Se trata de un problema muy actual. Aquí, 10 estrategias para recuperar el sentido erótico de las parejas.
La rutina otorga solidez y certidumbre a las parejas establecidas, pero también elimina los necesarios vestigios de aventura y sorpresa que fortalecían el deseo erótico. Entre las responsabilidades cotidianas, y el quehacer diario, la monotonía se arraiga en la dinámica y apaga el ímpetu de los primeros encuentros.
“Tironeados por las demandas externas (el trabajo, la familia, las preocupaciones y los proyectos) dejamos el sexo librado a lo espontáneo”, explica Walter Ghedin, psiquiatra, sexólogo y autor, quien considera que no hallar tiempo para el sexo “es un problema muy actual”.
Para el especialista —un defensor del llamado “deseo receptivo” que no está a merced de “lo espontáneo”— es bastante común que las expectativas sobre el sexo queden relegadas a un momento ideal o ilusorio como las vacaciones o un fin de semana largo.
Incorporar el erotismo día a día es el primer paso para superar la monotonía de pareja (Foto: ilustración Shutterstock)
En este sentido, el sexólogo propone un enfoque distinto que incorpore el erotismo al día a día de las parejas contemporáneas, tan exigidas en tantos aspectos.
10 claves para revivir el erotismo
Mediante 10 estrategias clave, el autor de La heterosexualidad sale del clóset (Ed. Lea) enumera cómo las parejas pueden avivar el deseo.
«El deseo sexual necesita alguna intervención mental o corporal”, dice Ghedin. (Foto: ilustración Shutterstock)
1 – Hora de erotizarnos
“La fuerza erótica que llena la cabeza de fantasías y nos mueve a tener un contacto sexual (a masturbarnos o a buscar al otro) no es un acto que aparece porque sí, como encendido por una chispa”, aclara Ghedin.
Como el sexólogo considera que “el deseo sexual necesita alguna intervención mental o corporal”, sugiere recuperar el sentido de la pasión buscando fantasías, mirando o leyendo contenido erótico en pareja, estimulando el tacto en las áreas en las que mi compañero/a desea ser acariciado/a.
2 – Siempre habrá argumentos para postergarlo, prioricemos el deseo
El psiquiatra afirma que “los cuerpos necesitan de los besos, de las caricias, de los abrazos para que el deseo se active”. Por lo que recomienda “tomar la iniciativa para estar juntos, no necesariamente para tener sexo, solo para recuperar las sensaciones corporales y, desde ahí, permitir que aflore el deseo sexual”.
Darle tiempo a recuperar las sensaciones corporales es una estrategia clave. (Foto: ilustración Shutterstock)
3 – Sexo no es genitalidad, ampliemos el panorama
A pesar de que para muchos la creencia de que el coito no lo es todo está tomando fuerza, hay quienes todavía sienten que la genitalidad marca el éxito o el fracaso del encuentro. “La relación sexual comprende todo lo que sucede cuando los cuerpos se tocan, se aproximan, se juntan con un fin erótico, que puede o no, tener coito”, precisa el sexólogo.
4 – Superemos el miedo al rechazo
Cuando ha pasado tanto tiempo sin el contacto cuerpo a cuerpo, el especialista señala que los pensamientos y temores amplían la brecha. “Los pensamientos negativos o supuestos parten del miedo a ser rechazados”, explica.
¿Cómo registrar el deseo del otro y superar ese temor? “Cuando uno identifica estos pensamientos o creencias es cuanto más se deben desafiar y avanzar -dice Ghedin-, la mejor manera es dando participación al cuerpo: me acerco, abrazo, acaricio, beso”. El psiquiatra aclara que “la finalidad primera debe ser acercarse y tomar contacto, no tener sexo”.
Lidiar con los pensamientos negativos anticipatorios ayuda a acercarse al otro(Foto: ilustración Shutterstock)
5 – Un “rapidito” no está mal
Cuando hay poco tiempo entre tantos compromisos y existe un deseo mutuo a encontrarse, Ghedin opina que “un rapidito puede ser una opción, aunque no la única”.
“El ‘rapidito’ tiene la finalidad de encender la chispa y prepararlos para algo mejor. En realidad, lo importante es que los cuerpos sientan placer sexual y que este los ayude a encontrarse y a repetir la experiencia placentera”, afirma el sexólogo.
Pero “no a todos les gusta el sexo rápido y prefieren esperar momentos especiales”, añade Ghedin. En este caso, recomienda: “No perder el contacto afectivo y la comunicación erótica a través de la expresión de fantasías como una forma de no dejar que las sensaciones eróticas se pierdan”.
Reservar un día especial para compartir con la pareja y recuperar la sensación de intimidad es otra de las claves. (Foto: ilustración Shutterstock)
6 – Un día para los dos
“Si bien todos los días pueden ser oportunos para tener algún acercamiento, disponer de un día puede ayudar”, afirma Ghedin. ¿Parece poco romántico?, nada más lejos de la realidad en opinión del especialista pues sostiene que “planear previamente los encuentros para compartir” ayudan a la intimidad de la pareja.
7 – Reformular el concepto de intimidad
El psiquiatra indica que “existe la creencia extendida de que intimidad es tomar distancia del mundo para concentrarse en uno mismo y con el otro. Esta idea está más relacionada con situaciones especiales, que en general, no comprenden la vida cotidiana en la actualidad”.
Ghedin considera que “la intimidad requiere tener conciencia de que esa condición placentera se puede lograr en cualquier momento, siempre y cuando tengamos la intención para generarla”.
En vez de pensar que «antes fue mejor», Ghedin sugiere probar cosas nuevas. (Foto: ilustración Shutterstock)
8 – Nuevas prácticas, nuevos estímulos
“El paso de los años, la convivencia, la rutina, desafía a las parejas a buscar nuevas prácticas, nuevos estímulos”, indica Ghedin.
En lugar de pensar que “antes fue mejor”, el especialista invita a las parejas a “no dejarse llevar por el pudor o las inhibiciones” y probar cosas nuevas.
“Existen estudios que evidencian que las parejas con una historia de sexualidad satisfactoria, plena, con una sensación de bienestar que no ha quedado desplazada por el contexto mayor de la familia, cuenta con más recursos para afrontar el paso del tiempo”, afirma.
Si hay problemas prostáticos, eyaculación retardada u otros, no hay que perder el contacto. (Foto: ilustración Shutterstock)
9 – A un problema sexual, mayor contacto puede ser la clave
El psiquiatra afirma que cuando se presentan situaciones como “menos erección, eyaculación precoz, falta de orgasmo, eyaculación retardada o problemas prostáticos; esa dificultad sexual lleva a rechazar el contacto. En realidad, deberían mantenerlo usando otras prácticas sin coito”.
10 – Hay que creer que siempre es posible abrir espacios
“Entre tantas demandas cotidianas hay que abrirle un espacio al placer”, sugiere Ghedin. “Si la pareja funciona como tal, con comunicación, respeto, empatía, capacidad para superar conflictos, proyectos individuales y de pareja, existe una base suficiente para no dejar que lo erótico y sexual quede en segundo plano”.
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