El padre de Carlos y abuelo de William y Harry venía sufriendo una serie de recaídas por su elevada edad.
El príncipe Felipe murió cuando iba cumplir 100 años. Foto: AFP
El duque de Edimburgo, el príncipe Felipe, marido de la reina de Isabel II, ha muerto a los 99 años, según anunció la Casa Real británica en un comunicado.
«Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo«, indicó la monarquía británica y añadió que el príncipe «falleció pacíficamente en el Castillo de Windsor» en la mañana de este viernes.
El comunicado a su vez agregó que harían «nuevos anuncios a su debido momento», antes de señalar que la Familia Real británica se unía «a la gente en todo el mundo en llorar esta pérdida«.
El duque de Edimburgo, el príncipe Felipe, marido de la reina de Isabel II, ha muerto a los 99 años. Foto: AFP
La muerte del príncipe Felipe se produce algo más de tres semanas de que fuera dado de alto de un hospital británico el pasado 16 de marzo, luego de haber estado un mes internado, primero por una infección , y luego por una intervención en el corazón.
Punto de referencia de la corte británica durante décadas, el duque de Edimburgo había celebrado en noviembre 73 años de matrimonio con Isabel, de casi 95 años. En junio hubiera cumplido 100 años.
«Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad«, había dicho hace unos años con su particular sentido del humor.
Si su esposa, que llegó al trono en 1952, batió todos los récords de longevidad como monarca, Felipe fue el consorte que más años ostentó ese honor. Lo era desde 2009, cuando superó a Carlota, la esposa de Jorge III.
El anuncio colocado afuera de Buckingham Palace donde se informa que ha fallecido el Príncipe Felipe. Foto. REUTER
«Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén«, dijo una vez la reina, poco proclive a hacer demostraciones de cariño en público.
Una vida de casi un siglo
Su vida abarcó casi un siglo de historia europea. Nació en el 10 de junio de 1921 en la isla griega de Corfu como un miembro de la familia real griega, y terminó como el consorte más longevo de Gran Bretaña durante un turbulento reinado en el que la monarquía milenaria se vio obligada a reinventarse para el siglo XXI.
De ascendencia alemana, era el quinto hijo de Alicia de Battenberg y Andrés de Grecia. La familia huyó meses después, cuando se proclamó la república helénica y se refugió cerca de París.
Una foto de 1947 donde se ve al Teniente Philip Mountbatten, tal como era el nombre del Príncipe Felipe en ese momento, en un cenro de entrenamiento militar de Inglaterra. Foto: AP
Su padre era asiduo de los casinos de Montecarlo. La madre, depresiva, ingresó en un convento. Felipe tenía 10 años. Dejado en manos de parientes lejanos, frecuentó colegios en Francia, Alemania y Gran Bretaña hasta terminar en un austero internado escocés.
Ingresó luego en la Marina Real británica y participó activamente en los combates durante la Segunda Guerra Mundial en el océano Índico y el Atlántico.
Era un joven de 18 años cuando conoció a Isabel antes de la guerra. Lilibet, como la apodaba su madre, tenía 13 años y se enamoró. Se casaron ocho años más tarde, el 20 de noviembre de 1947. Felipe, nombrado duque de Edimburgo, tuvo que renunciar a sus títulos de nobleza anteriores y a su religión ortodoxa.
En febrero de 1952, la muerte prematura de su suegro, el rey Jorge VI, marcó el fin de su carrera de oficial en la Marina e inauguró la de príncipe consorte que le siguió el resto de su vida.
Una foto del Príncipe Felipe de 1993. Foto: REUTER
En 2017, se había retirado de las actividades públicas. Era conocido por sus comentarios ocasionalmente racistas y sexistas, y por haber cumplido con empeño más de 20.000 compromisos reales para impulsar los intereses británicos en el país y en el extranjero.
Sin embargo, según Lord Charteris, ex secretario privado de la monarca, su principal valor fue haber sido «el único hombre del mundo en tratar a la reina como un ser humano, de igual a igual», explicó una vez.
Dirigió cientos de organizaciones benéficas, fundó programas que ayudaban a los escolares británicos a participar en desafiantes aventuras al aire libre y desempeñó un papel destacado en la crianza de sus cuatro hijos, incluido su hijo mayor, el Príncipe Carlos, heredero del trono.
Alto y tieso, siempre detrás de la reina como exige el protocolo, Felipe asumió con mejor o peor disposición su papel de secundario.
Según admitió, le hicieron falta años de aprendizaje para encontrar su lugar a la sombra de Isabel II y en el corazón de los británicos, pero luego disfrutó de un alto índice de popularidad, al igual que su esposa.
A menudo intentó salirse con la suya, pero acabó entrando en razón.
Como en enero de 2019, cuando un accidente de tráfico reveló que seguía conduciendo a los 97 años. Pese a las críticas, volvió a tomar el volante dos días después y sin llevar el cinturón de seguridad. Pero tres semanas más tarde cedía a la presión y entregaba su permiso de conducir.
Fuente: agencias
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