Regresar a las obligaciones puede hacer que el erotismo se esfume rápidamente. Cómo mantener la chispa todo el año.
Muchos vuelven de sus vacaciones, se instalan en casa y son bienvenidos por una lista de deberes y labores: los chicos de vuelta a la escuela, las facturas bajo la puerta y ellos de regreso al trabajo. La magia y el erotismo que se cultivó en esas semanas de descanso puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
¿Hay estrategias para contrarrestar los efectos de la cotidianidad?, ¿se puede mantener la chispa y la inventiva para cuidar de lo que muchos sexólogos denominan el “capital erótico”? Sin duda, eso sí, con voluntad.
En ocasiones, al volver al hogar automáticamente se retoman ciertas prácticas y dinámicas de pareja que no favorecen al erotismo. Allí nos hallamos ante una de las primeras señales para cambiar esos hábitos.
5 claves para mantener el erotismo después de las vacaciones
Según la médica psiquiatra y sexóloga Victoria Buteler estas son cinco estrategias que pueden implementarse para mantener y seguir cultivando el erotismo en una pareja frente al tedio de la rutina.
1. Agendar encuentros y citas semanalmente
Habrá que reservar un tiempo a solas para la intimidad y el juego. (foto: ilustración Shutterstock)
La actividad puede ir desde una salida al teatro, una cena, una película o una reservación en un hotel, lo más importante es que encienda la imaginación de ambas personas, promueva un acercamiento y se aborde como una oportunidad de volver a ese estado de relajación de las vacaciones. “Uno de los principales errores que las parejas cometen respecto de la sexualidad es no ponerla en la agenda semanal, creer que es algo que se va a dar de manera espontánea”, advierte Buteler.
Si con las vacaciones una de las ventajas era poder contar con tiempo libre y un destino estimulante, ahora habrá que reservar un tiempo a solas para la intimidad y el juego. “El erotismo necesita ser alimentado, como el resto de nuestros apetitos”, afirma la especialista.
En el caso de las parejas con hijos/as la sexóloga agrega lo siguiente: “Cuando hay hijos, se vuelve más importante aún programar los espacios de intimidad, cuidándose mucho de preservar a los menores siempre. Es muy importante que la pareja busque momentos de intimidad en los que los chicos no estén presentes y no puedan interrumpir”.
“Mandar a los hijos a dormir con los abuelos o tíos o buscar a alguien de confianza que los cuide mientras tenemos una cita es importante. Hacer tiempo, aunque sea para dormir abrazados y en paz, puede hacerle mucho bien a la pareja”, señala Buteler (en Instagram, @unapsiquiatracononda).
2. Crear códigos que alimenten el sentido de complicidad
Establecer ese “idioma” con imágenes, gestos o palabras clave aumenta la sensación de complicidad (foto: ilustración Shutterstock)
La complicidad es una de las grandes aliadas del erotismo y alimenta nuestro sentido del juego. ¿Quién no recuerda las cosquillas en la panza antes de una cita o las miradas elocuentes que dan un sentido de aventura al vínculo? Desempolvar esas sensaciones es otra de las estrategias que propone Buteler, incluso en medio de las obligaciones cotidianas.
“Hacer sexting puede ser muy excitante”, indica. En todo caso, advierte que lo más importante es hacerlo en dispositivos que sean manejados únicamente por los adultos y nunca por los chicos.
Del mismo modo, establecer ese “idioma” con imágenes, gestos o palabras clave aumenta la sensación de complicidad y entendimiento, tan necesario para dar rienda suelta a la imaginación.
3. Estar abiertos a las propuestas y dialogarlas
«Es importante no inhibir las nuevas iniciativas del otro en relacion a la sexualidad, el diálogo es fundamental», dice la especialista (foto: ilustración Shutterstock)
Una de las señales que impide que el erotismo del período vacacional se mantenga al regresar a las obligaciones es, según Buteler “que lo urgente tapa lo importante, esto muchas parejas lo sufren”. Así, como no se prioriza, es difícil que pueda fortalecerse. Por ello la psiquiatra indica que «es importante no inhibir las nuevas iniciativas del otro en relación a la sexualidad, el diálogo es fundamental».
Asimismo aclara que se puede «estar abierto a lo que el otro desea, pero también a lo que no se desea; puede que nuestra pareja no desee hacer lo que le estamos proponiendo y eso también es válido».
4. Comunicar lo que deseamos
No sentirse juzgado/a es fundamental, como señala la especialista, para echar por tierra ciertos estereotipos o mandatos. (foto: ilustración Shutterstock)
Deshacerse de prejuicios y de los mandatos que generan falsas creencias y expectativas es una de las claves que menciona la médica y sexóloga. No animarse a decir a su compañero/a lo que se desea es una de las grandes dificultades para vivir la sexualidad a plenitud.
En ese caso, no sentirse juzgado/a es fundamental, como señala la especialista, para echar por tierra ciertos estereotipos. Ante algunas inquietudes, “siempre recomiendo que busquen información buena”, dice Buteler, algo que en su opinión se ha visto favorecido por la divulgación que distintos profesionales y colegas llevan a cabo en redes sociales y plataformas.
Del mismo modo, Buteler es enfática en la importancia que la educación sexual tiene en el bienestar integral. La vergüenza que muchas mujeres expresan al hablar de autoexploración o masturbación es uno de los mitos que hay que desterrar del dormitorio, agrega.
5. Acordar que lo más importante sea relajarnos y disfrutar, no obsesionarse por “la performance”
“La ansiedad es uno de los enemigos más importantes de una sexualidad saludable”, afirma la médica. (foto: ilustración Shutterstock)
“La ansiedad es uno de los enemigos más importantes de una sexualidad saludable, causa disfunciones sexuales y malestar”, afirma la médica. En algunas personas ese encuentro sexual “ideal” está más atravesado por creencias guionadas –o los mitos del porno– y dista considerablemente de lo que puede hacerse para gozar sin estrés.
Así como ahora se habla de coitocentrismo y se combate una mirada reduccionista del placer, mientras ambas personas prioricen la comunicación, la responsabilidad afectiva y el tiempo en agenda para la intimidad, es más probable que el ímpetu con el que volvemos de vacaciones se mantenga en el tiempo.
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