Eva Perón, una de las mujeres más trascendentes de la historia argentina, fue también símbolo de elegancia y Christian Dior la llamó reina.
Cuenta la leyenda que Eva Perón y el famoso diseñador francés Christian Dior se conocieron en un viaje a Europa que hizo la primera dama más famosa de la historia argentina en 1947. Él quedó eclipsado por la “abanderada de los humildes” y le diseñó, además del vestido largo strapless con falda de varias capas de tul que se convirtió en un ícono de la moda, varios trajes y abrigos, esos tapados con cuello importante que tanto le gustaban.
Hasta dicen que en la Maison Dior había un maniquí con sus medidas. La fascinación del creador del New Look quedó en evidencia en un reportaje que dio en 1953 cuando confesó: “La única reina que he vestido fue Eva Perón”.
Pero antes de la llegada de Monsieur Dior y otros grandes nombres de la moda europea, como Cristóbal Balenciaga y Jacques Fath, Eva tuvo un modisto de cabecera: Paco Jamandreu (Buenos Aires, 1919-1995). Él le hizo la mayoría de su ropa en su etapa de actriz.
Las malas lenguas afirman que el modisto argentino, famoso por vestir estrellas de la época del “teléfono blanco”, como Zully Moreno, se quejó cuando Eva lo abandonó por Dior y hasta comentó con otras clientas que muchas veces tuvo “que arreglar la ropa que le hacían a Eva esos couturieres franceses”.
El primer encuentro entre Jamandreu y Eva contiene detalles que demuestran cómo él la guió hacia la elegancia (por empezar, le pidió que dejara de usar pieles). En su autobiografía La cabeza contra el suelo, escribe sobre la casa de ella: “No había detalles de buen gusto. Pero ella lo llenaba todo con su atracción. A los pocos minutos todo me pareció muy lindo, hasta sus pantalones de satén que nada tenían que ver con sus zapatos de corcho”.
Fue una de las primeras influencers de la moda. Ella hablaba para los pobres y se vestía para los ricos. Quizás una dualidad pensada, pero nadie quita que tenía estilo elegante.
Fabián Zitta, diseñador
Estilo Eva: Madonna y Natalia Oreiro
El poder de la segunda esposa de Juan Domingo Perón en la moda no se discute. Aun cuando el líder opinara que una capa de plumas de Dior la convertía en “una gallina celeste”, o un vestido de otro francés la hacía “un alcaucil”.
El “look Evita“, caracterizado por la moda típica de los años ‘40 –chaquetas con hombreras, faldas tubo, sombreros con adornos, zapatos de tacón y un peinado con un chignon bajo– lo han usado desde Madonna a Natalia Oreiro. Dos divas que se han puesto orgullosas en la piel de Evita en distintos momentos de su vida.
La reina del pop hizo lo imposible por protagonizar la película Evita que en 1996 filmó Alan Parker en Buenos Aires. Incluso se vistió con look Eva para la tapa del Vogue americano en octubre de ese mismo año. Junto con el estreno de la película, la marca Max Factor lanzó una línea de maquillaje inspirada en la primera dama argentina, quien llegó a tener más de 200 pares de zapatos, muchos de ellos del italiano Salvatore Ferragamo, el mismo que le hacía los zapatos a Marilyn Monroe y otras divas de Hollywood, nada menos.
Natalia Oreiro pasó largas horas en la peluquería de Sergio Lamensa hasta lograr el “rubio Eva”. La actriz uruguaya protagoniza Santa Evita, la serie basada en la obra de Tomás Eloy Martínez que produce Salma Hayek, a estrenarse el 26 de julio en la plataforma Star +. Y allí, claro, la actriz uruguaya se luce con los trajes típicos de Eva, bien entallados y peinada con el rodete bajo, hecho con trenzas.
Vigencia 2022
“El estilo de Eva Perón se puede distinguir en dos períodos: el primero es el de la Eva actriz, siguiendo la moda con mucha pasión, y el segundo y definitivo, es el de Evita después de su gira europea, cuando conoce a Dior y a Jacques Fath y se convierte en una clienta de alta costura. Ambos construyen maniquíes exclusivos para ella, y comienzan a hacerle prendas a medida”, comenta Pablo Ramírez, uno de los nombres más destacados de la moda argentina.
“Es ahí cuando construye su propio estilo, rodeada de personalidades de la cultura y el arte argentino como Ignacio Pirovano (reconocido cirujano plástico), quien le aconseja para tener una imagen eterna e icónica, alejarse de las modas, llevar un maquillaje clásico, la cara despejada con el pelo bien rubio y el gran rodete bajo, para verse de alguna manera siempre iluminada y distinguirse del resto de las mujeres”, agrega.
Para Ramírez, la gran influencia de Eva tuvo que ver justamente con el lugar de preminencia al que pudo llegar y de ahí poder ser vista “como un faro, como una cenicienta criolla o el hada madrina de los pobres”. “No solo era una mujer bella y bien vestida, sino que estaba en el lugar donde nunca otra antes había estado”, concluye.
Fabián Zitta, otro peso pesado en el diseño argentino, dice lo suyo: “Independientemente de las opiniones políticas que existieron, ella implantó un estilo. Quizás, una de las primeras influencers de la moda que supo muy bien qué usar en una época de posguerra, que no es poco. Aunque la visualización de su impronta era para los que sabían de estilo, eso fue lo más llamativo».
Y agrega: «Ella hablaba para los pobres y se vestía para los ricos. Quizás una dualidad pensada, pero nadie quita que tenía estilo, con una impronta elegante y propia de una verdadera primera dama. Usar un Dior no es poca cosa y ella lo llevaba con mucho charme”.
Adrián Brown, el nuevo niño mimado de la moda, que acaba de presentar su colección de alta costura en el Teatro Colón, reconoce que nunca sintió atracción por el estilo de Eva Perón, incluso cree que cometía muchos errores estilísticos:
“Se vestía con demasiados excesos: el sombrero con las flores, las perlas, los tules, las joyas, todo demasiado. Su mejor versión para mí era la más simple, con sus trajecitos”, explica mientras reconoce que “es innegable que se transformó en una referente de moda porque su look y su actitud despampanante fue muy fuerte para la época”.
Finalmente, toma la palabra Verónica de la Canal, otra de las referentes de la costura made in Argentina. “Eva Perón fue y sigue siendo aún hoy un ícono de moda, una mujer con un estilo único. Uno ve ese estilo y reconoce que lo impuso ella y eso no es poco».
«Ella era una persona muy humilde, que desde el principio de su vida pública tuvo bien claro a dónde quería llegar, a dónde quería pertenecer -continúa-. Y sabía que la famosa frase ‘el hábito hace al monje’ era necesaria para poder estar donde logró estar. Al principio, cuando era actriz, se confeccionaba su ropa. Supo incorporar el histrionismo a su carrera. A través del vestuario, uno cuenta quién es, de dónde viene, a dónde quiere ir. Eva lo tenía clarísimo”.
La diseñadora sostiene que el gran cambio de Eva Duarte llegó cuando conoció a Perón: “Al principio tuvo un look de sastrería y eligió a las mejores marcas de acá, como Henriette, un nombre que se relaciona siempre con ella. Más adelante logró convertirse nada menos que en la musa de Dior y eso lo tenemos mucho en la retina, ese atuendo de ella en el final de sus días, cuando sale a dar ese saludo en el balcón con un traje hecho a medida por la marca francesa».
«Creo que influyó mucho su fuerza, su empoderamiento. Hoy seguiría siendo un símbolo a la hora de hablar de los derechos de la mujer. Siempre fue muy femenina, con cinturas entalladas, hombreras bien marcadas y ese chignon bajo como peinado que fue tan característico”.
El perdón de Paco
A pesar de sentirse remplazado por Dior, Paco Jamandreu supo perdonar a Eva. Estuvo con ella en los momentos finales. Cuando ella estaba muy enferma, el modisto recibió un llamado del General pidiéndole que le hiciera ropa para su mujer que padecía un cáncer terminal. Era el año 1952.
“Eva se muere. Tengo que apelar a tus sentimientos. Aunque no te hemos visto últimamente, te recordamos con mucho cariño. Lo que te voy a pedir es muy importante para mí: quiero hacerle creer a Eva que preparamos un largo viaje y que vos le estás diseñando ya la ropa. Si vos me hicieras en seguida, para hoy mismo (eran las dos de la mañana), unos dibujos en colores, yo haría que abrieran sederías para que puedas elegir las telas. Aunque no será fácil hacérselo creer, tratemos de levantarle el ánimo. ¿Te das cuenta? Una piadosa mentira”, dicen que dijo Perón.
Jamandreu hizo los bocetos y se los llevó. Eva lo recibió contenta y le aconsejó tener cuidado con los talles porque había bajado mucho de peso. A los cuatro días, la mujer que le dio vuelta la cara a la oligarquía, murió. Y entonces, nació el mito.
Dónde ver los vestidos que usó Evita
El Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón abrió las puertas del Museo (ubicado en Lafinur 2988, CABA) el 26 de julio de 2002 al conmemorarse el 50 aniversario del fallecimiento de Evita. El mismo cuenta con 15 salas de exhibición permanente y una sala de exposiciones temporarias, siendo el único que tiene objetos personales que haya utilizado la primera dama.
Los objetos textiles presentados rotan cada 6 meses por razones de conservación museológica, favoreciendo así la vuelta del público. En el recorrido se puede ver el vestido que utilizó Eva en el primer retrato oficial junto a Perón como primera dama, o bien el diseñado por la casa de moda porteña Bernarda, que utilizó en su entrevista con el Papa Pío XII, en el marco de su gira internacional de 1947.
También se encuentra un traje sastre que remite a la formación del Partido Peronista Femenino en 1949, y con esto, a la lucha por la participación e inclusión política de las mujeres.
Si bien se destacan mayormente objetos referidos a su vida adulta, el Museo recupera sus primeros años de infancia y adolescencia a través de elementos que aluden a su vida familiar, como el diploma de costurera y los anteojos de Juana Ibarguren, su madre.
En el circuito sólo hay dos réplicas: un vestido que representa la llegada de Eva a Buenos Aires, y otro utilizado por la primera dama en el retrato realizado por Numa Ayrinhac en 1950, una las imágenes más icónicas y difundidas, que se encuentra en la última sala del recorrido.
El próximo recambio textil por razones de conservación se encuentra previsto para la semana del 26 de julio, en esa fecha también se inaugurará una exposición sobre los 20 años del Museo.
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