan lentamente en las aguas cristalinas. Las vistas son impresionantes, e incluso puede ser testigo de una familia de ballenas nadando elegantemente”, prometen.
También organizan todo tipo de actividades como un viaje al glaciar Ilimanaq para el cual se navega hacia Itilliup Ilua. Luego en vehículos todoterreno que atraviesan la tundra ártica, se llega hasta el sistema de fiordos de Tasiusaq. Desde ahí se vuelve a embarcar entre los icebergs hasta el final del fiordo, donde se ven dos glaciares y una capa de hielo.
Otras opciones son hacer una navegación entre icebergs en la cual también se pueden divisar ballenas, realizar una caminata guiada por el pueblo donde se encuentra el lodge o participar de un taller cultural y crear souvenirs.
Por otro lado, desde Koks aclaran que no le dicen adiós a las Islas Feroe para siempre. Planean reabrir en 2024.
Ziska confirmó: «Estamos bastante seguros de que volveremos a las Islas Feroe, y nuestro viaje ahora nos convertirá en un equipo mejor, más fuerte y más interesante».
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