Playas increíbles, all inclusive y naturaleza virgen: cómo es el nuevo destino que sorprende en República Dominicana

“Aquí somos más del béisbol, aunque ahora hay pequeñas ligas que están iniciando con el fútbol. Pero tenemos más de mil dominicanos en las grandes ligas de béisbol en Estados Unidos. También somos del baile, de la música; ¿Quién no ha escuchado una bachata, un merengue, quién no conoce a Juan Luis Guerra?”.

Nuestro guía Prudencio Ferdinand, del Ministerio de Turismo de República Dominicana, nos va contando sobre la identidad del país en nuestro viaje desde el aeropuerto de Punta Cana.

Es una hora y media por una nueva carretera hasta el nuevo destino dominicano; tan nuevo, de hecho, que aún no aparece en el listado de destinos de la web oficial, aunque no tiene nada que envidiarle a los más consagrados, de Punta Cana a Samaná, Bayahíbe o Puerto Plata.

El destino al que vamos se llama Miches, y 100 km al noroeste de Punta Cana, en la misma bahía que Samaná pero en la costa de enfrente.

“Con la construcción de los nuevos hoteles, la zona de Miches pues creo que va llegando a 5.000 habitaciones. Es un destino nuevo que va muy bien, con una de las playas paradisíacas del país, Costa Esmeralda. Ya la van a ver, es preciosa”, adelanta Prudencio antes de seguir contando sobre la economía del país, que tiene al turismo, lejos, como su principal motor.

Con grandes inversiones en los últimos dos años, Miches cuenta ya con un puñado de grandes hoteles all inclusive entre reservas naturales, montañas siempre verdes y 50 kilómetros de playas vírgenes, entre las que sobresale la bellísima Costa Esmeralda.

Pero no nos adelantemos. Bajamos de la combi en la espectacular entrada de un espectacular hotel, cuyo nombre completo es tan largo como las playas de la zona: Zemi Miches All-Inclusive Resort, Curio Collection by Hilton.

Entrar al Zemi es entrar a un fabuloso mundo de un impresionante buffet para esos desayunos que uno no quiere terminar nunca, cinco restaurantes encabezados por Toa, de comida local -también hay italiano, tailandés, grill y beach grill-, otros cinco bares y lounges -dos de ellos en piscinas- y el impactante Club Azure, un servicio de lujo entre el lujo.

“Este espejo de agua representa el mar Caribe; las canoas son el medio de transporte que utilizaban los indios taínos para trasladarse en los ríos y el mar; y estas siluetas representan el aire, el viento que les ayudaba a navegar”, explica Hairo Galindez sobre la concepción estética del hotel, que homenajea a la cultura taína, originaria del país.

Estamos casi inaugurando el hotel, que abrió sus puertas a fines de junio y sumó su oferta de lujo a las de otros cuatro resorts all inclusive que atraen en estas costas, del pionero Club Med, que abrió en 2020, a los “hermanos” Secrets y Dreams, dos resorts vecinos de Hyatt, con una propuesta diferenciada – Dreams es para toda la familia y Secrets, en cambio, no admite niños-; y el Viva Resort by Windham, inaugurado a fines de 2024.

Con esta hotelería de alta gama, montañas verdes, reservas naturales y las increíbles playas vírgenes de Costa Esmeralda -sin construcciones en muchos kilómetros-, Miches se posiciona como el nuevo tesoro dominicano, uno de los destinos más prometedores del país, que amplia la ya extensa oferta de playas y hoteles del país del ron, el merengue y la bachata.

Cuatriciclos, cacao y mamajuana

Claro, en estos enormes hoteles uno podría quedarse tranquilamente, sin necesidad de salir ni a mirar. Pero resulta que en Miches también hay actividades interesantes para disfrutar de una manera más aventurera.

Por ejemplo, las excursiones en cuatriciclos que organiza Philippe Roques, un francés que ya está más cerca del mofongo -plato típico hecho con plátanos- que de la baguette, porque lleva 26 años viviendo en Dominicana con su esposa, también francesa, y donde nació su hija, que ahora está estudiando en Valencia “pero no piensa en otra cosa más que en recibirse para volver aquí”, asegura.

Con su empresa Quads -que comenzó con el Club Medp orque era el único en su momento, hoy tiene contratos con todos- alquila cuatriciclos o four wheel, como le dicen aquí, en una excursión que acompaña la playa Esmeralda por la jungla, por caminos de tierra con pozos, charcos y toda la aventura, en medio de la vegetación tropical.

Vamos de a dos en cada cuatri, y en la primera de las tres paradas del recorrido -que dura de 2 a 3 horas-, junto a la playa nuestro guía, Eddy Montero, nos cuenta sobre la zona y sobre las tortugas que llegan a estas arenas a desovar -de las especies laúd, carey y verde- entre marzo y septiembre.

“Llegan casi al mismo tiempo que las ballenas, y es impresionante cómo cavan en la arena y ponen sus huevos, cientos, para que luego nazcan las tortuguitas, que apenas nacidas caminan al mar”, cuenta Eddy en un paisaje de postal: palmeras, arena fina casi blanca y un mar increíblemente turquesa.

Hay una segunda parada para degustar agua de fresquísimos cocos -a la sombra de palmeras cargadas de ellos-, y una tercera para darse un baño muy esperado, pero que esta vez tenemos que saltear por falta de tiempo. Ya habrá revancha.

Pero si hablamos del país del merengue y la bachata, habría que sumar también del cacao, porque Dominicana es productor y exportador de cacao fino, que se usa en la elaboración de los más famosos chocolates.

Lo confirmamos con una visita a Cacao Canducito, una plantación de cacao orgánico 100% natural en la que nos recibe Eduardo, cuarta generación de la misma familia de productores, y nos guía por un recorrido que va de la planta al producto terminado, en cinco pasos fundamentales: recolección, fermentación, secado, reforestación y la parte más sabrosa, degustación.

“Aquí hay 45 mil m2 con unos 15 mil árboles de cacao y otras plantas amigables con él, porque es una plantación orgánica”, dice Eduardo mientras corta una mazorca con un machete para mostrarnos las semillas frescas, blancas y recubiertas por una fina capa de color blanco llamada mucílago.

La visita termina en La Tiendita, donde podemos moler las semillas ya secas y degustar: cacao en polvo, chocolates varios o bebidas como licor, ponche y vino de cacao y la más particular mamajuana, que se prepara macerando hierbas, raíces y cortezas de árbol en ron, vino tinto y miel, y que aquí, claro, lleva cacao.

Muchos la consideran un símbolo nacional dominicano, que tiene supuestos beneficios medicinales y afrodisíacos y una historia que se remonta a los taínos.

Nuestra última escala en Miches es en lo alto: la Montaña Redonda, desde cuya cima, a unos 300 msnm, se obtiene una gran vista 360°, y donde hay columpios que se hamacan sobre la cornisa.

Un gran lugar para abrir la mamajuana y brindar por el eterno sol, las eternas playas y las eternas aguas turquesa de Miches, el nuevo destino de vacaciones en República Dominicana. ¡Salud!

MINIGUÍA

Cómo llegar

• Arajet tiene 10 frecuencias semanales de Ezeiza a Punta Cana y serán 13 en verano, a las que se sumarán dos a Santo Domingo. Desde diciembre, además, volará de Córdoba a Punta Cana cinco veces por semana. Desde US$ 660 ida y vuelta en categoría Smart, US$ 735 en Comfort y US$ 757 en Extra.

• Por Aerolíneas a Punta Cana, desde $ 1.311.656 a fines de octubre.

Cuánto cuesta

• Habitación doble en Zemi Miches Curio Collection by Hilton, desde US$ 320,40 por noche en octubre, US$ 546 en noviembre. En programa de 7 noches, promedio de US$ 552 por noche.

• Viva by Windham, desde US$ 554 la doble en noviembre.

• Secrets, desde US$ 384 para miembros World of Hyatt.

• Club Med, US$ 4.764 en paquete de 7 noches para dos