El fallo de la Corte Suprema de justicia, que derogó el derecho constitucional al aborto, no considera ilegal la interrupción del embarazo. Pero le quita el paraguas de protección constitucional a ese derecho consagrado en Estados Unidos desde hace casi medio siglo y le da la libertad a los estados para que cada uno dicte la política que quiera sobre el tema.
En la práctica, la decisión de la Corte de este viernes se extenderá por todo el país casi de inmediato porque aproximadamente la mitad de todos los estados están listos para prohibir o restringir drásticamente el aborto.
Trece estados, la mayoría en el centro y sur más conservador del país, prohibirán el aborto dentro de los 30 días con cláusulas gatillo diseñadas para que la ley entre en vigencia cuando el fallo Roe vs Wade fuera revocado.
Arkansas, Idaho, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming se moverán de inmediato para restringir al máximo el aborto.
Qué pasa con los casos de violación o incesto
Estas leyes hacen una excepción para los casos en que la vida de la madre está en peligro, pero la mayoría no incluyen excepciones por violación o incesto.
Las consecuencias prácticas incluso ya pueden verse. A la hora del fallo de la Corte de este viernes, muchas de las clínicas en esos estados estaban llenas de pacientes con citas programadas para un aborto.
Los administradores tuvieron que enfrentarse a salas de espera ocupadas e informar a los pacientes que ya no podían realizar legalmente el procedimiento, distribuyendo listas de clínicas fuera del estado a cientos de millas de distancia, conscientes de que muchos de sus pacientes no podrán viajar tan lejos.
Una vez que todas las leyes de activación entren en vigencia, los pacientes en Texas tendrán que manejar un promedio de 870 kilómetros para llegar a la clínica de aborto más cercana en otro estado con legislación más benigna, según el Instituto Guttmacher, una organización de investigación sobre el derecho al aborto.
Para los pacientes en Louisiana, el viaje será de 1000 kilómetros. En Mississippi, 727 km.
Aunque los estados no prohíban concretamente el aborto, pueden limitarlo hasta hacer prácticamente imposible, como ya lo había hecho Texas, por ejemplo, hace un año.
En ese estado ahora solo se puede abortar antes de que se escuchen los latidos del feto, que en algunos casos es a las 6 semanas de gestación, cuando muchas veces ni siquiera la madre sabe que está embarazada.
En ese estado también se penaliza a quienes ayuden a la mujer a abortar, desde los médicos hasta los taxistas que las lleven a la clínica, y también incentiva a cualquier ciudadano a denunciar la interrupción de un embarazo, con recompensas de hasta 10.000 dólares si ganan el litigio.
Los riesgos: prácticas clandestinas
Con Roe vs Wade vigente, cientos de miles de mujeres se practicaban abortos por año de manera segura. Ahora muchos creen que volverán las prácticas clandestinas con mayores riesgos.
Se espera que más estados prohíban o restrinjan el aborto en las próximas semanas y meses, sobre todo en los gobernados por republicanos. Hay cinco que ya intentaron con leyes que prohibirían la mayoría de los abortos y han sido bloqueadas por los tribunales, así que se estima que los legisladores probablemente se moverán para activar lo antes posible.
En gran parte del país, el futuro del acceso al aborto es incierto. Los resultados de las elecciones legislativas de noviembre podrían afectar si el aborto sigue siendo legal en Pennsylvania, Wisconsin y Michigan, estados con legislaturas lideradas por republicanos y gobernadores demócratas que apoyan el derecho al aborto. Será un tema clave de las campañas.
El fallo de la Corte fue una bomba y la ola expansiva recién empieza.
Análisis: Paula Lugones
Washington, corresponsal
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