El mundo del placer y la innovación tecnológica van de la mano con el crecimiento de la industria de los juguetes sexuales. Lejos del tabú y los estereotipos de décadas pasadas, la robótica se suma a un ámbito que declara, entre varias premisas, la liberación de los cuerpos y la versatilidad de accesorios que prometen nuevas sensaciones para personas solteras y en pareja.
El aumento de la venta de juguetes sexuales desde el inicio de la pandemia y su función para fortalecer el suelo pélvico son dos factores que amplían un mercado que sigue innovando.
A continuación, una selección de cinco juguetes sexuales destacados del último tiempo. Y para cerrar, prejuicios, mitos y consejos a la hora de usar estos sex toys.
Los 5 juguetes sexuales más curiosos
Ahora, entre los últimos lanzamientos de sex toys, hay cinco que apuntan a ser los más innovadores en lo que va de año.
Osé 2: se renueva el juguete sexual que calificaron de “inmoral” y provocó un reclamo mundial
El masajeador robótico Osé, de la firma italiana Lora DiCarlo, es quizá uno de los juguetes sexuales que ha generado más controversia en los últimos años. Su tecnología no se basa únicamente en la creación de vibraciones, sino en la “biomímica”, que replica la sensación de los dedos, la boca y la lengua en el punto G, en simultáneo con el succionador de clítoris.
El nuevo modelo, el Osé 2, incluye una opción que permite desarmarlo para utilizar las dos partes de manera independiente.
Francesca Gnecchi, periodista diplomada en sexualidad y directora de Erotique Pink (en Instagram, @alasparatusexualidad), señala que este es uno de los juguetes más avanzados a nivel mundial y cuenta a Clarín que está dentro del catálogo porque “la boutique tiene perspectiva de género y me gusta descubrir a mujeres emprendedoras que, a pesar de los tabúes, se meten de lleno en esta industria”. Con ello, se refiere al debate que causó el Osé.
Es que, gracias al producto, en 2019 la compañía liderada por Lora Haddock DiCarlo ganó el premio por Innovación de la reconocida Feria Internacional de Electrónica de Consumo (CES por sus siglas en inglés), celebrada anualmente en Las Vegas.
El Osé, desarrollado junto al laboratorio de ingeniería y robótica del departamento de Desarrollo de Prototipos de la Universidad Estatal de Oregón, se llevó el galardón en la categoría de Robótica y Drones. Sin embargo, antes de la exhibición del producto, DiCarlo fue notificada de que no podría presentarse en la feria y que el premio había sido revocado por la CTA.
La junta sostuvo que, según sus estatutos, el prototipo era parte de “productos inmorales, obscenos, indecentes, profanos o que no estén de acuerdo con la imagen de CTA” y lo descalificó. Di Carlo inició entonces una campaña a través de una carta abierta en la acusó a la CTA por sus sesgos de género e hizo viral la etiqueta #CESGenderBias.
La empresaria señaló que se permitía la sexualidad explícita de los hombres con la exhibición de “un robot sexual literal en la forma de una mujer de proporciones poco realistas”, pero que se prohibía y desacreditaba un producto pensado para a sexualidad femenina.
El premio le fue devuelto cuatro meses más tarde y, en 2020, la supermodelo británica Cara Delevingne se volvió codirectora de la firma. El caso sentó un precedente para el negocio del sex-tech y, en 2020 y 2021, los juguetes sexuales ya se consideraron como concursantes permanentes en la feria.
Lola Di Carlo ganó dos premios en el CES 2021 en la categoría Robótica con el Baci-Baci y el Ondata, un juguete que, según la página del CES funciona también como «un micro-robot que funciona con estimulación terapéutica para tratar atrofia vulvovaginal».
El Satisfyer Pro 2: el «superventas» más solicitado
La empresa alemana Satisfyer sigue a la vanguardia con un rediseño de su primer modelo. La aplicación que sirve para controlar de forma remota varios de los nuevos modelos ganó el premio a la Innovación en la CES de 2021 en la categoría de Bienestar y Salud.
Según Mariana Rincón (en Instagram, @juguetologa.ar), «juguetóloga» y encargada de la sex shop Buttman, se trata de uno de los productos más vendidos. Explica a Clarín que, a diferencia del modelo anterior que requería de pilas, el Pro 2 se recarga por USB y su tecnología de «ondas de aire» es uno de sus diferenciales.
«Lo llaman succionador, pero este aparato no chupa. La estimulación clitorial se da porque tiene una boquilla con una profundidad de un centímetro donde se mueven onditas de presión de aire que están regidas por un pulsador dentro del juguete. No es algo que apoyás directamente en el clítoris como otros más clásicos», precisa Rincón.
El Lovense Lush 3: un huevo vibrador con más potencia y conectividad remota
Lovense, la firma singapurense fundada en 2010 por Dan Liu, patentó varios vibradores durante su trayectoria, haciendo énfasis en la posibilidad de controlar los dispositivos de manera remota desde hace más de siete años. Con su último lanzamiento indican que mejoraron uno de sus productos estrella: el vibrador tipo huevo o bala Lush 3.
Rincón explica que este estimulador del punto G también está entre los más buscados de la tienda porque mejoró el sistema de conectividad, el motor aumentó la potencia —únicamente para ser utilizado como estimulación vaginal— y cambió «la colita» en forma de U para mejorar su ajuste al cuerpo.
El We-Vibe Nova 2: un nuevo «conejito»
Este nuevo modelo del juguete de doble estimulación (del clítoris y de la zona G) de la marca We-Vibe mejoró su ergonomía para que pueda ajustarse a cualquier cuerpo.
El vibrador conejito, creado en 1983, le debe mucho al fenómeno de la televisión Sex and the city y su consagración definitiva fue el 2 de agosto de 1998, cuando se emitió el capítulo “La liebre y la tortuga”. En el episodio, Miranda Hobbes blanquea que usa “su conejito” en el brunch habitual con las protagonistas de la serie.
Desde entonces, el conejito —llamado así por la similitud de su brazo corto con las orejas del animal— se ha popularizado y decenas de marcas ofrecen propuestas. En el caso de We-Vibe, tiene la posibilidad de manejarse a distancia a través de la aplicación de la marca.
Arcwave VOY: el stroker o acariciador de silicona
En el caso de las personas con pene, la marca Arcwave propone un stroker (acariciador) de silicona con un sistema de ajuste de presión para el momento de la masturbación.
Johanna Rief, directora de empoderamiento sexual de la empresa, afirma que según el último estudio mundial de 2021 de Arcwave “el 55% de los hombres de todo el mundo se masturban sin utilizar ningún juguete”.
Por esto, añade que una de las características del producto para “llevar esa experiencia manual al siguiente nivel” es el sistema de ajuste que “elimina el esfuerzo e intensifica el placer al dirigirse a los receptores Merkel-Ranvier del pene».
Prejuicios, mitos y consejos a la hora de usar juguetes sexuales
Entonces, frente al auge de estos accesorios, ¿desaparecieron los prejuicios? En absoluto. Para la psicóloga y sexóloga Mariana Kersz (en Instagram, @lic.marianakersz) todavía existe la dificultad para poder incorporar juguetes sexuales en parejas.
“Cuando las personas con vulva vienen solas (a la consulta) no tienen inconvenientes en incorporar juguetes en su rutina de autoconocimiento y autosatisfacción; sin embargo, cuando aparece la posibilidad de incorporar juguetes para parejas, hay dudas e incertidumbre sobre cómo lo va a tomar la otra persona o el tipo de comentarios que ya han manifestado de ‘si usás eso no me vas a necesitar más a mí’. Los juguetes sexuales lejos están de aquellos primeros dildos realistas de plástico”, comenta.
La especialista destaca que “los juguetes sexuales vienen a complementar la vida sexual de las personas, no reemplazan a nadie ni tampoco es esa su función”. En este sentido aconseja que quienes sientan el deseo de probar con alguno vayan “de menos a más”.
En primer lugar, Kersz recomienda preguntarse “¿qué es lo que me gusta en el sexo?”, para elegir uno adecuado, con texturas suaves, y acompañar su uso con la aplicación de lubricantes. Si se trata de personas más experimentadas, explica que “hay un nuevo mundo en sex gadgets que pueden ser muy divertidos como los que se operan a distancia”.
¿Juguetes con o sin género?
Ante las nuevas perspectivas de género e identidades se ha elevado la pregunta sobre un binarismo en la promoción de los juguetes sexuales, ¿deberían ser tratados por género? Kersz se opone a esta visión.
“Los juguetes no tienen, ni deberían tener género. Muchas personas con pene dicen sentirse intimidados ante la posibilidad de incorporar un juguete sexual, pero es una visión sesgada de la sexualidad, la limita únicamente a un pene y una vagina. Los juguetes sexuales vienen a complementar la vida sexual de las personas. Son eso: objetos”, aclara Kersz.
En todo caso, la sexóloga deja en claro que, además del uso de los sex toys y las nuevas experiencias que pueden proporcionar, es el disfrute de las sensaciones y el “mantener la mente en modo erótico” la clave del asunto.
“Cuando dejemos de sentirnos intimidados por un aparato que vibra y comprendamos que el verdadero poder del erotismo no está únicamente en estimular los genitales, sino en erotizar la mente, descubrir el cuerpo y liberar los tabúes, ahí probablemente habremos entendido que todo lo que podamos sumar en la cama —y fuera de ella, ¿por qué no?— viene a mejorar nuestra calidad de vida sexual”, remata.
Responder