La empresa propietaria de Facebook quiere aprovechar el mal momento de la compañía de Elon Musk.
Meta, propietario de Facebook, dijo el viernes que trabaja en una nueva red social de publicación de textos; un proyecto que es visto como un potencial rival de Twitter.
Desde que el magnate Elon Musk tomó las riendas de Twitter, esa plataforma sufrió problemas técnicos, despidos y pérdida de anunciantes debido a la falta de moderación de contenidos.
Pero hasta ahora no surgió ninguna alternativa importante a Twitter, por lo que líderes mundiales, políticos, famosos y empresas siguen usándola para expresarse.
Meta confirmó el viernes que comenzó a preparar una nueva plataforma luego que esa información fue publicada por sitios digitales de noticias.
«Estamos explorando una red social independiente y descentralizada para compartir actualizaciones de textos», dijo Meta.
«Creemos que existe la oportunidad de crear un espacio separado en el que creadores y personajes públicos puedan compartir actualizaciones sobre sus intereses», añade el comunicado.
Según medios digitales, la nueva aplicación de Meta utilizaría una tecnología que le permitiría ser interoperable con otras plataformas.
Esto supondría una clara ruptura con la práctica de plataformas como Instagram o YouTube que se mantienen tras muros tecnológicos y operan utilizando servidores de la empresa bajo estrictas normas.
En diciembre, Musk prohibió brevemente vincular tuits con otras plataformas; entre ellas Facebook e Instagram.
Twitter resiste con ganancias
Elon Musk, dueño de Twitter. Foto Reuters
Tras un comienzo tambaleante cuando Elon Musk adquirió Twitter el año pasado, las cuentas de la red social están mejorando y no se descarta que la plataforma pueda registrar un flujo de caja positivo en el segundo trimestre de 2023.
A pesar de la fuerte caída en la publicidad, las finanzas de la plataforma se mantienen gracias a las draconianas medidas de reducción de costos implementadas por el dueño de Tesla cuando asumió el control de la compañía.
Las fuertes intervenciones de Musk llamaron la atención de las autoridades europeas y estadounidenses, preocupadas por el impacto de los recortes en el seguimiento de la red social.
La Unión Europea, según los rumores, le habría pedido a Musk que contratara más personal para moderar el contenido en Twitter.
La plataforma actualmente se basa en una combinación de inteligencia artificial y personal para monitorear la red, pero la UE considera necesario tener más empleados como moderadores y verificadores de datos.
En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio ha pedido en cambio a Twitter que entregue comunicaciones internas relacionadas con Musk e información sobre los despidos realizados cuando tomó el control de la red.
La Comisión teme de que la reducción de personal pueda comprometer la capacidad de la red social para proteger a sus usuarios.
Para Musk, estos son problemas adicionales que lo ponen bajo una presión cada vez mayor, y de los cuales Tesla también se ve afectado.
Las acciones del gigante de los vehículos eléctricos cayeron en Wall Street mientras persisten las tensiones por Twitter y la investigación preliminar iniciada por la autoridad estadounidense de seguridad vial sobre un defecto en los volantes.
A los problemas, Musk suma otros, como la metedura de pata de haberse burlado de un empleado discapacitado de Twitter, que no sabía -tras nueve días de pedir aclaraciones- si había sido despedida o no en la última ronda de recortes.
Después de no recibir respuesta del director de Twitter durante días, Haraldur Thorleifsoon se desahogó en la red social y llamó la atención de Musk.
El dueño de Tesla le preguntó exactamente qué tareas realizaba entonces, y ante la respuesta recurrió a la ironía al cuestionar su trabajo y su discapacidad.
Thorleifsoon sufre de una distrofia muscular que lo limita a una silla de ruedas. «Este tipo, que es rico, no trabaja y alega como excusa que tiene una discapacidad que le impide escribir a máquina pero no twittear», comentó Musk con vehemencia.
Luego, horas después hizo mea culpa: «Me gustaría disculparme» con Haraldur Thorleifsson «por no haber entendido la situación. Me basé en cosas que me habían dicho y que no eran ciertas».
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