Crónica de un recorrido por Malta, Nápoles y Córcega.
Falta poco para zarpar y todos los pasajeros ya están a bordo del crucero. La tripulación desmanteló el control de seguridad y los pasajeros van de acá para allá conociendo todos los recovecos del Vista, este barco que nos llevará por el Mediterráneo y será nuestro hogar por los próximos 8 días.
En la cubierta hay cada vez más personas. Algunas ya andan probando sándwiches y tragos mientras que otras se relajan en las reposeras o sacan fotos del paisaje.
A las 19 en punto, tal y como lo decía el cronograma, las ruinas de la fortaleza que supo proteger al puerto de Civitavecchia, cerca de Roma, empiezan a verse más pequeñas marcando el comienzo del viaje inaugural del nuevo barco de Oceania Cruises.
El puerto de Civitavecchia Foto Shutterstock.
La ciudad italiana desaparece por completo y el paisaje se torna celeste gracias a un cielo primaveral impoluto, que en el horizonte parece tocarse con la inmensidad del mar Tirreno, donde el barco va dejando una gran estela a su paso.
Cae la noche y la vida a bordo empieza a tomar color. Se ven pasajeros vestidos elegantemente para ir a cenar; en Martinis, un bar ubicado en el sexto piso, hay un show de piano; y de a poco, entre los huéspedes se empieza a correr la voz de que en Founders, el bar pequeño que está al lado del casino, hay una excelente y exótica coctelería con tragos cuyas presentaciones se ganan una foto en Instagram.
Como bien señala Currents, el diario que nos dejan sobre la cama para no perdernos ninguna actividad y explicarnos las condiciones de navegación, este es un viaje especial, ya que es un itinerario creado únicamente para la inauguración del barco, que nos llevará a conocer -aunque siempre puede haber imprevistos- cuatro destinos: Malta, Nápoles, Cerdeña y Córcega.
Martinis, el bar de Vista donde realizan presentaciones en vivo. Foto Luxe Latam
Primera parada
Cuando se llega a un nuevo puerto el día comienza temprano, pero parece que a nadie le importa madrugar porque la emoción de conocer un destino es más fuerte que las ganas de dormir.
Cerca de las 9 de la mañana ya estamos recorriendo las calles de La Valeta, capital de Malta.
Muralla y edificios ocre, una postal del centro histórico de Valeta. Foto Shutterstock
La historia de continuas invasiones y diferentes dominaciones se mantiene latente en la extensa muralla que recubre el centro histórico.
También en cuestiones culturales, por ejemplo, después de estar bajo el dominio de Napoleón Bonaparte, la isla pasó a ser parte del imperio británico hasta su independencia y, por supuesto, aquí se maneja del lado derecho.
Otra curiosidad es el idioma. El inglés es el oficial junto con el maltés, una lengua que deriva del árabe magrebí, pero se expresa en alfabeto latino.
El centro está en altura. Se puede subir en ascensor o por una rampa. Foto Viajes/ CD
Según nuestro guía, una persona que habla árabe puede entenderlos perfectamente. El idioma también toma vocablos italianos, griegos y españoles, debido a la posición de la isla y los dominios que tuvo.
En La Valeta hay mucho para ver. Toda esta historia hace que el centro sea un museo a cielo abierto, de hecho, la capital fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco convirtiéndose en una de las ciudades históricas más densas del mundo: en 55 hectáreas hay 320 monumentos.
Sus calles son encantadoras: los edificios son todos de un color ocre con balcones de colores; hay amarillos, rojos, celestes, violetas, verdes. Las veredas son muy angostas, algunas van en subida y otras en bajada, a veces, se convierten en escaleras. Hay numerosos lugares donde comer, muchas iglesias para visitar y decenas de callejones que descubrir.
Callecitas estrechas y balcones de colores, una vuelta por La Valeta. Foto Shutterstock
El gran imperdible: los jardines de Barraka, divididos en Upper Barraka (arriba) y Lower Barraka (abajo). Están construidos sobre la pared de la muralla y por eso uno está arriba del otro.
Si bien son de los espacios verdes más lindos de Malta y desde aquí se obtiene una de las vistas más asombrosas de la ciudad y el puerto, su popularidad se debe a la línea de cañones que están debajo de los parques. Todos los días, a las 12 y a las 16, se tiran salvas de cañón y los parques se llenan de turistas que quieren ver el espectáculo.
Otro de los puntos de interés más buscado por los visitantes, y por el que hay que tener paciencia porque siempre hay fila, es la Concatedral de San Juan. Los ojos se desesperan al ver esa maravilla arquitectónica, hasta la decoración del piso sorprende a los que entran.
Dos veces al día se lanza una salva de cañones. Foto Shutterstock
Para quienes estén más de un día en Malta, se recomienda visitar pueblos aledaños a la capital que están muy cerca.
Nosotros hacemos una parada express en Vittoriosa o Birgu, en maltés. Nos perdemos por callecitas angostas, fotografiamos los balcones de colores, conocemos la puerta de la ciudad y en la plaza principal probamos un pastizzis, un pastelito tradicional salado y relleno de ricota.
También pasamos por Marsaxlokk, una villa pesquera con muchos viñedos. Su principal atractivo es la costanera, repleta de pequeñas embarcaciones, puestos de souvenirs y restaurantes ubicados uno al lado del otro.
Puerta de Birgu. Foto Viajes/ CD.
Para quienes les guste probar sabores locales, la comida maltesa tiene influencia siciliana, británica y un poco de árabe. El plato nacional se llama fenkata, espaguetis con conejo; la carne se cocina con vino, papas y ajo. Otro plato popular es el pescado, llamado lampuki, que se sirve como sopa, estofado o pastel.
Después de pasar casi dos días en Malta, nos despedimos de la isla de una forma muy especial: mientras el barco zarpa, disparan los cañones de La Valeta y tenemos una vista privilegiada del evento.
Suelo italiano
Un cielo gris con lluvias intermitentes nos recibe en nuestra segunda parada: Nápoles, un destino caótico pero encantador, donde el fervor por el fútbol y el amor por Maradona invaden hasta al argentino menos futbolero.
En una caminata de pocas cuadras se pueden encontrar numerosas referencias al astro futbolístico. De los balcones cuelgan banderas y camisetas con su cara, en las tiendas de souvenir todo tiene su imagen, en una vinoteca cuelgan bufandas con la inscripción Maradona y una popular pizzería lleva el nombre de “Santa Maradona”.
El famoso mural de Maradona convoca a numerosos visitantes en busca de una foto. Foto Viajes/CD.
En la Via Emanuele de Deo se encuentra el famoso mural del Pelusa. La particularidad es que la cara del jugador está pintada sobre una ventana que, según cuenta la leyenda urbana, solo se abrió con las victorias de Napoli, el club local, y cuando Argentina ganó en Qatar.
El lugar es un oasis argento que convoca a varios turistas que sacan fotografías y compran camisetas u otros souvenirs.
A todos estos homenajes callejeros, ahora hay que sumarles las expresiones de cariño dedicadas al Napoli, campeón reciente de la Serie A consiguiendo el Scudetto después de 33 años.
Las calles de Nápoles están repletas de homenajes dedicados al club local. Foto Peterluga
Banderas blancas y azules, carteles con la inscripción Forza Napoli y camisetas de los nuevos ídolos, hoy son parte del paisaje de Nápoles, la tercera ciudad más poblada de Italia.
Pero además del amor por la camiseta, acá hay mucha historia y cultura. Los principales puntos de interés, por suerte, están a pocos metros del puerto. El primero que encontramos es el Castel Nuovo (Castillo Nuevo), una fortaleza construida entre 1279 y 1282. En este momento se encuentra rodeado de andamios por obras de mantenimiento, algo poco pintoresco para la foto…habrá que volver.
Un imperdible es la Galleria Umberto I, una de las más populares del país junto a la Vittorio Emanuele de Milán. Fue construida entre los años 1887 y 1890 y está cubierta por una estructura de hierro y vidrio, decorada con numerosas estatuas. Adentro hay varias tiendas y restaurantes.
Turistas paseando por la Galería Umberto I. Foto Shutterstock
El recorrido continúa por laPiazza del Plebiscito, la plaza principal de la ciudad. De un lado vemos el imponente Palacio Real, el cual concentra al poder político hace tres siglos, y donde funciona la Biblioteca Nacional y un museo sobre la historia del edificio. Del lado opuesto, encontramos la Basilica Reale Pontificia San Francesco da Paola con su majestuosa fachada llena de columnas.
Una joya de esta área, que a varios turistas se les pasa por alto, es Gambrinus, el café más famoso de Nápoles, que abrió por primera vez en 1860 y cuenta con una rica historia familiar.
Aunque uno no vaya a consumir, vale la pena ingresar y ver su interior que resguarda lo mejor de la Belle Epoque, con sus salas decoradas con mármoles y numerosas pinturas. Eso sí, no tentarse es casi imposible.
Vista a la Basílica Reale Pontificia San Francesco da Paola. Foto Shutterstock
Así que aprovechamos la excusa de que estamos en un lugar histórico y probamos la famosa sfogliatella, una especie de pastelito dulce relleno con ricota y un poco de fruta.
Sin más tiempo, volvemos al barco. Arrivederci Napoli.
La escala que no fue
Es un nuevo día a bordo y la mayoría de los pasajeros están desayunando casi listos para desembarcar en Cerdeña, destino que ya es posible visualizar por las ventanas. Sin embargo, los planes cambian.
“Buen día damas y caballeros. Lamentamos informarles que debido a las condiciones climáticas y para garantizar su seguridad, las autoridades portuarias y nuestro capitán, han decidido no atracar en Olbia”, se escuchó a través de un anuncio.
Pileta, jacuzzis, reposeras y bar, así es el piso 12 de Vista. Foto Luxe Latam
Tras unos minutos de lamentos y varios suspiros, las energías cambian y aprovechamos para disfrutar de todos los servicios de Vista, el nuevo crucero de Oceania Cruises.
Las primeras horas del día las pasamos en la pileta y en los jacuzzis del piso 12. Para almorzar elegimos Terrace Café, uno de los 11 restaurantes del barco. Este es estilo buffet e informal.
Nuestra tarde continúa batiéndonos a duelo con diferentes pasajeros en el piso 16 donde está la cancha de 18 hoyos de minigolf y una de paddle.
La cancha de minigolf tiene 18 hoyos. Foto: Viajes/ CD
Durante todo el día se organizan actividades especiales como un taller de arte, clases de yoga y spinning y charlas sobre el cuidado de la piel.
A la tardecita comienzan los shows en vivo en diferentes sectores del barco. En Martinis, un bar ubicado en el sexto piso, hay un cantante tocando el piano; en Grand Lounge, también en el 6, un cuarteto de chicas interpretan algunos vals y en Horizons, en el 14, una banda le pone ritmo con canciones latinas.
Para cenar, elegimos Polo Grill, un restaurante especializado en carne donde la decoración y la vista al mar son protagonistas.
Cena en Polo Grill. Foto Viajes/ CD
Luego pasamos por Founders, donde los tragos se roban las miradas de todos con sus presentaciones extravagantes, y terminamos nuestro día de navegación en Vista Lounge, el teatro donde todos los días, a las 21.45, se presentan diferentes musicales.
En tierras napoleónicas
El arribo a Ajaccio, la capital de Córcega, es temprano. A las 6.45 el barco ya está en el puerto y un tiempo más tarde los turistas pueden comenzar a bajar.
En esta isla francesa nació Napoleón Bonaparte y varios de los atractivos son en su honor: monumentos, plazas, calles, museos. Los interesados en su vida podrían estar todo el día conociendo lugares relacionados a su historia.
Estatua de Napoleón en Place d’Austerlitz. Foto Shutterstock
Por ejemplo, una de las paradas obligadas es la Maison Bonaparte, ubicada en la Rue de Letizia y la Rue Saint Charles. Esa fue la casa donde nació y se crió el famoso conquistador. Una placa sobre la entrada recuerda su nacimiento, el 15 de agosto de 1769. Allí se exhiben retratos familiares, muebles de época y otros recuerdos.
En Place du Foch, la plaza más linda de la ciudad, rodeada de palmeras y ubicada frente al puerto, hay una estatua de Napoleón vistiendo una toga romana. Otro monumento popular está en Place d’Austerlitz, arriba en una colina. Para llegar a la estatua hay que subir unas escaleras, ¿la recompensa? Una gran vista panorámica de la isla.
Y así, podríamos enumerar una larga lista de lugares dedicados al emperador, pero en la isla hay mucho más para hacer.
Napoleón fue bautizado en esta Catedral. Foto Shutterstock
“El centro es tan chiquito que es imposible perderse”, dice nuestra guía Isabella. Es muy pintoresco, con calles estrechas, construcciones de diferentes colores pastel y bares por todos lados.
En la arquitectura sencilla de las casas se hace presente el legado del dominio italiano. También en el idioma, si bien el francés es el oficial, todos los lugareños hablan corso, una lengua similar a un italiano antiguo.
Visitar la Catedral sorprende a más de uno. Por fuera tiene una fachada sencilla y parece pequeña, pero al ingresar, la decoración es ostentosa y las dimensiones enormes. Allí, fue bautizado Napoleón cuando tenía dos años.
Otras de las atracciones principales es el Museo Fesch, donde se exhibe la colección de arte del cardenal Joseph Fesch, tío de Napoléon. Entre todos los objetos, se destacan alrededor de 1.500 cuadros italianos.
Ajaccio cuenta con diversas playas a pocos metros del centro. Foto Viajes/ CD
En este palacio, que se comenzó a construir en 1828 de manera escalonada, también está la Capilla Imperial.
Luego de pasear por el centro, nos alejamos un poco y vamos a conocer las playas. Algunas son de arena y otras de piedra. En todas se pueden ver personas que disfrutan del mar y el sol durante esta primavera europea.
Para seguir conociendo las afueras, subimos a un bus. A 11 kilómetros hacia el norte, el paisaje cambia rotundamente, las construcciones desaparecen y llegamos a Parata, un área natural protegida, que incluye islas y colinas y es recomendada para hacer senderismo y conocer la flora local.
El área protegida Parata es ideal para hacer una escapada a un entorno natural. Foto Shutterstock
Esta isla en tan solo 8.680 km², lo tiene todo. Centros de esquí, la cascada de Prunelli y Les Calanches, unas montañas de granito rojo, nos quedarán para la próxima visita.
La estadía en Ajaccio se termina, pero antes de volver al crucero aprovechamos cada minuto en tierra y pasamos por el mercado de la ciudad, ubicado a pasos del puerto, donde venden quesos, embutidos, vinos, aceitunas, dulces, entre otros.
Poco antes de las 17.30 regresamos al barco y subimos a la cubierta para echarle un último vistazo a este destino en el que desearíamos quedarnos más tiempo.
Mercado de Ajaccio. Foto Shutterstock
Mientras el barco se aleja y la ciudad desaparece, vamos al camarote a hacer las valijas porque este increíble recorrido por el Mediterráneo llegó a su fin y es tiempo de volver a casa.
Una sensación de nostalgia invade el cuerpo, pero también de alegría por haber conocido nuevos destinos, haber probado sabores locales y haber sumado experiencias increíbles.
Miniguía
Próximos itinerarios
- De Barcelona a Londres, 14 días, del 4 al 18 de agosto. Desde US$ 6.699 por persona en base doble. Incluye 6 excursiones en tierra, paquete de bebidas y US$ 600 de crédito a bordo.
- De Londres a Nueva York, 18 días, del 30 de agosto al 17 de septiembre. Desde US$ 7.449. Incluye lo mismo que el anterior.
Precios a bordo
- Experiencias gastronómicas que no están incluidas: cata de vino, US$ 44 más 20% de propina, almuerzo y maridaje desde US$ 99 más propina.
- Masajes desde US$ 229, 75 minutos.
- Manicura y pedicura, US$ 129.
- Lavado y peinado de cabello US$ 79.
Maquillaje US$ 79.
Excursiones
- Highlights en Nápoles. Dura tres horas y recorre los principales sitios de interés, US$ 259 por persona.
- Scenic Sights of Malta. Dura tres horas, US$ 279 por persona.
- Highlights en Ajaccio. Dura tres horas, US$ 259 por persona.
Dónde informarse
es.oceaniacruises.com
www.visitnaples.eu
www.visitmalta.com
www.ajaccio-tourisme.com
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