Pese a que hace varias semanas se filtró la noticia de que la exvicepresidenta de Uruguay Lucía Topolansky iba a dejar su escaño en el Senado, se esperaba la llegada de la apertura del período legislativo en Uruguay para ver dicha renuncia en directo.
Sin embargo, este el pasado miércoles no acudió al Palacio Legislativo. Donde antes se sentaban juntos los senadores del Frente Amplio (izquierda) y exguerrilleros José Mujica y Lucía Topolansky, hoy estaban el sustituto de aquel desde 2020, Alejandro Sánchez, y un escaño vacío.
Topolansky, de 77 años, dijo adiós por carta, fiel a su discreta manera de ser, como hizo notar en su alocución el legislador de 40 años que asumió la difícil tarea de relevar a su esposo y expresidente de Uruguay, quien renunció por cuestiones de salud en plena pandemia de la covid-19.
En 2020, Uruguay había vivido una jornada histórica, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo por el civismo y la calidad democrática que implicaba la marcha de dos pesos pesados de la política del país, adversarios ideológicos pero compañeros de generación y, en este caso, de retiro.
El 20 de octubre de ese año, los expresidentes Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) y Mujica (2010-2015) dijeron adiós al escaño de senador que habían logrado en las elecciones de 2019, alegando que precisaban cuidar su salud.
No hubo objeciones posibles de la Cámara Alta ante dos ilustres veteranos de la política (que tenían 84 y 85 años, respectivamente, en ese momento).
La pandemia también ha sido uno de los motivos esgrimidos por Topolansky para irse, no tanto por la salud como por los cambios que introdujo en la vida parlamentaria y así, en la misiva dirigida a la vicepresidenta de la República y presidenta de la Asamblea General, Beatriz Argimón, resaltó que su trabajo en los últimos dos años se desarrolló de manera «intermitente».
La legisladora que llevaba 22 años en el seno de la Asamblea General, primero en la Cámara de Representantes (diputados) y luego en el Senado, entrevistándose con quien lo solicitase en su «despacho de puertas abiertas», dejó de «recibir como antes» y, además, dijo, no fue capaz de adaptarse al trabajo «por Zoom».
Acostumbrada a las reuniones presenciales con los legisladores de otros partidos, a participar en comisiones y discutir proyectos de ley, la ‘salsa’ del trabajo legislativo se perdió para ella.
La exguerrillera del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, que cometió atentados y fue encarcelada antes y durante la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985), fue ensalzada en esta jornada incluso por sus adversarios políticos.
Así, el senador Sebastián da Silva, del gobernante Partido Nacional (PN, centroderecha), resaltó haber podido conocer de cerca a «la mujer atrás de la leyenda tupamara» y reconoció que Topolansky «forma parte de una generación derrotada en la guerra y arrolladora en las urnas».
También lo hicieron Germán Coutinho, que integra otro de los socios de Gobierno, el Partido Colorado (PC, centroderecha), quien la calificó como «señora de fuste y adversaria leal», y Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto (CA, derecha) y excomandante en jefe del Ejército, que resaltó su «actitud permanentemente conciliadora».
Sus compañeros de formación Sánchez y Liliam Kechichian, exministra de Turismo (2012-2020), destacaron su militancia no solo en sus tiempos en la guerrilla o sus 22 años de legisladora, sino «en las calles», algo que, para el senador, continuará ahora que deja el Legislativo para seguir «trabajando y soñando con construir un mañana mejor».
«Para nosotros no es una despedida, porque Lucía la militante seguirá caminando junto a nosotros, como lo ha hecho desde muy joven», agregó ‘Pacha’ Sánchez, llamado a ser uno de los líderes en la renovación de la formación de izquierda.
Ese «traslado generacional en la interna de su sector» fue algo destacado por Argimón, quien pronunció un discurso muy emotivo, en el que, fuera de diferencias ideológicas, habló desde la cercanía personal de ser ambas «mujeres políticas».
«Me quedo con esas charlas que tenemos algunas mujeres políticas de intercambio de momentos, donde nuestra militancia política se entrelaza con nuestra vida familiar, con cosas que ganamos, que perdimos», manifestó la vicepresidenta.
La mujer que alcanzó por primera vez en la historia de Uruguay la Presidencia de la República -de manera interina- en 2010 y que, en 2017, también fue pionera en la Vicepresidencia, al sustituir al dimitido Raúl Sendic en el segundo mandato de Tabaré Vázquez (2015-2020), seguirá militando en las calles después de decir adiós a su carrera legislativa por carta.
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