Los artistas se horrorizan ante los bombardeos que miran por TV. Sean Penn se convierte en actor de una guerra real.
Tim Allen lo resume muy bien. El actor, famoso entre otras cosas por darle la voz al querido Buzz Lightyear en Toy Story, dice que la invasión de Ucrania por parte de Rusia es la mejor definición de la palabra “equivocado”.
Desde que el presidente ruso Vladimir Putin empezó su escalada bélica hacia Ucrania, los artistas en Hollywood han manifestado su apoyo por el país invadido.
No a todos les va bien al exponerse. Al actor John Cena se lo acusó de autobombo cuando a horas de la invasión aseguró que seria muy útil tener los poderes de un verdadero pacificador, usando el título de su serie, Peacemaker, que estrenó en enero en una plataforma de streaming.
¿Sobredosis de TV?
Quien iba a decir que Robert de Niro se iba a convertir en la voz de la razón. Después de haberse expuesto mucho en sus críticas al ex presidente Donald Trump, asegurando que le daba ganas de pegarle, esta vez eligió la mesura y el sentido común a la hora de responder preguntas sobre la invasión de Moscú a Ucrania mientras daba una charla en Inglaterra.
Los alumnos de la Universidad de Cambridge quisieron conocer su opinión sobre el conflicto, y él se las dio.
“Mi temor es que las cosas sigan escalando y que la gente se aburra de mirarlo en TV y que cuando quieras reaccionar ya hubo un país que fue conquistado por otro. Eso no debería pasar. Cuando ves lo que ocurre en Ucrania ahora, tenés que pararte y decirle (a Putin) no podés hacer eso. Está mal lo que hacés. Es así de simple. Si tenés una voz, tenés el derecho de usarla”.
“Es algo que aprendiste en el jardín de infantes. No te quedes sin hacer nada cuando el niño más grande le pega al más chico”, coincide con De Niro el escritor Stephen King.
Es cierto que hay mucha cobertura sobre la guerra en TV. Trevor Noah, conductor de un talk show que sigue mucho la juventud, se cuestiona si la cobertura de los medios no está siendo un poco racista.
A Noah le llamó la atención la forma en que la mayoría de los que cubren el conflicto en distintos canales cuentan todo el tiempo que esto está pasando en Europa, en un país que no es del tercer mundo y está lleno de gente blanca. “No hay tanta conmoción cuando las víctimas de los bombardeos son africanas o del medio oriente”, critica el comediante.
“Esto no es una película”
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, se ha convertido en un ídolo de la resistencia. “Yo no soy icónico, Ucrania es icónica”, le dijo a CNN. “Esto no es una película, esto es muy serio, estamos luchando por nuestras vidas”.
En medio de los bombardeos, el presidente y su esposa se dieron lugar para recibir al actor Sean Penn, quien estaba en el país cuando Putin lanzó el ataque, porque está trabajando en un documental sobre ese conflicto bélico.
Tanto a él como al bailarín ucraniano de Dancing with the Stars, Maxsim Chmerkovskiy, les tocó contar en videos posteados en sus redes sociales, la difícil tarea de cruzar la frontera hacia Polonia, un poco en auto, la mayor parte del trayecto a pie.
Maxsim, que ya está de regreso en Los Angeles, se quedó con culpa porque su doble nacionalidad le permitió escapar mientras que sus amigos, en el mejor de los casos, enfrentan su nueva vida como refugiados.
La actriz Mila Kunis recuerda lo traumada que quedó cuando sus padres emigraron de Ucrania a Estados Unidos cuando ella tenía 8 años. En pocos días se encontró en una escuela en Los Angeles, sin saber hablar el idioma.
La también ucraniana Milla Jovovich dice que su corazón está partido, ella fue criada en Rusia y no logra entender lo que está pasando, mientras mira horrorizada como bombardean a sus familiares y amigos.
Casi todos se involucran
A lo Santi Maratea, Ryan Reynolds y su esposa Blake Lively pusieron un millón de dólares esperando que la gente done otro tanto.
Una excepción sería la de Kirstie Alley, que bailó con Maxsim en el programa similar al de de Tinelli, pero asegura que no puede definirse de un lado o del otro porque la información viene muy cargada de “fake news”.
Un actor pro ruso como Steven Seagal le encontró otra vuelta al asunto. La culpa de todo, según él, es de las potencias extranjeras que quieren enemistar a dos países amigos. Son excepciones. Como demostraron en la última entrega de premios de su sindicato, la mayoría quiere usar su voz para pedir por la paz, como sugiere Bob Dylan.
