La superestrella mundial de la gimnasia se acaba de comprometer con el jugador de fútbol americano Jonathan Owens. “Eres todo lo que siempre había soñado”, declaró la gimnasta a través de sus redes sociales.
Simone Biles al fin sonríe de nuevo. Vuelve a sentirse ligera, como siempre que nos encandila con sus volteretas. Y ahora acaba de anunciar que se casa. “No puedo esperar a pasar el resto de mi vida contigo”, reza el pie de foto de su última publicación de Instagram, refiriéndose a su futuro marido, el jugador de fútbol americano de los Houston Texans Jonathan Owens, de 26 años.
En la foto podemos ver a Owens arrodillado sosteniendo un anillo con un diamante de talla ovalada. Una propuesta de matrimonio en toda regla. Como en una comedia romántica hollywoodiense, como cuando la vida nos sonríe. Los amigos de Jonathan lo organizaron todo e importalizaron el momento para reproducirlo en las redes sociales.
“El sí más fácil. No puedo esperar a pasar el resto de mi vida contigo. ¡Eres aún mejor de lo que siempre soñé! ¡Casémonos, PROMETIDO!”, anuncia la superestrella mundial de la gimnasia de 24 años (además de campeona olímpica y cinco veces campeona del mundo) que en diciembre fue elegida atleta del año por la revista Time. Simone y Owens se conocieron a través de una aplicación de citas en marzo de 2020 y empezaron a salir nada más conocerse, si bien no hicieron pública su relación hasta finales del verano pasado, cuando Simone subió la primera fotografía de la pareja a su perfil de Instagram.
Fue durante sus días más complicados. Unas pocas semanas antes, Biles había anunciado su retirada de los Juegos Olímpicos de Tokio. No se sentía preparada mentalmente. “Tengo que hacer lo que sea lo mejor para mí y pensar en mi salud mental porque quiero estar bien y hay vida más allá de la gimnasia”, explicó mientras contenía las lágrimas, ocultando su dolor y exponiéndose a la opinión pública.
Y ahora la vida más allá de la gimnasia toma forma dibujando un futuro junto al hombre al que ama y que más cerca ha estado de ella en sus peores momentos. “Tu fuerza y coraje no tienen parangón y cada día me inspiras más. Siempre has sido mi pequeña campeona, no lo olvides nunca. Te quiero mucho y ya sabes que siempre estaré aquí para ti”, fueron las palabras que Owens le dedicó hace unos meses en sus redes sociales, justo cuando compareció ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos. Simone testificó en el caso contra Larry Nassar, el que fuera médico del equipo estadounidense de gimnasia artística condenado por abusar de decenas de gimnastas, entre ellas la propia Biles.
Humildad, dedicación, pasión y talento: Simone vuela alto en la pista y tiene los pies en la tierra en su vida cotidiana. Estos son solo algunos de los motivos por los que Simone Biles se ha convertido en un auténtico símbolo. Fue capaz de dar un paso atrás en los Juegos de Tokio, demostrando “el valor de tener miedo” que solo poseen los grandes campeones. El siguiente paso será hacia adelante. Concretamente, hacia el altar, hacia el hombre que ama y hacia una nueva vida.
Este artículo ha sido publicado en Vanity Fair Italia
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