Desde el flamante Sexo Sentido. Animate a disfrutar de tu universo erótico (Editorial El Ateneo), la ginecóloga y sexóloga Florencia Salort comparte sugerencias para encenderse.
Más allá del tiempo en pareja que llevemos o incluso cuando nos encontramos sin pareja, muchas veces el deseo sexual nos pasa por al lado, casi sin rozarnos y hasta a veces nos acostumbramos a vivir con su ausencia. No es obligatorio sentir deseo sexual, pero si esto nos preocupa, sugerencias para que te pongas en marcha para recuperar tu deseo y te enciendas.
1 – Reconocer el conflicto
“No tengo ganas” es la realidad. Cuesta mucho asumir que una no tiene ganas, pero la realidad es que el deseo fluctúa a lo largo de la vida y, cuando ocurre, nos ponemos excusas. “Que es por eso o lo otro”, pero ambas sabemos que son excusas diarias. Saquémonos la venda de los ojos.
2 – Tener ganas de que vuelva el deseo
La mayor disfunción sexual que tenemos son las expectativas sobre lo que hay que hacer para tener sexo. No podemos apropiarnos de lo que nos gusta. Estamos llenas de revistas o páginas de internet que nos dicen cuáles son los pasos para ser una excelente amante en la cama y la frecuencia ideal, y sentimos que nunca estamos a la altura. Saquémonos los rótulos, las etiquetas y mirémonos con amor y compasión para llegar a nuestra verdad. Y si los cambiamos… ¿qué?
3 – Accionar hacia el deseo
Esto parece fácil pero no lo es. Muchas veces creemos que estos temas se tienen que resolver por arte de magia. Y no es así. El deseo, la mayoría de las veces, no es espontáneo y que tenemos que propiciar los estímulos. Para que aparezcan los debemos buscar y hacerlos presentes para que nos activen. Si no podemos solas y lo necesitamos, vayamos a buscar ayuda: terapeuta sexual, mindfulness, terapia cognitivo-conductual, etc.
4 – Tener expectativas reales
Debemos potenciar nuestras prácticas sexuales, abrir la cabeza. Y con esto no me refiero a probar cosas nuevas sino a flexibilizar el modo y los pasos para lograr “el buen sexo”. Recuerden: todo nuestro cuerpo (y su piel) es una zona erógena y que cada cual debe recorrer su propio camino en cuanto a lo que le gusta y comunicarlo.
5 – Comunicar lo que te sucede
¿Sabés la cantidad de parejas que no hablan? Necesitamos decir lo que nos gusta. La clave es, como siempre les digo, la comunicación, en todos los ámbitos, pero ni hablar en el plano sexual.
6 – Priorizarte
Es momento de que, si lo hacías por tu pareja, ahora lo hagas primero por tu propio placer. Es fundamental que le des importancia a tu goce. Tenés que conocerte, animarte a explorar, romper cadenas, prejuicios, empezar a vivir la sexualidad y el sexo para tu disfrute.
7 – Evaluar los estereotipos de belleza
La posibilidad de gozar no tiene que ver con las medidas perfectas ni con la ausencia de celulitis. El goce tiene que ver con la actitud y con estar disponibles. Recién ahí nos acompaña el cuerpo a nivel sensorial.
8 – Estimular las fantasías
Estamos todo el día resolviendo temas del trabajo, la casa, el supermercado, las reuniones, la familia, etc. Me pregunto… ¿Qué estamos haciendo para seducirnos, para conectarnos, para conquistarnos, para atrevernos, para animarnos a disfrutar? Necesitamos salir de la monotonía. Para esto, nosotras también necesitamos erotizarnos. Intentemos leer historias que nos “enciendan”, vernos lindas y sentirnos sensuales, estimularnos con imágenes, música, aromas que nos gusten y enviar mensajitos de seducción para ir calentando motores mentales. La idea es erotizar tu mente, autoerotizarte y pensar sexualmente.
9 – Crear un espacio de intimidad
¿Qué necesita el sexo de nosotras? Necesita espacio para la intimidad y que se dé. Es como querer empezar a ir al gimnasio: lo tenemos que agendar. Recordemos que el deseo, en general, no es espontáneo. La escasez de momentos y espacios para encontramos con nuestra pareja hacen que el deseo se vaya perdiendo y, cuando lo queremos encontrar, nos acostumbramos a que no exista. Tenemos que planear y reservar momentos para acercarnos.
10 – Resolver factores previos
Es preciso que nos ocupemos de enfermedades previas y procesos crónicos a través de la consulta con un especialista y el posterior tratamiento.
La conexión con el cambio siempre es positiva. Para poder cambiar es necesario reconocer lo que nos sucede y recorrer el camino de la verdad con respecto a nuestros sentimientos y deseos. A veces los cambios son duros y sirven para darnos cuenta de que tenemos que tomar decisiones y replantear la pareja, o incluso tomar distancia o separarnos. Y quizás sea el camino para redescubrir una pareja que no veían y para empezar a gozar. Así que, ¡a transitar el camino con los ojos abiertos! Eso sí, soltar los resultados, entregarse al camino y dejarse fluir.
Por la médica ginecóloga y sexóloga Florencia Salort, médica y docente del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano de Buenos Aires. Autora de Sexo Sentido. Animate a disfrutar de tu universo erótico (Editorial El Ateneo). En Instagram, @flordegineco.
Responder