Luego del que el príncipe Hamza firmara una carta de lealtad al rey, se ordenó silencio absoluto.
El rey de Jordania Abdullah II bin Al Hussein, su mujer y su heredero. Foto: cortesía Corte Hachemita
Jordania está dividido y sorprendido por las denuncias de corrupción e incompetencia hacia gobierno por parte del príncipe Hamza, frustrado heredero al trono e hijo del rey Hussein y la reina Noor. Pero en la noche del lunes, los jordanos se asombraron con la carta de adhesión de Hamza al rey Abdullah, su medio hermano, contra quien supuestamente estaba conspirando, según el ejército y la eficiente y temida Muhabarat o servicios secretos jordanas. Un “apagón informativo” en medios y redes fue ordenado por la justicia para calmar la crisis de los royals.
El rey decidió negociar con Hamza al estilo hachemita. Nombró como mediador al príncipe Hassan, su tío y frustrado heredero al trono, descabezado por Hussein, entonces soberano, para reemplazarlo por el actual Abdullah y el príncipe Hamza como heredero. Nada es fácil entre los Royals pero la disciplina pública y obediencia al soberano son de hierro.
En la mansión del príncipe Hassan en Amman, la nueva generación de la Familia Real hachemita en pleno frente al rebelado príncipe Hamza y su veterano tío. En presencia de Sus Altezas Reales, los Príncipes Hashim Bin Al Hussein, hermano menor de Hamza e hijo de Hussein y la reina Noor, los hijos del frustrado soberano Mohammed, Talal Bin Muhammed, actual ayudante de campo del rey , y el príncipe Ghazi Bin Muhammed, su enviado en cuestiones religiosas y filósofo, y Rashid Bin El Hassan, hijo del príncipe Hassan, todos escucharon la propuesta del tío Hassan y a Hamza.
Semejante cumbre mostraba a la nueva generación de la línea sucesoria hachemita frente al príncipe rebelde. Varias horas después se conoció una carta del príncipe Hamza de lealtad al rey Abdullah, su medio hermano. Un modelo de disciplina pero sin pedido de perdón.
La carta de adhesión al rey
“A lo largo de su gloriosa historia, los hachemitas han personificado un enfoque de gobierno basado en la justicia, la misericordia y la compasión, con el objetivo de servir a la nación, su misión y sus principios. Los hachemitas siempre han sido defensores de una misión y constructores del futuro, que se han dedicado a servir a la patria y a su gente”, sostiene la carta.
“La responsabilidad recae hoy en Su Majestad, el Rey Abdullah II bin Al Hussein, siguiendo los pasos de los antepasados, reforzando los cimientos de una patria querida, regida por su Constitución y sus leyes, fortalecida por la conciencia y cohesión de su pueblo, e impenetrable debido a sus duraderas instituciones nacionales. Lo que le ha permitido a Jordania afrontar todos los peligros y desafíos, venciéndolos con la ayuda y la gracia de Dios”, continúa.
Copia de la carta del príncipe Hamza, respaldando al rey de Jordania.
“El interés nacional debe permanecer por encima de todo. Todos debemos apoyar a Su Majestad , el Rey, en sus esfuerzos por salvaguardar a Jordania y sus intereses nacionales, y garantizar lo mejor para el pueblo jordano, de acuerdo con el legado hachemita de dedicación al servicio de la nación” prosiguió.
“A la luz de los desarrollos de los últimos dos días, me pongo a disposición de Su Majestad , el Rey. Reafirmo que permaneceré siempre comprometido con la alianza de los antepasados, fiel a su legado, siguiendo sus pasos, devoto a su camino y misión, ya Su Majestad el Rey; y comprometido con la Constitución del querido Reino Hachemita de Jordania. Y siempre seré el partidario de Su Majestad el Rey y su Príncipe Heredero”, finalizó.
La mediación del príncipe Hassan, que se preparó toda una vida para ser rey y fue destituido por su hermano Hussein, sirvió para descomprimir la crisis. Fuentes jordanas sostienen que deberá dimitir el jefe del ejército y el de los servicios de inteligencia, que imputaron al príncipe Hamza como responsable en “una conspiración“, que supuestamente involucraba a las tribus beduinas leales al príncipe Hussein.
El diálogo con el ejército
Hamza es militar, comandante de la división blindados, helicópteros y graduado de la universidad de Harvard.
En las redes sociales se filtró el diálogo que mantuvo con el jefe mayor del ejército, que fue a exigirle que se callara en su casa de Amman y lo sometió a arresto domiciliario.
Hamza es militar, comandante de la división blindados, helicópteros y graduado de la universidad de Harvard. Foto: EFE
El príncipe Hamza de Jordania, acusado de estar involucrado en una conspiración contra la monarquía, se presenta a sí mismo como un hombre «libre», que quiere cumplir la promesa de su padre de servir a su país, en la grabación de audio. Es la grabación de la especialmente tensa discusión que el príncipe sostuvo el sábado en su casa con el jefe de Estado Mayor del Ejército , Youssef Huneiti.
“Señor, soy un jordano libre, hijo de mi padre (el rey Hussein). Tengo derecho a relacionarme con mi pueblo y servir a mi país , como le juré a mi padre en su lecho de muerte”, en 1999, le dice. «¿Dónde estaba usted hace 20 años? Yo era el príncipe heredero de este país por orden de mi padre. Le juré que seguiría sirviendo a mi país y a mi pueblo toda mi vida», agregó.
El príncipe aparentemente se irrita cuando el general lo acusa de conocer a demasiada gente, de hablar en las redes sociales sobre la «acción del gobierno y del actual príncipe heredero», el hijo mayor del rey Abdullah II.
«La gente empezó a hablar demasiado. Por eso, le pido a Su Alteza (Hamza) que se comprometa, a partir de este día, a dejar de participar en eventos, dejar de tuitear y limitar sus visitas a la familia hachemita», le dijo el alto funcionario.
El actual rey de Jordania Abdullah II junto a su medio hermano, el príncipe Hamza. Foto: AP
«Debe respetar lo que le acabo de decir porque ha cruzado las líneas rojas», vuelve a afirmar el general, precisando que es “un mensaje conjunto” de él, como jefe de gabinete. Pero también del director de información general y el director de seguridad general del país.
El príncipe responde: «La mala gestión en este país nos destruirá a todos y destruirá la herencia de mis padres y abuelos. Y yo no soy responsable de ello y ustedes saben quién es responsable».
Su discusión termina cuando el príncipe ordena al general que se vaya, diciéndole: «No me amenace en mi casa, la casa del rey Hussein”.
Prohibido hablar del tema
El fiscal general de Ammán, Hassan Abdallat, emitió el martes “una orden de silencio”, que prohíbe la publicación de cualquier noticia relacionada con asuntos relacionados con el Príncipe Hamza u otros detenidos. Un intento por mantener la confidencialidad de las investigaciones, realizadas por los aparatos de seguridad y el escándalo..
Abdallat le dijo a la Agencia de Noticias de Jordania, Petra, que la prohibición continuará «hasta nuevo aviso”. Señaló que “la orden de mordaza” incluye la prohibición de la publicación de fotos o videos relacionados con el asunto, en medios audiovisuales y en las redes sociales.
Este ”apagón informativo”, decretado por la justicia, se anunció cuando la rivalidad entre los simpatizantes del príncipe Hamza y los del rey Abdullah II aparece en las redes sociales con fotos y clips. Intervino después de que el príncipe Hamza, que negó las acusaciones de las autoridades sobre su participación en un intento de sedición, anunciara el lunes -bajo presión de la familia hachemita -que regresaba a las filas, sin enmendar, sin embargo, sus críticas a la monarquía.
La crisis continua
El príncipe Hamza, que acusó al régimen de «corrupción» e «incompetencia», tuvo que ceder ante la presión de su tío, según los expertos. Pero no negó sus duras críticas a la forma en que se maneja el país.
«Al final, lo que el régimen quería se hizo realidad. El príncipe Hassan usó su posición y su edad para presionarlo a firmar la carta y poner fin a esta historia», dijo el politólogo Labib Kamhawi.
La carta fue firmada por el príncipe Hamza en presencia de su hermano Hashem y dos de sus primos. Pero hasta ahora, el príncipe y el rey no se han reunido oficialmente, según medios jordanos.
«Los acontecimientos del fin de semana son la culminación de las tensiones dentro de la familia real jordana. Sin embargo, la crisis no se resuelve”, dijo Ahmed Awad, quien dirige el Centro Phoenix de Estudios Económicos e Informáticos. «Ha habido una solución dentro de la familia real, pero no una solución a la crisis política».
«La verdadera crisis política no ha terminado y continuará mientras no haya más reformas democráticas», dijo.
El rey Abdullah, en uniforme militar, debió llegar a un hospital de Amman, donde había muertos por falta de oxígeno semana atrás, en plena epidemia de Covid. Expulsó a los responsables sanitarios pero el estado de urgencia continúa, ante las protestas de la sociedad civil, que utilizan los mismos argumentos que el príncipe Hamza.
París, corresponsal
ap
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