Varias de esas 33 naciones que tienen al rey como jefe de Estado quieren convertirse en repúblicas. Sus tropas participarán de la ceremonia.
Bajo un sol inesperado, los soldados británicos y del Commonwealth practican en unas barracas militares de Surrey, para marchar marcialmente, en medio de la pompa y circunstancia, en la coronación del rey Carlos III y la reina Camila.
Los soldados de 33 países se alinearán en orden alfabético, desde Antigua y Barbuda hasta Uganda y Zambia, creando una exhibición caleidoscópica de vestimenta ceremonial y de alguna manera imperial. Es el efecto “vintage” de un imperio, que los británicos perdieron y reciclaron en una institución hoy en crisis: el Commonwealth, la herencia más frágil de Isabel II.
Probablemente sea la última coronación en la que muchos de ellos participan. Muy pocos países del Commonwealth quieren mantener al rey Carlos III como jefe de Estado. Les resulta “un anacronismo» y prefieren convertirse en una república.
Desde Bangladesh hasta Belice, más de 400 soldados han llegado desde toda la Commonwealth a Londres para marchar junto al rey como parte de la procesión de coronación.
Las formaciones fueron impecables. La marcha fue perfecta y cuando finalmente llegó la orden de «descanso», los kenianos y los maldivos aprovecharon la oportunidad para probarse los sombreros de piel de oso, que llevaban los miembros de la Guardia Real que portaban la bandera. Era tan exótico para ellos como las plumas de los sombreros de los uniformes británicos. Se hacían selfies y las mandaban a sus familias en Kenia, en Nueva Guinea, en Malasia.
Habrá algunas caras nuevas en la fiesta, después de que Togo y Gabón, dos países francófonos de África occidental, se unieran al Commonwealth el año pasado.
El entonces príncipe Carlos, con la guardia de honor de Jamaica, durante su visita en marzo de 2008. Foto: AP
Los soldados de Malasia revisan sus uniformes ceremoniales, que dijeron que fueron limpiados y planchados en la tintorería. Ellos no están acostumbrados a planchar y lustrarse sus botines.
Flamante miembro, el teniente coronel Serge Boulingui, de 57 años, dijo en francés que era “un gran placer” representar a Gabón. Lo mismo le pasó al comandante Pidjamdeou Aliti, de 48 años: dijo que sus tropas estaban «orgullosas, felices y honradas de participar en nombre de Togo. Ambos países son las conquistas en África de una batalla entre Gran Bretaña y Francia para sumar aliados.
Ausencias notables
Pero en esta coronación son más importantes las ausencias que las presencias. India, Sudáfrica, Nigeria y Ghana, tres grandes aliados del Commonwealth, se negaron a enviar tropas a la coronación. Un gesto demasiado colonial para el gusto de sus gobiernos, nacionalistas, más cercanos a Rusia y China. Un recordatorio de los movimientos poscoloniales, que han barrido los países del antiguo Imperio Británico, en los 70 años desde la última coronación de la reina Isabel II.
Granada está mostrando un interés creciente en convertirse en una república. El primer ministro del país espera que sea bajo su liderazgo.
Cuando se le preguntó si habría una república granadina durante su vida, el premier Dickson Mitchell dijo: «Creo que sí». El primer ministro de 45 años, que lleva 10 meses en el cargo, dijo que tiene «esperanzas» de que suceda durante su mandato. Pero descartó cualquier cambio constitucional concreto antes del 2024.
El imperio británico en el siglo XXI
Mientras el rey Carlos se prepara para tomar la corona, la relación de Gran Bretaña con su antiguo imperio se ve cada vez más tensa.
Dirigiéndose a la organización para el Día de la Commonwealth en marzo, el rey habló del «extraordinario potencial» de la organización.
“La nuestra es una asociación no solo de valores compartidos, sino de propósito común y acción conjunta”, dijo el monarca.
Sin embargo, los eventos recientes han planteado dudas sobre la unidad de la Commonwealth en algunos de los desafíos más importantes que enfrentan sus miembros.
«Estamos en una encrucijada», dice Kathryn Nwajiaku-Dahou, del grupo de expertos de asuntos globales ODI. «La inequidad de las vacunas en torno a la pandemia de Covid ha dejado un sabor muy amargo en la boca de muchos miembros de la Commonwealth. También existe la sensación de que los países más ricos no están pagando la parte que les corresponde de la financiación climática”.
Banderas del Commonwealth, durante un ensayo para la ceremonia de coronación de Carlos III. Foto: AP
“No creo que la Mancomunidad necesariamente sobreviva como una entidad real, viva y relevante, si no se abordan algunas de estas desigualdades estructurales”, alertó.
A fines de abril, el país de la Commonwealth de ingresos más bajos promedio solo vacunó al 42% de su población, en comparación con el 90% en los países de la Commonwealth de ingresos más altos. Los activistas culpan a los países más ricos por no proporcionar las vacunas que los países de ingresos más bajos dicen que necesitan.
Mientras tanto, muchos miembros de la Commonwealth también han pedido una acción mucho más fuerte sobre el cambio climático. Con naciones insulares, como Tonga y Tuvalu, en riesgo de sumergirse por el aumento del nivel del mar.
Ucrania, Rusia y China
Otros han exigido disculpas a Gran Bretaña por su papel histórico en la trata de esclavos.
Barbados, que destituyó a la reina como su jefa de Estado en 2021, busca reparaciones de las familias británicas que se beneficiaron del intercambio, incluido el diputado conservador Richard Drax.
Pero una de las mayores divisiones que ha surgido es sobre el papel de liderazgo de Gran Bretaña en el apoyo a Ucrania. Muchos de los 56 miembros de la Commonwealth se niegan a respaldar las sanciones o condenar la invasión de Rusia.
La ONU ha debatido 19 resoluciones sobre la guerra desde que comenzó. Aunque el Reino Unido ha votado en contra de Rusia en todas las ocasiones, solo otros cinco miembros de la Commonwealth lo han hecho.
Ningún miembro ha apoyado la invasión por completo. Pero nueve se han mantenido cuidadosamente neutrales, y nunca han votado en contra de Rusia.
Eso incluye a India, que actualmente está en proceso de llegar a un acuerdo de libre comercio con Rusia, y Sudáfrica, que participó en ejercicios militares conjuntos con Rusia y China a principios de este año.
Estas divisiones pusieron al rey Carlos en una posición difícil. El rey ha sido franco en su apoyo a Ucrania, describiendo la invasión de Rusia como «desmesurada».
El rey también ha dejado en claro sus puntos de vista sobre el historial de derechos humanos de China. Como Príncipe de Gales, fue noticia al rechazar un banquete para el presidente Xi Jinping durante su visita de estado al Reino Unido en 2015.
El nuevo monarca también tendrá que andar con cuidado en esta área. En la ONU, la mayoría de los países de la Commonwealth han tendido a ponerse del lado de China en temas polémicos de derechos humanos. Solo dos (Canadá y Australia) se han puesto del lado del Reino Unido desde 2018. Por el contrario, siete miembros nunca han apoyado la posición del Reino Unido.
En una reunión clave del consejo de derechos humanos de la ONU en octubre del año pasado, el Reino Unido fue el único miembro de la Commonwealth que votó a favor de celebrar un debate sobre la detención masiva de musulmanes uigures en China.Tres miembros de la Commonwealth se abstuvieron, mientras que cuatro votaron en contra. La moción fracasó por solo dos votos.
La influencia económica de China está creciendo.
No es difícil ver por qué muchos países de la Commonwealth podrían optar por prestar a China su apoyo diplomático.
Hace treinta años, la economía del Reino Unido era más del doble de grande que la de China. A partir de 2022, el PBI de China es casi seis veces mayor que el del Reino Unido.
Como resultado, su influencia como socio en el comercio, los préstamos y la venta de armas nunca ha sido mayor.
Banderas en Londres para celebrar la coronación del rey Carlos III. Foto: AP
Colapso económico
El declive de Gran Bretaña como un importante traficante de armas es una historia que se ha desarrollado en toda la Commonwealth. En particular, este es un fenómeno claramente británico: Europa y los EE.UU. han mantenido en gran medida sus posiciones.
Este colapso del peso económico de Gran Bretaña dentro de la Commonwealth, mucho más profundo que el experimentado por Europa o Estados Unidos, también se ha visto en el comercio en su conjunto.
En 1900, el Reino Unido era, con mucho, el socio comercial más importante de Sudáfrica, Australia, India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka, y compraba el 42% de sus exportaciones combinadas. Para 2022, estaba comprando solo el 2%.
Ni Europa ni EE. UU. han experimentado una disminución tan drástica de su importancia económica para la Commonwealth.
Los republicanos se imponen
Los ciudadanos en seis de los 15 reinos de la Commonwealth, que reconocen al Rey como jefe de Estado, votarían para convertirse en repúblicas, según una encuesta.
Canadá, Australia, las Bahamas, Jamaica, las Islas Salomón y Antigua y Barbuda elegirían convertirse en repúblicas, si mañana se celebrara un referéndum, según la encuesta realizada por Lord Ashcroft.
Barbados ya se hizo república. La visita “retro” de los príncipes de Gales a Jamaica y el Caribe se convirtió en un papelón, con la población reclamando una república, condena y disculpas por el racismo y compensación por la esclavitud. En una de sus primeras medidas, Carlos III ordenó una investigación sobre el tráfico de esclavos y la familia real.
La encuesta, que entrevistó a 22.000 personas e involucró grupos focales en los 15 países donde Carlos es jefe de Estado, encontró que la mayoría optaría por seguir siendo monarquías constitucionales. Sin embargo, hay elementos republicanos significativos en todos.
Gran Bretaña se prepara con toda pompa para la coronación del rey Carlos III. Foto: AP
El país más fuertemente monárquico, superando incluso a Inglaterra, es la pequeña nación insular del Pacífico de Tuvalu. Con una población de 11.000 habitantes y un área de solo 10 millas cuadradas, votaría con un 71 por ciento contra un 26 por ciento a favor de seguir siendo una monarquía constitucional.
La cifra en Inglaterra es de 57 por ciento a favor y 22 por ciento en contra.
Sin embargo, las Islas Salomón, otra nación del Pacífico, es el Estado republicano más ferviente, con un 59 por ciento que dice que elegiría cambiar su Constitución para abolir la monarquía.
En los grupos focales, los votantes dijeron que lo principal que podía hacer la familia real para mantenerse relevante era estar presente.
Un encuestado en las Islas Salomón dijo: “Visítenos a menudo. Mira cómo están las islas Salomón, cómo estamos viviendo. Infraestructura, educación: ¿qué se debe mejorar? Y más inversiones del Reino Unido y exportaciones de las Islas Salomón al Reino Unido”.
Las visitas de los reyes son aisladas y muchos países no fueron visitados jamás por la reina Isabel II, su jefa de Estado. La nueva reina Camila teme los vuelos en avión y los países con calor. No visitará el Commonwealth con frecuencia.
Uno de los mayores problemas que enfrenta el Commonwealth son las restricciones migratorias que les impone Gran Bretaña a los hijos de la Madre Patria. Un votante en Jamaica dijo: «Si el Rey dice: ‘Decreto que todos los jamaiquinos pueden venir a Gran Bretaña sin visa’, el argumento está acabado».
Sin embargo, incluso en los países que quieren convertirse en repúblicas, los votantes no se deciden por lo que preferirían en su lugar. Algunos temen que establecer una república lleve años.
El rey Carlos, con la secretaria general del Commonwealth, Patricia Scotland, y otras autoridades de Africa y el Caribe, este viernes en Londres. Foto: REUTERS
“A menudo encontramos una tensión entre, por un lado, la visión de la gente sobre su carácter nacional, su deseo de afirmar su independencia y el deseo de romper con los errores históricos y, por otro lado, la estabilidad y tranquilidad que la monarquía todavía ofrece”, sostuvo Ashroft.
Opiniones divididas
El informe divide a los votantes de las 15 naciones en cinco grupos: monárquicos comprometidos, monárquicos de la corriente principal, pragmáticos neutrales, republicanos modernos y abolicionistas enojados.
De ellos, los “abolicionistas enojados” constituyen el grupo individual más grande, que representa el 25 por ciento de las personas en los reinos de la Commonwealth. Muestran poca o ninguna preferencia hacia la realeza. Incluidos el duque y la duquesa de Sussex, quienes atraen sentimientos más cálidos de los republicanos modernos.
Los realistas comprometidos representan el 23 por ciento de la población. Creen que la monarquía es algo bueno y, en algunos casos, la principal fuente de estabilidad en su país.
En Tuvalu, el 72 por ciento de los votantes dijo que la monarquía trajo estabilidad al país y el 75 por ciento dijo que el Rey podría unir a votantes de todas las tendencias.
Londres, corresponsal
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