La digestión es uno de los procesos más importantes para los procesos de pérdida de peso.
La digestión es el proceso donde los alimentos y bebidas se descomponen en nutrientes; los cuáles utilizamos después como fuente de energía y con ello, formar, mantener y alimentar células.
Esta transformación ocurre por hidrólisis, donde participan varios enzimas. Esta digestión puede ser mucho más rápida si los alimentos que se ingieren la noche anterior son livianos, debido a que una parte de este proceso se realiza cuando dormimos.
Este proceso varía su tiempo en base al género, pues no es el mismo tiempo para hombres que para mujeres. Los alimentos tardan de seis a ocho horas en pasar por el estómago y el intestino delgado.
Luego, los alimentos entran en el intestino grueso para mayor digestión, absorción de agua y eliminación de alimentos no digeridos. Esto tarda unas 36 horas en moverse por todo el colon. En general, el proceso desde que se ingiere la comida hasta que sale del cuerpo tarda de dos a cinco días, dependiendo la persona. Sin embargo, hay alimentos que nos pueden ayudan a acelerar este proceso.
Los alimentos que ayudan a acelerar la digestión
1. Infusiones
Infusiones. Foto Shutterstock.
La manzanilla y el poleo son dos infusiones que ayudan a aliviar las digestiones pesadas y calma los espasmos estomacales. También se puede consumir el jengibre como infusión, que es un estimulante digestivo y antibacteriano; y previene la indigestión. Otra buena opción para prevenir la indigestión y reducir los gases son la combinación de anís estrellado y la menta.
2. Sopas calientes
Sopa caliente. Foto: Pexels.
Las sopas calientes son una gran elección para las noches de frío. Aparte de una deliciosa cena, también ayuda al proceso digestivo. Una sopa de pequeñas porciones de verduras de raíz (zanahorias, cebollas, nabos) condimentadas con sal marina, miso, shoyu o umeboshi, son una excelente opción.
3. Verduras y hortalizas frescas
Verduras y hortalizas.
Las verduras y las hortalizas de por sí son saludables, aparte de ligeras y fáciles de digerir. Sin embargo, para una buena digestión se recomienda comerlas en la cena hervidas, al horno, cocidas o en cremas o sopas. Es mejor no ingerirlas crudas, las ensaladas deberían ir en el almuerzo. Las verduras más recomendables son las acelgas, alcachofas, zanahorias, espinacas o espárragos, ricas en vitaminas, fibras y minerales. Las verduras que se deben evitar a la noche son las coles de Bruselas o la coliflor, porque pueden favorecer la aparición de gases.
