Contiene aspirina y fármacos que ayudan a controlar la presión y el colesterol en un solo comprimido.
La polipíldora que combina aspirina y medicamentos para controlar la presión arterial y el colesterol en un solo comprimido continúa sumando evidencia que respalda su uso.
Ya se había demostrado que ayudaba a los pacientes a cumplir con el tratamiento y ahora se comprobó que disminuye un tercio la mortalidad cardiovascular en quienes ya sufrieron un ataque al corazón.
«Los resultados del SECURE revelan, por primera vez, que la polipíldora que contiene aspirina, atorvastatina y ramipril logra reducciones clínicamente relevantes en los eventos cardiovasculares recurrentes en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio», dijo Valentín Fuster, investigador principal del trabajo.
Fuster, uno de los mayores referentes de la cardiología mundial y «padre» de la polipíldora desarrollada hace 15 años en la institución que dirige, el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España, anunció los resultados en el Congreso Europeo de Cardiología (ESC), que se lleva a cabo en Barcelona.
«La adherencia al tratamiento después de un infarto agudo de miocardio es esencial para una prevención secundaria eficaz«, destacó en un comunicado distribuido por el CNIC José María Castellano, director científico de la Fundación de Investigación HM Hospitales y primer autor del estudio. Los resultados fueron publicados en The New England Journal of Medicine (NEJM).
La prevención secundaria apunta, básicamente, a reducir el riesgo de nuevos episodios cardiovasculares en pacientes que ya superaron un evento.
«La polipíldora, por ser una estrategia muy sencilla que aúna tres de los tratamientos basales en este tipo de pacientes, ha demostrado su valor ya que el aumento de la adherencia implica que están siendo mejor tratados y, gracias a ello, tienen un menor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares», añadió.
«Sabíamos que la polipíldora era una gran estrategia para mejorar la adherencia, pero faltaba una información contundente que pudiera demostrar que esto se asociaba a un mejor pronóstico para nuestros pacientes. Así que esta es una gran noticia para para todos», celebró en diálogo con Clarín desde Barcelona el cardiólogo argentino Álvaro Sosa Liprandi, presidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC).
La polipíldora con aspirina está indicada en personas que ya sufrieron infarto. Foto Shutterstock.
Cómo está compuesta la polipíldora
Por definición, la polipíldora contiene tres o más principios activos. La que se usó en el marco del estudio -y está disponible en Argentina- contiene 100 mg. de ácido acetilsalicílico (aspirina, que tiene efecto antiplaquetario), 20/40 mg. de atorvastatina (reductor del colesterol; en el país está la presentación de 20 mg) y dosis de 2.5, 5 y 10 mg. de ramipril (antihipertensivo).
Todos esos fármacos forman parte del «menú» clásico que deben tomar a diario las personas que sufrieron un evento cardiovascular (infarto o ACV, por ejemplo).
¿La ventaja de la polipíldora? Los reúne a todos en uno, facilitando la toma y, por lo tanto, el cumplir con la terapia (adherencia). Además, es más barata que comprar los medicamentos por separado.
La iniciativa, recuerda Sosa Liprandi, fue sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2002.
En Argentina, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC) emitieron un documento en 2017 en el que advertían por su subutilización e impulsaban una mayor prescripción de la polipíldora.
«En 2019 publicamos un consenso en América, en el que participó la SIAC, en el que establecíamos la enorme importancia de esta estrategia. Y con estos resultados estamos más convencidos que nunca. Disminuye la cantidad de eventos cardiovasculares y eso es tremendamente importante», subrayó Sosa Liprandi.
Un tercio menos de mortalidad
El estudio SECURE -que fue financiado por la Unión Europea- incluyó a 2500 pacientes de 7 países europeos que habían sufrido un infarto de miocardio, con una edad promedio de 76 años y múltiples factores de riesgo cardiovascular: 8 de cada 10 tenían hipertensión, casi el 60% diabetes y la mitad antecedentes de tabaquismo.
Fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: unos recibieron el tratamiento estándar (los fármacos por separado) y los demás la polipíldora.
Tras un seguimiento medio de tres años, el estudio encontró un 24% menos de riesgo acumulado de presentar eventos cardiovasculares mayores (muerte por causa cardiovascular, infarto de miocardio o ACV) o de necesitar revascularización urgente en quienes fueron asignados a recibir polipíldora.
No obstante, los autores consideran especialmente relevante los efectos de la polipíldora sobre una de las variables más determinantes, la incidencia de muerte cardiovascular, que disminuyó en un 33% (se registraron 77 muertes en el grupo de tratamiento estándar y 48 en el de polipíldora).
Sosa Liprandi destacó que los pacientes enrolados en la rama de control -es decir, aquellos con los que se comparó el uso de la polipíldora-, «estaban muy bien tratados, incluso con estatinas también de alta intensidad y con las mismas drogas, pero en forma separada».
Pese a eso, «la combinación de los fármacos en un solo en un solo comprimido se asoció a un mejor pronóstico y a una significativa reducción en la tasa de eventos cardiovasculares en el seguimiento, y de revascularización», sostuvo. «Es un resultado muy importante», insistió.
¿Por qué la polipíldora es más efectiva?
Si todos los participantes fueron tratados con los mismos fármacos, pero administrados de forma diferente (por separado o combinados en un solo comprimido), ¿cómo se explica la mayor efectividad de la polipíldora?
«Lo más probable es que el mecanismo que produce las mejoras esté vinculado exclusivamente con el tema de la adherencia«, arriesgó el médico argentino.
«Al indicar una sola píldora generás un incremento en la adherencia muy significativo que ya fue demostrado anteriormente (en estudios de los que participaron pacientes argentinos), de alrededor de un 40%«, precisó.
«Tomando un solo comprimido, la posibilidad de los pacientes de abandonar la medicación es mucho menor. Por eso, probablemente, utilizando las mismas drogas logramos mucho mayor impacto», insistió.
Obstáculos para el uso de la polipíldora
La polipíldora no solo es más barata, sino que mejora la adherencia y ahora se comprobó que también es más efectiva que dar los fármacos por separado. Sin embargo, desde diversos sectores advierten que se encuentra subutilizada.
«Con respecto a la utilización de la polipíldora en términos generales estamos mal en Argentina y en todo el mundo«, admitió el presidente de la SIAC.
El cardiólogo identifica dos obstáculos principales. Uno es la resistencia de los profesionales de la salud.
«El médico está acostumbrado a recetar los fármacos en forma separada. La mejora en la adherencia era un concepto más abstracto. En la conciencia del médico es muy importante la efectividad de la droga y ahora tenemos este dato: a partir de hoy sabemos concretamente que los eventos cardiovasculares son mucho menores con la polipíldora, por lo tanto hay un beneficio concreto para el paciente en términos de pronóstico», abundó.
«Por eso esta es una enorme noticia para vencer la resistencia y cambiar el modelo de prescripción.»
La segunda barrera la presenta el sistema de salud. «Hay obras sociales en Argentina que no aceptan todavía las combinaciones fijas. Algo insólito si tenemos en cuenta que las combinaciones fijas para hipertensión fueron declaradas medicaciones esenciales por la OMS».
Un nuevo capítulo
«Hoy con este resultado se abre un nuevo capítulo -manifestó entusiasmado Sosa Liprandi-. Estamos muy contentos y muy esperanzados en que realmente con estos resultados la polipíldora se imponga como tratamiento de elección.»
Y destacó que posiblemente las dos figuras más importantes de la cardiología mundial, que son Valentín Fuster y Salim Yusuf, «están absolutamente involucrados con el proyecto de la polipíldora». Fuster para su uso en prevención secundaria y Yusuf en prevención primaria (antes de que el paciente sufra eventos cardiovasculares).
Polipíldora en prevención primaria
La polipíldora en prevención primaria está indicada en pacientes que, a criterio del médico, necesiten tratar hipertensión y reducir el colesterol. La diferencia con la otra es que no contiene aspirina.
«Atacar estas condiciones simultáneamente (hipertensión y dislipidemia) puede tener un gran impacto en la población», dijo sobre la nueva polipíldora para prevención primaria el cardiólogo Fernando Botto, durante la presentación de los resultados del estudio HOPE 3, en el Congreso Nacional de Cardiología, que se llevó a cabo en junio en Córdoba.
«El tratamiento de drogas combinadas redujo un 30% el riesgo, por ello la polipíldora en prevención primaria aportaría beneficios personas sin antecedentes», destacó Botto, jefe del área de investigación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Fuente: Clarin
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