Del Central Park a Little Island o del Empire State Building a High Line, Nueva York siempre se reinventa.
Tarde o temprano, todos reproducimos las fotos que vimos en las redes sociales: apoyamos las manos sobre el vidrio en forma de V, buscamos con la mirada referencias como el Empire State Building o el One World Observatory, sentimos el vértigo de tener Nueva York a los pies.
Pero eso no alcanza: alguien tiene que entrar con el teléfono a pocos metros de la tienda de regalos del mirador y, entonces sí, tomarnos la famosa foto en el vértice vidriado de Edge, “colgando” sobre el vacío.
“El cielo no es el límite. Es solo el comienzo”, afirman en Edge, en el sudoeste de Manhattan. Y aunque suene ambicioso, no hay que perder de vista que estamos en la terraza al aire libre más alta no solo de Estados Unidos sino del hemisferio occidental.
A 335 metros de altura, podemos observar el horizonte de la ciudad de Nueva York con panorámicas de 360 grados, desde la punta del Central Park hasta la Estatua de la Libertad y más allá.
Pero eso no es todo: el mirador ofrece un área de descanso con escalones para contemplar la inmensidad, tiene una superficie de 24 metros directamente en el aire, y sus paredes son paneles de cristal inclinados hacia afuera y sin marcos. Además, hay un sector con el suelo transparente para ver 100 pisos hacia abajo.
El mirador Edge, con los paneles de vidrio en forma triangular. Foto Shutterstock.
Después -o antes- de visitar la terraza de observación Edge, es un buen plan explorar Hudson Yards, el barrio más nuevo de la Gran Manzana. Y qué mejor detenerse a observar la estructura del Vessel, la famosa escultura espiralada creada por Thomas Heatherwick que recuerda a un panal de abejas y fue parte del plan de desarrollo de esta zona de NYC.
Ahí nomás comienza The High Line, el parque público construido sobre una estructura ferroviaria elevada con una extensión aproximada de 2,3 kilómetros. Desde Gansevoort hasta la calle 34 en el West Side (lado oeste) de Manhattan, High Line fue una iniciativa de los residentes del barrio para evitar que se demoliera una antigua vía elevada del tren.
Gracias a la colaboración del Departamento de Parques y Recreación de la ciudad, High Line se ha transformado en un espacio público donde todos los neoyorquinos y visitantes son bienvenidos y pueden experimentar la fusión entre la naturaleza, el arte y el diseño.
Vessel, la estructura espiralada que está junto a Edge en Hudson Yards, en NYC. Foto Shutterstock.
¿Para qué se utilizaba antes High Line? Era una línea ferroviaria de carga que funcionó de 1934 a 1980: transportaba carne al Meatpacking District, productos agrícolas a las fábricas y almacenes del West Side industrial, así como correspondencia a la Oficina de Correos.
A partir de 2009, High Line fue abriendo en etapas, y el último tramo se inauguró en la primavera de 2019.
High Line, el paseo público de Nueva York que se encuentra sobre una antigua estructura ferroviaria elevada. Foto Shutterstock.
Cada uno tendrá su rincón favorito: algunos se instalan entre las calles 14 y 15, especialmente en los meses de calor, porque allí pueden mojarse los pies. Se trata del lugar donde el agua se acumulaba en el pasado y, por eso, los diseñadores planearon una sutil fuente de agua.
Si es hora de comer, muchos se inclinan por el pasaje del Chelsea Market, entre las calles 15 y 16: High Line pasa por la vieja National Biscuit Company (también conocida como Nabisco), hoy sede del Chelsea Market. Allí se inventó la galleta Oreo, que se hacía con harina que llegaba en tren por este pasaje y ahora es el lugar donde abre un patio de comidas al aire libre desde abril hasta octubre.
Una tarde en Little Island
Little Island, el jardín público y gratuito en Hudson Yards, Nueva York. Foto Shutterstock.
Hacia el extremo sur, casi al final del recorrido de la High Line, Little Island impacta con su diseño vanguardista y se disfruta plenamente: es un parque público y gratuito con foodtrucks, juegos para chicos, anfiteatro, senderos para perderse entre la vegetación y vistas increíbles de Manhattan y el río.
Little Island se encuentra dentro del Hudson River Park, que se extiende desde el muelle 97 hasta Battery Park. Pero la nueva isla se levanta donde West 13th Street se cruza con el río, conectándose a tierra firme a través de dos puentes.
“Lo que tenía en mente era construir algo para la gente de Nueva York y para cualquiera que lo visite: un espacio que a primera vista fuera deslumbrante y que al usarlo hiciera feliz a la gente”, destacó Barry Diller, quien en 2013 ideó una solución para reparar y reactivar el Muelle 54, dañado por el huracán Sandy.
Little Island tiene senderos entre la vegetación, foodtrucks y juegos, en Nueva York. Foto Shutterstock.
En colaboración con Hudson River Park Trust, pensó un tipo de espacio público totalmente nuevo para Nueva York, una experiencia inmersiva con la naturaleza y el arte.
Nacido de una colaboración entre Heatherwick Studio y MNLA, el proyecto se llamó originalmente Pier 55 y contó con el respaldo del magnate de los medios Barry Diller y su esposa Diane von Furstenberg.
De esa forma, Little Island es una iniciativa de Diller-von Furstenberg Family Foundation (DVFFF), con el apoyo de la Ciudad. Y la fundación tiene una prolífica trayectoria filantrópica en NYC, con resultados como High Line, el Museo de la Estatua de la Libertad, Signature Theatre, Carnegie Hall Society y Central Park Conservancy.
El gran pulmón verde
Los espacios verdes en Nueva York tienen una particularidad: son agradables en todas las estaciones y dan ganas de visitarlos con sol y con nieve, con las hojas doradas y con flores. Siempre.
Es el caso del clásico y siempre vigente Central Park, que se extiende desde la calle 59 hasta la 110, entre la Quinta Avenida y Central Park West.
El mosaico «Imagine» de John Lennon en Strawberry Fields, un área del Central Park de NYC. Foto REUTERS/Caitlin Ochs.
Nunca dejaremos de pasar por Strawberry Fields y el mosaico “Imagine” en memoria de John Lennon (1940-1980), donde siempre suena una guitarra y se venden souvenirs cerca de la entrada de West 72nd Street, frente al edificio Dakota en el que vivía con Yoko Ono y donde fue asesinado.
Con 341 hectáreas, 18.000 árboles y más de 200 especies de aves, el Central Park es quizás el parque público más famoso del mundo, creado en 1858 para ofrecerles a los habitantes “una experiencia de campo”, un lugar para escapar del estrés de la vida urbana y estar en comunión con la naturaleza.
Bow Bridge en Central Park. Foto Brittany Petronella / NYC Tourism + Conventions.
El parque sigue cumpliendo ese propósito esencial, llegando a recibir 42 millones de visitas al año.
Con diseño de Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux, el Central Park es una obra maestra de la arquitectura paisajística, declarado Monumento Histórico Nacional (1963) y Paisaje Escénico de NY (1974).
Si bien se encuentra en el centro de Manhattan, ese sitio estaba lejos de las áreas edificadas cuando comenzó su planificación en 1850. La idea era incorporar variedad de paisajes y experiencias, con prados, bosques, arroyos serpenteantes y amplios lagos, que se podían recorrer a través de un sinfín de senderos y puentes, además de un camino para carruajes y caballos.
Con el tiempo, se agregaron campos de béisbol y fútbol, una calesita, dos pistas de patinaje, un zoológico, jardines formales, monumentos conmemorativos, salas de conciertos, teatro y construcciones como el Castillo Belvedere.
Vista aérea del Central Park de Nueva York. Foto Shutterstock.
A la altura de la calle 79, está en lo alto de una gran zona rocosa llamada Vista Rock -es el punto natural más alto del parque), y se pueden visitar las terrazas para disfrutar las vistas. Entre 1919 y 1960, allí funcionó una estación meteorológica.
Después del período de deterioro más reciente y extremo, que comenzó en la década de 1960, un grupo de ciudadanos formó Central Park Conservancy para reconstruir y restaurar el parque en asociación con la ciudad.
Los 400 años de Nueva York
A un costado del Central Park, los visitantes se toman una foto con la estatua de Lincoln, en la puerta del Museo New York Historial Society.
El museo New York Historical Society, en Upper West Side de Manhattan. Foto Shutterstock.
Con exhibiciones temporales y permanentes y una proyección que repasa la historia de la la ciudad, el lugar nos recuerda que en 2025 NYC celebra su 400 aniversario, desde la fundación de la colonia de Nueva Ámsterdam en 1625.
A partir del asentamiento holandés, la colonia se expandió hasta convertirse en una comunidad bulliciosa de 9.000 personas antes de ser tomada por los británicos en 1664.
A su vez, en 2026 Estados Unidos celebrará sus 250 años, con eventos y fiestas en la costa este y reconociendo la importancia histórica de la ciudad de Nueva York como la primera capital de la Nación y como “un faro de innovación e influencia y símbolo de diversidad, cultura y fortaleza”.
La réplica del Salón Oval de la Casa Blanca, en el New York Historical Society. Foto Diana Pazos.
Se pueden visitar desde “Voces de mujeres” hasta “Los objetos cuentan historias”, abordando temas como la esclavitud, la guerra, el 11 de septiembre y la historia LGBTQ+, entre muchas otras cosas, como una galería con cien lámparas Tiffany. En la recreación del Salón Oval de la Casa Blanca, la gente se saca una foto en el escritorio del presidente.
Dos museos nuevos
Hay dos museos nuevos para tener en cuenta en NYC. El primero es el Museo de Broadway, que recorre la historia desde 1732, con la primera actuación documentada en Nueva York, hasta las obras en cartel de esta temporada.
El Museo de Broadway, vecino a Times Square en NYC. Foto Shutterstock.
Aunque Broadway es una marca internacional indiscutida y un pilar de la cultura estadounidense, no existía un museo con la cronología de los teatros, el detrás de escena, y exhibiciones con elementos y trajes de momentos inolvidables.
La otra novedad es Mercer Labs, el Museo de Arte y Tecnología que fue inaugurado en febrero de 2024 en una parte del antiguo edificio Century 21. A metros del Oculus y 9/11 Memorial & Museum, fue co-creado por Roy Nachum y Michael Cayre, y redefine la experiencia museística.
“¿Alguna vez contemplaste el infinito? ¿O te has sumergido en el sonido?”, nos preguntan en Mercer Labs, antes de explorar los 15 espacios de exposición experimentales (como El dragón, La cueva o el inquietante salón de espejos dorado Caja de música), con propuestas inmersivas donde “el arte contemporáneo se encuentra con la ciencia, el arte humaniza la tecnología y los experimentos cobran vida”.
Por supuesto, el listado de lugares para comer es infinito. Pero justo al salir de Mercer Labs está Eatily NYC Downtown, con restaurant, patio de comidas y mercados con productos frescos: pastas, pescados, quesos, helados, chocolates y dulces de toda clase.
El Midtown de Nueva York por la noche. Foto Julienne Schaer / New York Tourism + Conventions.
Los amantes de la comida mexicana tienen en La Barca Cantina una buena opción de comer tacos y quesadillas en un yate de tres pisos que ofrece cruceros panorámicos por el río Hudson, saliendo desde el muelle 81. Hay un itinerario que dura dos horas y navega hacia el sur pasando frente a la Estatua de la Libertad.
El ferry y el outlet
La ciudad de Nueva York se compone de cinco distritos: Manhattan, Brooklyn, Bronx, Queens y Staten Island. Precisamente, para llegar a este último se viaja en el pintoresco Staten Island Ferry, que brinda servicio de ferry a casi 22 millones de personas al año y lleva a casi 70.000 pasajeros a diario entre St George, en Staten Island, y Whitehall Street, en Manhattan.
El ferry gratuito que cruza de Manhattan a Stanten Island. Foto New York Tourism + Conventions.
El ferry ofrece una gran oportunidad para disfrutar de la vista panorámica del puerto de Nueva York y el skyline de una forma sencilla y ¡gratis!
Durante el viaje de 25 minutos, se pasa cerca de la Estatua de la Libertad y Ellis Island, visibles desde la cubierta. Y es tan agradable la navegación (especialmente al atardecer, por sus colores) que mucha gente va para sacar fotos y vuelve en la siguiente embarcación.
Con capacidad para 4500 pasajeros, los ferrys están pintados de color naranja para que se puedan ver cuando hay niebla o nieve.
Empire Outlets, los nuevos outlets de Staten Island, en Nueva York. Foto Diana Pazos.
Una vez en S.taten Island, a pasos del ferry se encuentra el nuevo complejo de compras: Empire Outlets. Como el nombre lo indica, se trata de un outlet con varias tiendas de marcas conocidas y buenos precios, en un paseo frente al río que incluye Shake Shack y Starbucks.
También en este distrito se encuentra el histórico Snug Harbor Cultural Center & Botanical Garden, fundado a principios del siglo XIX para dar refugio a marineros ancianos. Llegó a tener 50 estructuras y 900 residentes de todo el mundo, siendo una de las instituciones de caridad más ricas de los Estados Unidos, con granjas, lechería, panadería, talleres, capilla, hospital, sala de conciertos, dormitorios y jardines.
El jardín chino en Snug Harbor Cultural Center & Botanical Garden, Staten Island. Foto Shutterstock.
Snug Harbor también alberga el Staten Island Museum, la Noble Maritime Collection, el Art Lab y el Staten Island Conservatory of Music, entre muchas otras cosas.
Merece una visita el New York Chinese Scholar’s Garden, un jardín chino con rocas, ocho pabellones, un bosque de bambú, senderos que zigzaguean, puentes, cascadas y un estanque lleno de peces. Un equipo de 40 artistas y artesanos pasó un año en China creando los componentes del jardín y otros seis meses en Staten Island para completar la construcción.
Los miradores y el Empire State
Las plataformas de observación en Nueva York se multiplican y se renuevan. En primer lugar, el clásico Top of the Rock incorporó a fines de 2023 The Beam, donde los visitantes pueden recrear la icónica foto de 1932 en la que 11 herreros almorzaban sobre una viga de acero mientras el 30 Rockefeller Plaza estaba en construcción.
Por otro lado, en septiembre de 2020 se inauguró el mirador Summit del rascacielos One Vanderbilt, que mezcla vértigo, arte y vanguardia: entre las increíbles vistas de NY y los juegos de espejos, tiene el ascensor con piso vidriado externo más grande del mundo.
Y mientras el One World Observatory ofrece panorámicas de 360 grados y toda clase de experiencias en el Downtown, el emblemático Empire State Building (ESB) acaba de ser distinguido como “la atracción Nro. 1 del mundo en 2024” por la comunidad TripAdvisor: con 60.000 reseñas de 5 estrellas, reforzando su título de ser “el edificio más famoso del mundo”.
El mirador del piso 86 del Empire State Building en NYC. Foto Shutterstock.
Con más de 2,5 millones de visitantes al año, el edificio fue terminado en 1931 después de solo 13 meses de construcción, tiene un histórico lobby art déco, es sede de muchas empresas (Shutterstock y Linkedln, entre otras) y en los días despejados se pueden ver seis estados desde la cima.
Antes de llegar al célebre mirador del piso 86 (o el renovado 102), todo el mundo se divierte con las exposiciones de los pisos 2 y 80, especialmente con la parte vinculada al proceso de su construcción, al día de la apertura, a las películas filmadas allí, las celebridades que lo visitaron, los ascensores Otis y el rincón más instagrammeable: King Kong resopla cuando sus manos atraviesan las paredes para atraparnos y los aviones vuelan en círculos como en la película original de 1933.
Para sacarse fotos con King Kong, en el Empire State Building de NYC. Foto Diana Pazos.
Hacia el final, un tip de lujo después de vivir la experiencia nocturna. Es impagable la visita al Empire State durante la noche: no hay colas en ningún lado, contemplamos las luces de NYC rodeados de poca gente y recorrimos los niveles a nuestro ritmo, con una tranquilidad que crecía de la mano del misterio que envuelve el edificio.
Dónde alojarse en Nueva York
- El hotel Moxy Lower East Side, de 303 habitaciones, es ecléctico, con acento en el diseño y sus espacios de ocio y fiestas, como su rooftop. Se encuentra cerca de Chinatown, SoHo y Little Italy. Cuesta desde US$ 179 y es una de las novedades de los hoteles Moxy de NY (moxylowereastside.com).
El hotel Moxy Lower East Side en Nueva York. Foto Moxy.
- En Midtown, otra opción es el hotel Martinique New York on Broadwayn by Hilton, inspirado en los grandes castillos del Valle del Loira. Cuesta desde US$ 270 según la época del año (www.hilton.com/en/hotels/nyccuqq-martinique-new-york-on-broadway).
El gran lobby del hotel Martinique, en Midtown Manhattan. Foto Martinique New York on Broadway, Curio Collection by Hilton.
Cuánto cuesta
- Empire State Building: la entrada al piso 86 cuesta desde US$ 44.
- Edge: los tickets parten de US$ 40.
La gran terraza de Edge, con escalones para contemplar Manhattan y el río. Foto Shutterstock.
- Museo de Broadway: desde US$ 49.
- Mercer Labs: desde US$ 52
- Top of the Rock, desde US$ 40; The Beam, US$ 25.
La vista de Nueva York desde el mirador Edge. Foto Shutterstock.
- Ground Zero Tour, incluyendo 9/11 Memorial y One World Observatory, US$ 84.
- Navegación en La Barca Cantina con comida mexicana a bordo (se paga aparte), desde US$ 10.
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