Un libro de la infancia inspiró a esta colección repleta de romanticismo y naturaleza.
Una vez más Nueva York llevó adelante su deslumbrante Fashion Week, uno de los eventos más importantes del mundo de la moda que cuenta con los mejores diseñadores y las colecciones más glamorosas. Una pasarela que se roba todas las miradas con las últimas tendencias, colores y texturas. Historias increíbles e inspiraciones sorprendentes se esconden detrás de cada pasada.
Como cada año, Carolina Herrera dijo presente y como no podía ser de otra manera brilló con sus diseños. Para esta primavera verano 2023 un querido libro de la infancia de Wes Gordon, The Secret Garden de Frances Hodgson Burnett fue el punto de partida de esta colección, inspirada en su representación romántica de la naturaleza y la belleza.
El fragmento del libro «Y el jardín secreto florecía y florecía y cada mañana revelaba nuevos milagros» impactó al Director Creativo de Carolina Herrera y es así que decidieron plasmarlo en cada uno de los diseños de la marca para esta temporada.
Un jardín de delicias visuales representado en la colección descaradamente romántica, con mangas de globo oversize, rosas de té y peonías pintadas a mano y un brío maximalista gracias a los accesorios que hacen juego de pies a cabeza. La colección abre con una blusa de algodón a rayas combinada con una falda de gala de tafetán con estampado de urdimbre, evocando el glamour natural y espontaneo de la estadounidense Bunny Mellon, con su elegante jardinero.
Un traje de doble pecho hecho a medida con precisión se combina con una pizca de gasa floral roja. Un vestido de columna arquitectónica en rojo amapola y una chaqueta de lana negra, presentan flores que nacen desde las costuras. La icónica camisa de algodón Herrera está elaborada por expertos y reimaginada con rosetas florales de gran tamaño, encaramadas sobre el hombro.
Un caleidoscopio de estampados florales armoniza con prendas separadas de sastrería femenina en color azabache negro. A la noche se le da una mano decididamente más suave con vestidos representados en gasas con estampado de anémona, delicadamente cosidas en un torbellino de colores optimistas y brillantes. Cientos de yardas de tul se pliegan y se reúnen a mano para crear dobladillos escultóricos que cobran vida propia en movimiento, como filas onduladas de flores en abundancia.
El desfile no solo contó con la presencia de Carolina Herrera sino también con la de su hija Carolina Adriana. Juntas disfrutaron cada pasada y el cierre de la mano de Karlie Kloss, la supermodelo embajadora de Good Girl, la fragancia líder del mundo.
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