La australiana, hija de una figura del handball croata, cayó en los cuartos del US Open ante la tunecina Jabeur. Sus romances con Kyrgios y Berrettini y su lucha.
Es la hija de Ratko, un reconocido de jugador de handball croata que fue subcampeón mundial en Islandia 1995 y bronce en el Europeo de Portugal de 1994. Fue también la pareja del explosivo Nick Kyrgios durante poco menos de dos años. Y un tiempo después fue la compañera de Matteo Berrettini, el bombardero italiano con quien estuvo entre 2019 y este 2022. Sin embargo, por estas horas nadie habla de ella por culpa de su papá o de sus novios. Desde hace unos días todos la conocen como la rival le puso punto final a la carrera de Serena Williams. Esta la particular historia de Ajla Tomljanovic, la tenista que este martes le puso fin a su periplo en el Abierto de los Estados Unidos, el último Grand Slam de la temporada.
Tomljanovic tiene 29 años y mide 1,80 metro. Nació en Zagreb, Croacia, pero representa a Australia. Sin embargo, se formó en Estados Unidos, donde reside su familia en Charlotte, Carolina del Norte. El primer quiebre en su vida se dio cuando decidió no seguir los pasos de Ratko. ¿Por qué no continuó el mandato paterno? Porque cuando era chica vio una foto en la que se lo veía al jefe familiar, el exitoso jugador de handball, con un trofeo en sus manos. Curiosa, le preguntó dónde estaba esa copa. Y Ratko le dijo que no la tenía porque era un premio colectivo. Desde ese día, con apenas 7 años, decidió practicar un deporte individual. Y fue entonces cuando eligió imitar a su hermana mayor, Hana, quien había empezado a tomar clases de tenis.
Ajla es diestra y tiene un fantástico revés. Es su golpe predilecto y se notó. Tanto es así que le provocó los últimos dolores de cabeza como tenista a la menor de las Williams en la que fue su última función. Lo hizo dando una muestra de carácter. Solo su entrenador Alessandro Bega y la gente que estaba en su box quería que ganara. El resto: los más de 28.350 espectadores que colmaron y marcaron un récord de aforo en el Arthur Ashe, la cancha principal de Flushing Meadows, hinchaba para que Serena estirará su last dance como tenista.
Llevaba una pesada carga la australiana. Acabó ofreciendo disculpas por provocar el capítulo final de la gran campeona. «Lo siento mucho porque quiero a Serena tanto como ustedes. Lo que ha hecho por mí, por el deporte del tenis, es increíble. Hasta el último punto, yo sabía que ella podía. Así es ella, la mejor de todos los tiempos«, soltó Ajla mientras Williams esperaba para recibir el aplauso final y convertirse mágicamente en leyenda.
Y agregó: «Es, posiblemente, la sensación de victoria más conflictiva que he tenido nunca. Durante el partido, deseaba ganar con todas mis ganas, pero cuando empezó a hablar de su familia al final, me emocioné. Quería ganar e hice todo lo posible por ganar, pero cuando el partido acabó, me sentí mal por ella porque empaticé con lo que ella siente, hablando de su familia. Ha sido difícil de controlar».
En ese sentido, explicó cómo hizo para evitar que la emoción la sacara de su objetivo, sin importar todo lo que pasaba a su alrededor. «Antes del partido estaba realmente nerviosa, porque nunca había jugado ni en la Arthur Ashe ni contra Serena, así que sabía que iba a ser duro, pero desde la primera bola me sentí muy cómoda. Diría que fue el instinto. ¿Cómo me aislé? Apliqué la técnica de Novak (cambiaba los ‘Roger, Roger’ por ‘Novak, Novak’). La usé y también lo intenté bloquear todo lo que pude. A veces, me llegó internamente, pero no me lo tomaba personal. Yo también habría apoyado a Serena hoy si no hubiera jugado contra ella. No ha sido fácil. Siempre soñé con jugar en esta cancha cuando era una niña. Intenté no mirar demasiado a la tribuna y me mantuve en mi burbuja».
Funcionó. Y no se relajó Tomljanovic, que habla croata, inglés y alemán, es fanática de Rihanna y Brad Pitt y que nunca en su vida se olvidará la vez en que conoció a Chris Evert, otra heroína del deporte blanco, según detalla su escueto perfil en la página de la WTA. En su siguiente turno superó a la rusa Liudmila Samsonova, 35 del mundo. Parece poco teniendo en cuenta a la gigante que acababa de bajar, pero fue una enormidad. Es que Ajla, que actualmente está 46 en el ranking de la WTA, nunca trepó más allá del 38° escalón, aunque seguramente lo hará después de su paso por Nueva York.
Ajla Tomljanovic hizo cuartos de final en Wimbledon 2022. Foto: EFE
Es más. Nunca pudo ganar un título como singlista más allá de ya llevar más de 5 millones de dólares embolsados en su carrera. Este martes le puso fin a su sueño de llegar a las semis tras la derrota por 4-6 y 5-7 ante Ons Jabeur. La tunecina, una de las mejores de la actualidad, es una de las grandes favoritas a llegar la final.
Sus historias de amor
Tomljanovic fue pareja de Kyrgios entre 2015 y 2017. El romance se dejaba ver en las redes sociales de los dos, en especial en tiempo de vacaciones. Parecía que eran felices y comían perdices hasta que las fotos que antes se viralizaban comenzaron a evanescerse como si fuera la imagen que Marty McFly (Michael Fox) quiere eternizar en Volver al Futuro mientras toca rock and roll del bueno.
Los diarios amarillistas cuentan que el final de la relación llegó luego de una supuesta infidelidad del oriundo de Canberra luego de haber quedado eliminado en la edición 2016 de Wimbledon.
Justamente, en el último torneo jugado en el All England, Tomljanovic estalló cuando un periodista le preguntó qué opinaba sobre la denuncia que pasaba sobre Kyrgios, quien fue demandado por otra de sus ex, Chiara Passari, por violencia de género.
Ajla Tomjlanovic y Nick Kyrgios, cuando eran pareja. Foto: Twitter.
Fue luego de la derrota contra Elena Rybakina por los cuartos de final.«Es decepcionante que después de dos horas de partido en los cuartos de final esa sea la primera pregunta que me hacen. Y luego no pregunta nada sobre el partido. Me alegra ver que los titulares son sobre eso… Háganlo mejor», se quejó la australiana.
Unos meses después de la ruptura con su compatriota, Tomljanovic comenzó a salir con Berrettini. El italiano, con pinta de latin lover, fue su pareja hasta 2022. La relación, al igual que lo que sucedió con Kyrgios, se podía seguir en las redes sociales. Aunque la agitada agenda de los dos, con viajes continuos por todo el mundo, los mantenía no tan cerca como querían.“El problema es que ella también tiene su carrera, y no la puedo traer conmigo durante la temporada”, se lamentaba Berrettini.
¿Cómo lo vivía ella? “Es muy leal, siempre me apoya. Me gusta tener una pareja de la misma industria porque viajamos muchas veces al mismo sitio, disfrutamos más tiempo juntos. Siempre espero que ganemos el mismo día, así no tenemos que fingir que no estamos felices”, describía Ajla. Pero un día la felicidad se agotó.
Se separaron hace unos pocos meses. Y tampoco quedan rastros de su convivencia en las redes sociales de Ajla. Matteo, en cambio, dejó unas cuantas instantáneas de aquellos días felices.
Lo curioso es que los tres coinciden en que tuvieron un gran US Open, todos llegando a la segunda semana de acción en Nueva York.
Ajla, se sabe desde hace rato, ya no quiere ser la hija de Ratko. Tampoco la ex de Kyrgios y Berrettini. Ni siquiera le interesa pasar a la posteridad como la tenista que le hizo colgar la raqueta a Serena Williams. El pasado ya pasó.
«Ahora mismo soy muy buena a la hora de dejar ir. No tengo miedo a fracasar: ya he fracasado muchísimo en mi carrera. Lo peor que te puede pasar es perder, sabés… Pero te despertás al día siguiente y estás viva. La vida sigue. Ahora sé que si pierdo, ya está, es lo que pasó. No importa, yo sigo trabajando. No lo veo como algo tan dramático como quizás lo vi en el pasado».
Le sobra tenis. Y también le sobra actitud.
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