El psicólogo argentino, Flavio Calvo afirma que es útil para poner límites a conductas manipuladoras o narcisistas.
«Muchos no saben qué hacer o cómo actuar frente a personas aprovechadoras o manipuladoras, sienten que la situación los supera y no reconocen sus propias herramientas para poner un límite«, comenta el psicólogo argentino, Flavio Calvo. Una buena estrategia frente a estos casos, sugiere, es aplicar lo que se conoce como «técnica de la piedra gris».
Qué es la técnica de la piedra gris
¿En qué consiste? En convertirse, de alguna manera, en una piedra gris en aquellas situaciones en las que la persona siente que está en riesgo de ser manipulada.
¿Cómo? «Transformándose en la persona más aburrida, menos interesante, más sosa que exista, al interactuar con un manipulador o frente a alguien que con conductas que hoy denominamos ‘tóxicas’«, explica el terapeuta.
Manipulación. Ilustración Shutterstock.
Quitar la emoción del drama
Según el psicólogo, las personas con conductas manipuladoras «necesitan el drama y la emoción para presentar su show». Así, «sin la energía que su contraparte le brinda, no puede desatar su estrategia y se les achica el margen para manipular y controlar».
Calvo, destaca que lo importante es «no darles una reacción emocional hagan lo que hagan».
En ese sentido, aconseja ofrecer solo respuestas cortas, concisas, sin exhibir ninguna emoción («siendo tan estimulante y atractivo como una piedra gris», ironiza).
Dónde poner la atención
El terapeuta y docente sostiene que esta técnica funciona por una ley simple: «crece aquello a lo que le damos nuestra atención».
«Si le ponemos nuestra atención a las conductas negativas de otras personas, esas conductas van a crecer, porque se alimentan de nosotros. Si le quitamos la atención a algo, deja de crecer», afirma.
Pero ante esa sugerencia (dejar de prestarle atención a alguien), muchas personas dicen sentirse culpables («y quienes manipulan suelen jugar con esa culpa»).
Sobre este punto, Calvo considera clave marcar una diferencia: se le quita la atención a la conducta, no a la persona.
«Nos convertimos en una piedra gris frente a las conductas manipuladoras de ese sujeto, no frente al sujeto en sí», dice y señala que es importante entender esto especialmente «frente vínculos en los que, aún cerrando ciclos, muchas veces se continúa en contacto, como hijos, madre, padre u otros».
Asimismo, aconseja no antagonizar con la persona manipuladora, «ya que al hacerlo, le damos el poder».
«Este tipo de personalidades se alimentan de la confrontación y como este es su territorio, nunca vamos a poder ganarles allí. Cuando nos enojamos y reaccionamos con rabia, les estamos mostrando que tienen poder e influencia sobre nosotros».
Por eso se utiliza la figura de la piedra gris: «una superficie fría, firme y sólida, así es como conviene que nos mantengamos frente a conductas manipuladoras. No olvidemos que quien domina nuestras emociones, nos domina», advierte Calvo.
Y refuerza: «lo más adecuado es dejar la reacción a un lado, mantenernos fríos y duros ante sus conductas, para que pierdan el interés en nosotros».
No se pueden sostener vínculos sanos con personas narcisistas y manipuladoras. Foto ilustrativa Shutterstock.
Consejos para aplicar la técnica de la piedra gris
Según Calvo, para poner en práctica la técnica de la piedra gris es importante tener en cuenta estas conductas frente a quienes ejercen manipulación:
✓Las respuestas van a ser cortas, dentro de lo posible monosilábicas («ajá, sí, no, tal vez). El esfuerzo va a estar dado por el hecho de que las interacciones con el otro sean muy breves.
✓Evitar la expresión de emociones, en especial enojo, miedo, pena o incomodidad.
✓Evitar comenzar la interacción, porque el manipulador muchas veces hace cosas para que sea uno quien comienza el diálogo, y como se dice coloquialmente, es necesario «morderse la lengua» antes de hablar en estos casos.
✓Es importante no pedirle favores o cosas -por mínimas que sean- porque esas serán herramientas que usen para manipular más adelante, en lo que se conoce como «juegos de poder».
«La personalidad narcisista o manipuladora puede tener conductas imprevisibles, muy demandantes. Son perfiles en ocasiones muy patológicos ante los cuales resulta difícil tener a mano herramientas para estar protegidos», afirma Calvo y señala que esta técnica «puede ayudar mucho a salir de la situación sin confrontarlos».
No obstante, destaca que no se trata de un recurso para usar toda la vida. «Es una herramienta que puede ser útil en una transición, como un método paliativo para enfrentar el problema».
Y concluye: «La mejor estrategia frente a narcisistas y manipuladores es salir de ahí, de ese espacio en común. Nunca se puede sostener un vínculo sano, por doloroso que nos parezca, con una persona narcisista y manipuladora».
