Fue durante la audiencia de los miércoles, en la que el Sumo Pontífice habló de fortalecer vínculos entre los jóvenes y sus mayores.
En su discurso dijo que existen lugares comunes sobre vínculos de parentela creados por el matrimonio, sobre todo «entre suegra y nuera» y por eso pidió «superar los prejuicios más comunes«.
«Hoy la suegra es un personaje mítico. No pensemos a la suegra como si fuera el diablo o una mala figura -dijo Francisco- . La suegra es la madre de tu marido o la madre de tu mujer», señaló.
«Es necesario superar el pensamiento de que cuanto más lejos esté, mejor. No, ella es madre, es anciana», subrayó el Pontífice.
Francisco recordó que «lo más bonito para las abuelas es ver a sus nietos»; y pidió a las jóvenes «hacerlas felices«.
Francisco no sólo instó a la comprensión de los jóvenes hacia los mayores. También hizo hincapié en que las suegras «deben poner de su parte» para recuperar o para que funcione dicha relación.
«Si tienen algún defecto, corríjanlo. Tú también, suegra. Porque los celos hacia tu propio hijo pueden ser peligrosos», subrayó.
Para cerrar el tema, Francisco señaló que «la juventud se revela capaz de dar de nuevo entusiasmo a la edad madura» y que «la vejez se descubre capaz de reabrir el futuro para la juventud herida» e insistió en la importancia de «una alianza de las generaciones».
Tras el particular pedido, el Papa volvió a hacer un nuevo llamado a la paz por el conflicto bélico desatado por Rusia en Ucrania; y recibió dibujos de 11 niños huérfanos que estaban presentes en la Plaza y habían escapado de las bombas caídas en su país.
Allí, recibió el regalo de los niños y besó la bandera de su país.
El Pontífice seguía aquejado de una rodilla y pidió disculpas a los fieles presentes en la audiencia porque no pudo permanecer de pie para los saludos.
Entre las personas reunidas al final de la audiencia también se encontraba un grupo de transexuales acogidos por la parroquia de Torvaianica, a la que se habían dirigido en plena pandemia.
Con información de Ansa
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