Aprendió a conducir durante la Guerra. Fanática de los autos, se dijo que era capaz de arreglar un camión.
La Reina Isabel II, monarca que estuvo más de 70 años al frente de la corona, tenía un extenso título que la ungía en el trono: Isabel Segunda, por la Gracia de Dios, reina del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y de sus otros Reinos y Territorios, jefa de la Mancomunidad de Naciones, defensora de la Fe. Lo que no aclaraba ese rosario de cargos y responsabilidades eran sus gustos y pasiones. Entre ellas estaban los autos. Tanto que no sólo los manejaba, sino que también sabía de mecánica.
La Reina Isabel II ha muerto a los 96 años. Quedan en la bitácora de su paso por la monarquía más reconocible del mundo que tenía como pasatiempo en los últimos años manejar los 4×4 de Land Rover en sus paseos de fin de semana.
Nacida el 21 de abril de 1926, su salud había entrado en declive en 2022. Aun así, se mostró en público en junio, cuando se realizó el Jubileo de Platino, la celebración de los 70 años de su asunción en el trono después de la muerte de su padre, Jorge VI. De cara a dicha conmemoración, McLaren lanzó una edición especial de su modelo Artura, llamado Elizabeth II, que le rindió tributo a la reina que en 2004 inauguró la fábrica de la marca en Woking.
La pasión por los autos de la Reina Isabel II
Condujo sus autos hasta con más de 90 años. De hecho, hay imágenes que la mostraron en septiembre de 2016 al volante de un Range Rover verde en una casa de fin de semana de la familia real. La acompañaba a su izquierda (en el Reino Unido los volantes están a la derecha) Carole Middleton, la madre de Kate y suegra de William, el nieto mayor de la reina e hijo de Carlos y Lady Di.
La Reina Isabel, en sus tiempos de servicio en la Segunda Guerra Mundial (Reuters)
El protocolo y la seguridad no le permitían manejar en las calles, donde debía ser transportada por un chofer oficial. Por mandato y tradición, se la vio por lo general con modelos producidos en el Reino Unido. No le faltaban alternativas, de todos modos, dado que la industria automotriz británica es la cuna de las marcas premium más importantes del planeta. Además de los Land Rover, la reina tenía en su garaje algunas piezas de colección, entre ellas un Rolls-Royce casi centenario que tiene una valoración estimada en 35 millones de dólares.
Las crónicas británicas cuentan que el vínculo de la reina con los autos nació durante la Segunda Guerra Mundial, cuando integró el Servicio Auxiliar de Mujeres y trabajó en un equipo de mecánica. En sus tiempos en el Ejército Real no sólo aprendió a conducir, sino también a arreglar motores de camiones y de ambulancias.
McLaren Artura
En el garaje del Palacio de Buckingham hay una flota de autos de lujo que fueron utilizados por la Reina Isabel II en los últimos 70 años. El precio de dicha colección es difícil de cifrar, sobre todo cuando fueron el transporte de una de las monarcas más emblemáticas del mundo.
Vauxhall Cresta Estate (1961)
Vauxhall es una de las marcas más tradicionales en el Reino Unido (la empresa fue fundada en 1857). El Cresta Estate es una rural de lujo que se produjo entre 1954 y 1972, con un total de 81.841 unidades fabricadas. La Reina tenía un Cresta PA SY, con motor de 2,3 litros y caja de tres velocidades. Lo solía manejar en el campo.
Rolls-Royce Silver Ghost (1924)
Una joya de colección. Otra unidad de este Rolls-Royce Silver Ghost se vendió por siete millones de dólares en una subasta realizada en 2012. Es parte del garaje real como uno de los intocables. La propia marca lo calificó como el «mejor automóvil del mundo».
Rolls-Royce Silver Ghost
El que le pertenece a la Familia Real es de 1924, sigue en funcionamiento (aunque no se lo suele ver rodando) ya que está en perfectas condiciones a pesar de haber recorrido 920.000 kilómetros. Se cree que su precio de mercado, en el mundo de los coleccionistas, podría trepar a los 35 millones de dólares. La Reina también cuenta en su colección con un Phantom V y un Twenty del fabricante británico.
Bentley State (2002)
Del Bentley State sólo se produjeron dos y ambos pertenecen a la familia real. Fue un encargo de la Reina Isabel II para conmemorar su Jubileo de Oro en 2002. El fabricante asumió el desafío de construir una limusina de lujo. Y la monarca le dio uso, no sólo en territorio británico sino también en giras por otros países.
Bentley State
El Bentley State tiene un motor V8 de 6.75 litros, una modificación de la versión Arnage R, con 400 caballos, lo que le permite desarrollar una velocidad de 210 km/h, impactante para una limusina. La carrocería y los vidrios están completamente blindados.
Range Rover Hybrid Landaulet
Otro modelo exclusivo para Isabel II que no está disponible en concesionarios. Es una modificación que se hizo sobre un Range Rover. Se lo vio por primera vez en 2015, durante una recepción oficial. Y es el 4×4 que la propia Reina condujo hasta los 90 años, lo que marca su energía y pasión por el manejo.
La relación de Land Rover con la familia real data de 1953, un año después de la asunción de la Reina. El primer vehículo que le proporcionó fue un Serie 1, y desde entonces le entregó cuatro modelos. Los últimos fueron basados en el Range Rover, SUV premium de la marca.
Lincoln Cosmopolitan (1950)
Uno de los pocos autos estadounidenses del garaje real. Se fabricó entre 1949 y 1954. Tuvo una variante presidencial surgida en 1950 cuando el presidente estadounidense, Harry Truman, se peleó con General Motors y fue entonces que el mandatario acudió a Lincoln.
Lincoln Cosmopolitan
Fue allí cuando la Casa Blanca encargó diez limusinas Cosmopolitan para ser utilizadas como vehículos oficiales del Estado. Es un misterio cómo la Reina de Inglaterra logró obtener una de estas limusinas presidenciales. Los modelos se modificaron para acomodar más espacio para la cabeza para el sombrero de la Reina.
Mercedes Benz 600 Pullman Landaulet (1965)
Este Mercedes-Benz fue usado por la Reina y el príncipe Felipe de Edimburgo como transporte protocolar. Se trata de un vehículo de alta gama diseñado por la compañía alemana del que se fabricaron un total de 2.677 unidades entre 1965 y 1981.
Mercedes-Benz 600 Pullman Landaulet
Había dos modelos disponibles para el Mercedes Benz 600 de 1965: el sedán de 4 puertas con distancia entre ejes más corta y el otro con una distancia entre ejes más larga, que era una limusina de 6 puertas; precisamente esta última era la que tenía la Reina Isabel II, con techo descapotable.
Citroën SM Opera (1972)
Al Citroën SM Opera lo premiaron como Auto del Año en Estados Unidos en 1972. Y fue tercero en Europa. La reina Isabel II se lo vio en una visita a París en 1974. Este modelo estuvo en producción hasta 1975 y podía alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 8.5 segundos.
Aston Martin DB6 (1966)
Aston Martin DB6
Fue el sucesor del DB5, el emblemático auto de James Bond. El Aston Martin DB6 tenía un diseño aerodinámico más atractivo. Se fabricó entre septiembre de 1965 y 1971, con un total de 1.788 unidades. El nuevo DB6 llegó en tanto en formato descapotable de cuatro asientos como de coupé de dos puertas. El de la Reina, de 1966, Tenía un motor de 4 litros que producía 282 CV a 5.500 rpm.
Austin Princess Vanden Plas (1969)
Austin Princess Vanden Plas
Esta limusina fue uno de los autos de lujo fabricados por Austin entre 1947 y 1968. Estaba dotada con un 6 cilindros y 4 litros. La primera versión fue puesta a prueba en su velocidad máxima por la revista británica The Motor y logró alcanzar una velocidad máxima de 127 km/h,. La Reina Isabel II lo compró por el lujo interior y porque tenía el exterior de un vehículo digno de la realeza.
Daimler DS420 (1992)
Desde Alemania llegaron los autos no británicos preferidos de la Reina. No sólo los Mercedes-Benz, sino también los Daimler, de la que se dijo que era la marca real no oficial. El DS420 también se conoce como la «limusina Daimler». Fue su vehículo preferido cuando asiste a bodas o funerales.
Daimler DS420
El Daimler DS420 de 1992 tomó prestado el chasis insignia del Jaguar 420G con configuraciones menores en la distancia entre ejes. El interior estaba equipado con un mueble bar, un televisor y una computadora.
Ford Zephyr Estate (1956)
Este singular se produjo entre 1950 y 1972. Junto con el Executive y el Zodiac, fue el auto de pasajeros más grande de Gran Bretaña durante los años 50 y uno de los primeros que se produjeron en masa en el Reino Unido. La Reina Isabel II era propietaria del ejecutivo de lujo, que se incluyó en los últimos meses de producción.
Ford Zephyr Estate
Humber Super Snipe (1959)
Humper Super Snipe
Fue producido por la British Company Humber Limited entre 1938 y 1967. La primera variante que salió fue la Humber Super Snipe de antes de la Segunda Guerra Mundial, que tenía una velocidad máxima de 127 km/h. Apuntaba a la clase media alta y a funcionarios del gobierno y fue el modelo de 1953 el que llamó la atención de Isabel II, aunque no tenía un precio muy alto, pero sí ofrecía todo el lujo digno de una reina.
Bentley Bentayga
Bentley Bentayga
La Reina Isabel II fue la primera en el mundo en recibir un Bentayga. Fue en 2015, un gesto del CEO de la marca en ese tiempo, Wolfgang Dürheimer, detalle que fue muy bien recibido por la monarca debido a su cariño por los autos. Actualmente este SUV es uno de los mas salvajes del mundo. De entrada ya cuenta con un motor V8 biturbo de cuatro cilindros que entrega una potencia de 542 CV y 770 Nm de torque.
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