Ada cumplió 108 años y reveló el secreto para una larga viva: tener perros, no hijos. Dice que sobrevivió a todo gracias a sus fieles mascotas.
Ada Daniel era la orgullosa dueña de muchos galgos cuando era más joven y bromeaba diciendo que sus caninos eran el ingrediente secreto para una larga vida .
Ada vive en un hogar de ancianos de Inglaterra desde 2015. Cuando estaba por llegar su cumple número 108, el geriátrico pidió en las redes que le enviaran una tarjeta a Ada para que ella pudiera sentirse acompañada. La respuesta fue abrumadora.
El hogar de ancianos donde vive le festejó un lindo cumpleaños..
El personal del geriátrico la sorprendió con cientos de tarjetas en su íntima fiesta de cumpleaños, que también incluía el té de la tarde, una torta y globos de colores.
Kelly Goucher, coordinadora del hogar, le dijo a la BBC : «A Ada no le queda mucha familia. Ella nunca tuvo hijos, así que no tiene nietos. Por eso es muy importante que se sienta acompañada, incluso por gente que no conoce».
Vecinos le mandaron postales a Ada para que se sienta acompañada en su cumple 108.
Kelly decidió compartir la particular noticia en una página local de Facebook y se sorprendió de la cantidad de personas que querían enviar sus mejores deseos. «Me desperté con 135 mensajes a la mañana siguiente de personas que querían enviar tarjetas», dijo.
Kelly explicó que Ada no tuvo hijos, pero fue madre de muchos bebés peludos en un momento dado. «Tenía muchos galgos», dijo.
«Definitivamente es un personaje. Una vez le pregunté cuál era su secreto y dijo que era tener perros, no niños».
Ada, quien se cree que es la persona número 65 de mayor edad en el Reino Unido, también dijo que «mantenerse ocupada» la ayudó a superar las adversidades.
La británica nació el 1 de junio de 1915, en medio de la agitación de la Primera Guerra Mundial, y vio pasar en Inglaterra a 23 primeros ministros, cinco monarcas y sobrevivió a muchas guerras y dos pandemias.
Ada dijo que «mantenerse ocupada» la ayudó a sobrevivir.
En 1944, a los 27 años, se casó con su marido, Perry. Cuando murió él a los 73 años, Ada permaneció en la casa de campo hasta hace poco, cuando ella se mudó a Codnor Park hace apenas cinco años.
Desde ese momento, siempre estuvo feliz y acompañada.
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