La relación entre la actividad sexual y el sueño es de beneficio mutuo. Sin embargo, si pensamos en tener sexo de determinada forma para dormir mejor, lo único que lograríamos es dormir peor.
Cada 18 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, con el fin de concientizar sobre la importancia de dormir bien y de dar a conocer las consecuencias de no lograrlo. En este marco, es una buena oportunidad para indagar sobre la relación del sexo y el sueño: ¿puede un encuentro sexual ayudar a un buen descanso?, ¿mito o realidad?.
El argentino, Pablo López, psicólogo y coordinador del programa de tratamiento del insomnio de INECO, destacó una cuestión básica: “La relación entre la actividad sexual y el sueño es de beneficio mutuo”.
“Sabemos que la actividad sexual se relaciona con la secreción de ciertas hormonas vinculadas con la relajación y un estado de calma y bienestar, cuestiones que favorecen la conciliación del sueño. Complementariamente, dormir bien se relaciona con un estado de estabilidad emocional que predispone mejor a tener relaciones junto con un mayor interés sexual”, explicó el director académico de Fundación INECO.
El especialista mencionó que “existen estudios que reportaron reducciones de la testosterona y de los estrógenos en personas que no dormían las horas recomendadas, cuestión que afectaba a la sexualidad, incluso asociándose con problemas de disfunción eréctil en el caso de varones”.
“La relación entre la actividad sexual y el sueño es de beneficio mutuo”, dijo Pablo López. Foto ilustración Shutterstock.
Además, señaló, dormir mal se asocia con cambios del estado de ánimo y mayor irritabilidad y ansiedad, factores que impactan directamente en la actividad sexual.
Más allá del vínculo entre el sexo y el sueño, el profesional enfatizó que no podemos aislar a estos elementos de otros factores como la alimentación y el ejercicio físico: “En general, las personas que duermen bien, tienen una alimentación balanceada y realizan ejercicio regular frecuente suelen tener una vida sexual más plena. Incluso podemos cambiar el orden de los factores y siempre va a redundar en una mejor calidad de vida y en un mayor bienestar”.
“El problema es pensar al encuentro sexual como un ‘remedio’ para el sueño»
“El problema es pensar al encuentro sexual como un ‘remedio’ para el sueño», resaltó López. Foto ilustración Shutterstock.
Pero una vez develada la cuestión de la secreción de hormonas que favorecen el dormir bien aparece un posible conflicto. “El problema es pensar al encuentro sexual como un ‘remedio’ para el sueño», resaltó López.
El especialista afirmo que “si pensamos en tener más sexo o en tenerlo de determinada forma con el objetivo de dormir mejor, lo único que lograríamos es dormir peor (además de no disfrutar plenamente del encuentro sexual)”.
Esto se debe a que ambas cuestiones involucran procesos espontáneos que, ante cualquier intento de manipulación, se ven alterados. “No sería estratégico pretender tener relaciones sexuales para dormir mejor ni esforzarnos por dormir mejor para tener una mejor vida sexual. Fracasaríamos en ambos sentidos”, aseveró.
El psicólogo instó así a “romper la idea mecanicista de pensar que determinadas formas de tener relaciones sexuales van a ayudar a dormir mejor”.
En pareja y en solitario
Según un estudio, tanto los orgasmos en pareja como aquellos logrados en solitario favorecen el sueño. Foto ilustración Shutterstock.
Según el estudio Sexo y sueño: percepciones del sexo como conducta promotora del sueño en la población adulta general, publicado en la revista científica Front Public Health, tanto los orgasmos en pareja como aquellos logrados en solitario favorecen el sueño. Esto, añadieron, es igual en todos los géneros.
La investigación concluyó que “los orgasmos en pareja se asociaron con la percepción de resultados favorables del sueño, mientras que los orgasmos logrados a través de la masturbación (autoestimulación) se asociaron con la percepción de una mejor calidad y latencia del sueño”.
Los responsables del estudio explicaron que la liberación combinada de oxitocina, prolactina y la inhibición del cortisol después del orgasmo puede provocar un efecto facilitador del sueño.
La importancia de dormir bien
Desde el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) destacaron que dormir es una parte muy importante de nuestras vidas y se considera un componente fundamental dentro de una rutina saludable.
Según un estudio, tanto los orgasmos en pareja como aquellos logrados en solitario favorecen el sueño.
“Durante el sueño se consolida la memoria, mejora el humor y se afianza el aprendizaje, entre otras cosas. A su vez, la falta de sueño puede provocar cambios anímicos y cognitivos como irritabilidad, ansiedad, decaimiento y falta de concentración”, aseguraron los voceros.
Al mismo tiempo, los especialistas enfatizaron que a largo plazo puede repercutir directamente en la salud y asociarse con obesidad, diabetes, depresión o enfermedades cardiovasculares.
