Pam Willis y su esposo Gary no titubearon en dar el generoso paso para mantener a los hermanos unidos luego de enterarse de su conmovedora historia.
Cuando Pam Willis se cruzó en Facebook con la historia de siete hermanos huérfanos que buscaban un hogar permanente, supo que tenía que hacer algo. Como madre de cinco hijos ya adultos, no podía dejar a su suerte a los niños, que habían perdido a sus padres en un fatídico accidente automovilístico.
«No lo puedo explicar. Simplemente supe que debía ser su mamá», declaró al programa matutino Today (NBC).
Pam, de 50 años, compartió la historia con su esposo Gary Willis, de 53, quien esa misma noche sugirió adoptarlos.
«Pensé que Gary me iba a decir que estaba loca, estábamos a punto de jubilarnos», confesó.
Los niños, que habían permanecido en un orfanato desde la muerte de sus padres, ya habían recibido cientos de llamadas de personas ansiosas por recibirlos. Pero fueron Pam y Gary los elegidos para mantenerlos unidos.
Dos meses después de la llamada de la pareja, Adelino, de 15 años; Ruby, de 13; Aleecia, de 9; Anthony, de 8; Aubriella, de 7; Leo de 5; y Xander, de 4 se instalaron en su nuevo hogar. Fue entonces cuando Pam entendió el auténtico propósito de tener una casa de seis habitaciones a punto de quedar vacía, con su último retoño planeando abandonar el nido.
«Era para hacer espacio para nuestros nuevos bebés», escribió en su cuenta de Instagram. «Eran nuestros [bebés] desde el minuto que vimos sus caras en las noticias».
Durante el proceso de evaluación, Pam descubrió que sus nuevos hijos habían sufrido una serie de experiencias traumáticas en su corta vida. Sus fallecidos padres luchaban contra sus adicciones, la familia vivía en campamentos para desamparados y la comida era escasa.
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